El Hincha

En Buenos Aires se festejó en el Obelisco

Los porteños se reunieron en el emblemático monumento para celebrar la victoria de Argentina. El festejo fue “medido” esperando una explosión mayor en un futuro.

ObeliscoAlgo más de 300 personas festejaron en el Obelisco porteño el triunfo de la Selección Argentina sobre Corea del Sur, con cánticos y abrazados a un busto inflable de Diego Maradona.

Los hinchas, en su mayoría jóvenes, se concentraron para festejar el 4 a 1 de Argentina sobre Corea del Sur, con gorros, camisetas y cornetas con los colores argentinos, en la Plaza de la República.

Grupos de chicos con banderas argentinas usadas como capas gritaban “volveremos a ser campeones como en el 86”. Además, coincidieron en que los mejores jugadores argentinos fueron Carlos Tévez, seguido por Lionel Messi y la brillante participación del Kun Agüero en los últimos instantes del partido.

También se podían observar en las inmediaciones del Obelisco, decenas de vendedores de pelotas, llaveros de pelotas de futbol, pulseras, gorros, manos inflables y calcomanías, que se convocaron para vender aprovechando la efervescencia de los festejos.

Miguel Alcoba, de Jujuy, manifestó su “fe en que Argentina va a ganar y emitió un grito de aguante Jujuy”. Un joven que trabaja en seguridad privada, quien se identificó como Alejandro Rodríguez, oriundo del Chaco, dijo: Ttenemos equipo para ganar el mundial” y señaló que a su criterio “el rival más peligroso para Argentina es Alemania”.

Martín de 32, repetía a los gritos: “Ahora no nos para nadie” y reclamaba que Argentina juegue “con cuatro en el fondo y dos delanteros netos” contra Grecia para que se asegure el primer puesto en el grupo.

Jorge, de 21, tapado con una inmensa bandera y con un gorro albiceleste de interesantes proporciones, elogiaba la actuación de Lionel Messi. “La Pulga es lo más grande y hoy demostró que es el socio ideal para cualquiera. Jugó con Tévez, jugó con el Kun y no lo podían parar. Con él en este nivel, somos campeones”.

El radiante optimismo también abarcaba a Aliana (17), Darío (16), Pepe (16) y Analía (15), quienes vieron el partido en el colegio y después se fueron a festejar al obelisco.

Dora, de 62 años, no desentonaba con los de menor edad. “Terminó el partido y vine, yo vivo acá cerca y me vine a festejar con los chicos. El equipo está jugando fantástico”, declaró.

La Plaza de la República mostró apenas un esbozo de lo que puede llegar a ser este lugar cuando Argentina avance en la clasificación. El festejo de hoy fue suave, por definirlo de alguna manera, pero revela claramente que el hincho argentino está expectante para una explosión mayor.

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