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En conmemoración del Holocausto

Por: Rabino Shlomó Tawil

En 2005 la ONU estableció el 27 de enero como Día Internacional de Conmemoración anual de las víctimas del Holocausto.
En 2005 la ONU estableció el 27 de enero como Día Internacional de Conmemoración anual de las víctimas del Holocausto.

La Asamblea General de la ONU decidió por consenso a fines de 2005 designar al 27 de enero Día Internacional de Conmemoración anual de las víctimas del Holocausto. La iniciativa fue auspiciada por Australia, Canadá, Israel, Rusia y Estados Unidos, y más tarde se sumaron unos 90 países.

El 27 de enero es la fecha en que se conmemora la liberación de los campos de concentración nazis en Europa, en 1945.

La resolución insta a los Estados miembro a elaborar programas educativos que inculquen a las generaciones futuras las enseñanzas del Holocausto, para prevenir actos de genocidio.

En mi opinión bienvenidas estas resoluciones porque también ayudan a no olvidar y en contra de los negadores, pero creo que todavía es insuficiente para prevenir nuevos actos de genocidio contra quien sea.

Una manera de complementar esta decisión sería inculcar la toma de conciencia sobre la existencia del Di-s único, creador y soberano de todo el universo y las criaturas que lo llenan, juez verdadero e insobornable, en el que tarde o temprano le llega a cada ser la recompensa por sus buenos actos y cada uno deberá responder por sus malas acciones.

Me pregunto: ¿terminó el Holocausto? Por un lado podemos decir que las terribles y amargas secuelas se arrastran hasta el día de hoy a los sobrevivientes, hasta incluso hijos y nietos. Por otro lado, lo que representa la lucha nazi no ha acabado. Sí, lamentablemente, hemos perdido seis millones  de judíos (entre ellos toda la familia de mis abuelos maternos), pero desde entonces hemos perdido muchas almas más por la ignorancia de lo que significa el judaísmo.

Lo que debemos transmitir también, entonces, es cuál fue la intención verdadera de Hitler. No estaríamos muy errados en afirmar que no odiaba únicamente a los judíos sino, aun más, lo que ellos representan, el judaísmo en sí. Su intención fue erradicar y eliminar no solamente a la nación judía sino la noción del judaísmo.

A tal fin, estuvo organizado en Praga un museo en el cual expondrían para las futuras generaciones lo que habían sido los judíos, una vez que éstos dejaran de existir, Di-s libre. Hitler no podía aceptar las leyes de conciencia que predica el judaísmo y la certeza que manifiestan los profetas bíblicos, que en el futuro prevalecerá la bondad por sobre la fuerza.

La batalla en contra de los judíos fue una guerra psicológica para hacerles perder sus rasgos humanos en medio de situaciones en las cuales era muy difícil mantener dignidad, sea por el hambre, el miedo, la incertidumbre, etcétera.

Hitler logró matar a muchos judíos pero no consiguió destruir su espíritu. En la historia del pueblo judío, como lo relata la Biblia, ya hubo intentos similares y muy seguidos en estos tres mil y pico de años de existencia, empezando por Amalek (Éxodo Capítulo 17) y la biblia nos ordena recordarlo en cada generación.

¿Cuándo comenzó el Holocausto? Mucho tiempo antes de Hitler. ¿Cuándo terminó? Terminará cuando cada judío no se avergüence de identificarse como tal, o no se avergüence cuando ya declara su origen y, más importante aún, cuando su vida sea plenamente de acuerdo al judaísmo que Hitler quería exterminar.

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