En Argentina, las lesiones ocasionadas por el tránsito son la principal causa de muerte en el grupo etario de 1 a 15 años. En promedio hubo 266 víctimas fatales anuales en el período 2010-2019, convirtiéndose en la enfermedad que más niños mata en nuestro país. En 2019 fallecieron 32 niños menores de 15 años por meningitis vs 181 por el tránsito.
En la provincia de Santa Fe en 2019, el grupo etario de 15 a 29 años es el que más muere y las víctimas sufren graves heridas por lesiones de tránsito.
A pesar de la gran carga de enfermedad y los costos directos (1,7 del PBI según informe de Agencia Nacional de Seguridad Vial 2017) que el tránsito ocasiona, hasta el momento el diagnóstico de situación es correcto pero el tratamiento es ineficaz y desarticulado entre los principales actores, donde el sector salud debe ser un factor principal.
Al respecto, el subsecretario de la APSV, Osvaldo Aymo, recordó las palabras del doctor Camille Simonin, quien dijo que “el automóvil vino a reemplazar a los virus y bacterias como causa de muerte”.
Además, sostuvo que “fortalecer la vigilancia epidemiológica a nivel local, evaluar de manera sostenida y articulada el impacto de las medidas, manteniendo en el tiempo aquellas que demuestren ser costo efectivas, resultará en beneficios económicos para el país, pero fundamentalmente salvará la vida de miles de argentinos. El compromiso de la APSV es bregar por que se instauren medidas basadas en la evidencia, adaptadas a nuestra realidad, para lograr disminuir las lesiones graves y muertes ocasionadas por el tránsito”.
La situación mundial, con índices en aumento
El Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial, presentado por la OMS en diciembre de 2018, indica que las muertes por accidentes de tránsito continúan aumentando, con un promedio anual de 1,35 millones de muertes y causan lesiones a 50 millones de personas. Este mismo documento, destaca que las lesiones causadas por el tránsito son ahora la principal causa de muerte de niños y jóvenes de 5 a 29 años. La carga recae de forma desproporcionada sobre los peatones, ciclistas y motociclistas, en particular los que viven en países en desarrollo.
Los peatones, ciclistas y conductores de vehículos motorizados de dos ruedas y sus pasajeros se conocen colectivamente como “usuarios vulnerables de la carretera” y representan la mitad de todas las muertes por accidentes de tráfico en todo el mundo.
Por no haber alcanzado los objetivos trazados en el Plan Mundial para la Seguridad Vial 2011/2020, que tenía como meta “reducir el 50% la cantidad de víctimas fatales producidas por el tránsito”, se incorpora en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) N°3, en la meta 3.6, la consecución de una reducción del 50% en el número de muertes por accidentes de tránsito para el año 2030.
Orígenes y significado de la efeméride
El 26 de octubre de 2005, la Organización de las Naciones Unidas adoptó una resolución mediante la cual se convoca a los gobiernos a que designen el tercer domingo de noviembre de cada año como el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tránsito.
La efeméride brinda la oportunidad de atraer la atención del público sobre las consecuencias y los costos de las colisiones de tránsito y las medidas de prevención que deben tomarse. También permite recordarles a los gobiernos y a la sociedad la responsabilidad que tienen en cuanto a la seguridad de las carreteras.
¿Cuáles son los factores de riesgo que ocasionan víctimas fatales por el tránsito en Argentina?
- Falta de uso de cinturón de seguridad y sistema de retención infantil (SRI):
- Factores de distracción, ya que una de las características sobresalientes del sistema tránsito es que cambia permanentemente y tenemos que estar atentos a esos cambios, para adaptar la conducta a ellos.
- Falta de percepción de riesgo, que se evidencia en el bajo índice del uso del casco.
- Consumo de alcohol y otras sustancias.
- Exceso de velocidad, ya que desencadena un accidente y agrava sus consecuencias.
- Falta de legislación uniforme y su aplicación efectiva. Además de la percepción de la baja probabilidad objetiva de ser controlado.
- Falta de Inversión en infraestructura, ya que una mala señalización, una falta de mantenimiento de la vía, falta de señalización horizontal y vertical, pueden desencadenar un accidente.
- Falta de transporte público de pasajeros de calidad, eficiente y puntual.
- Ausencia del planeamiento urbano, como integrante de la Seguridad Vial.
Estrategias para enfrentar un serio problema
- Legislación actualizada, uniforme y de aplicación efectiva, con controles sostenidos, exhaustivos y al azar.
- Incentivos e infraestructura, que fomenten el uso de modos más seguros, saludables y sostenibles de desplazarse.
- Lentificar el tránsito: reducción de la velocidad en zonas urbanas a 30 km/h con señalización y radarización, porque está demostrado que ante un atropello peatonal a baja velocidad la posibilidad de sobrevida es muy alta.
- Educación vial: sabemos que, por sí solas, la educación, la información y la publicidad no reducen en forma tangible y sostenible los choques mortales y los traumatismos graves (OMS 2004). Por lo tanto, debemos buscar otras maneras más creativas de comunicar el riesgo que tiene el tránsito.
- Programa de seguridad vial infantil: debe tener un objetivo claro, medible, sus acciones deben ser guiadas por las prioridades que dicten las estadísticas actualizadas y fundamentalmente basadas en la evidencia. Deben aunar esfuerzos y articular estrategias organismos estatales oficiales, Ministerio de Salud y ONGs afines a la prevención de lesiones y muertes ocasionadas por el tránsito.
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