La operación de las líneas ferroviarias Mitre, San Martín, Belgrano Sur y Roca, que se encuentra bajo el control del Estado nacional, fue reorganizada entre empresas privadas, que ahora gestionarán individualmente. Ante las críticas, el ministro del Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, aseguró ayer que “no hay ninguna reprivatización del sistema ferroviario” y opinó que quienes dicen eso “tienen mala intención y buscan confundir a la gente”.
La medida, publicada ayer en el Boletín Oficial, establece que las líneas Mitre y San Martín serán operadas por el grupo Roggio –actual controlante de Metrovías– mientras que Belgrano Sur y Roca quedarán en mano del grupo Emepa.
Mediante la resolución 41, el Ministerio del Interior y Transporte disolvió las unidades de gestión operativa Ugofe y Ugoms –que tuvieron esas líneas a su cargo anteriormente– y estableció “un nuevo régimen de operación” que impone obligaciones a las empresas y un “régimen de penalidades”.
Según precisó Randazzo a través de un comunicado, las empresas estarán obligadas a “presentar planes anuales sobre las frecuencias de los trenes, su mantenimiento, limpieza de estaciones y calidad de los servicios”.
El ministro indicó que “en el caso en el que no se cumplan estas pautas” se aplicará “un estricto régimen de penalidades”, que incluye multas que van desde el equivalente a 200 boletos hasta un máximo de 200 mil pasajes por cada incumplimiento, además de una eventual “rescisión de los acuerdos de operación”.
El funcionario aseguró que el nuevo acuerdo de operaciones busca “mejorar la calidad de los servicios e incrementar el control sobre las empresas que operan los trenes del área metropolitana de Buenos Aires”.
El año pasado, el Ministerio de Transporte había dado algunos pasos hacia la estatización total del servicio, pero nunca desplazó por completo a las empresas privadas.
“Tienen mala intención”
Randazzo consideró que “quienes hablan de una reprivatización del sistema ni siquiera leyeron la resolución que salió publicada en el Boletín Oficial, o como sucede a diario lo que tienen es mala intención y buscan confundir a la gente”.
“Lo que hicimos fue normalizar una situación de emergencia que se había extendido durante años con la existencia de la Ugofe y la Ugoms, que tenían a dos empresas conviviendo por cada línea”, precisó el ministro.
Por último, disparó contra los sindicalistas y dirigentes opositores que criticaron la medida al señalar que “ninguno de los que sale hoy a opinar y tergiversar el sentido de la decisión” que tomó el gobieno “hizo nada a favor de los ferrocarriles”.
“Es más, muchos de ellos fueron cómplices de la destrucción del sistema, por acción u omisión”, sentenció.
Repudio a la medida oficial
Delegados gremiales y personas ligadas al mundo ferroviario cuestionaron ayer la decisión oficial de que algunas líneas de trenes quedarán bajo gestión de privados. “Esta decisión nos pone otra vez en el ida y vuelta de un gobierno que un día dice una cosa y mañana dice otra”, cuestionó el delegado de la Unión Ferroviaria de la línea Sarmiento Edgardo Reynoso en declaraciones radiales. En este sentido, sostuvo que estos grupos empresarios “nunca se fueron” del ferrocarril, al que definió como “un fabuloso negocio para ellos y una pésima prestación para los usuarios”.
En tanto, el senador Fernando “Pino” Solanas sostuvo que desde el gobierno “les entregan los trenes a quienes los destruyeron”. “No se puede reconstruir ni sanear el sistema ferroviario con los mismos que lo destruyeron y siguen haciendo negocios con el Estado. Son 20 años de la destrucción masiva de nuestro sistema de transporte, por culpa de la incapacidad de quienes lo conducen y que terminan pagando los usuarios que viajan como ganado y sufren las consecuencias de un sistema de concesiones corrupto”, cuestionó.
Por último, el delegado gremial de la línea Sarmiento, Rubén “Pollo” Sobrero, consideró que el Ejecutivo nacional premia a quienes “destruyeron el ferrocarril”. En abierta crítica a los empresarios Sobrero destacó que “viven de los subsidios y ni siquiera cobran boleto, porque el Estado compra todo y paga los salarios de los trabajadores cumpliendo el rol de Estado bobo”.
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