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Empleo más digno para el peón rural

La Comisión Nacional de Trabajo Agrario presentó un nuevo Estatuto.

La Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), organismo presidido por Álvaro Ruiz, integrado por el Estado, las patronales y el sindicato de los peones rurales (Uatre), emitió la resolución 11/11 que crea el Nuevo Estatuto del Peón, un instrumento que establece condiciones laborales mínimas hasta que el Congreso nacional sancione el proyecto de ley que regula el trabajo agrario. La iniciativa abre un nuevo paradigma laboral para miles de trabajadores rurales –migrantes estacionales conocidos popularmente como peones golondrinas–, quienes ahora cuentan con un instrumento legal para defender derechos históricamente violados por las patronales ruralistas.

Ruiz, a la vez subsecretario de Relaciones Laborales, explicó durante una entrevista con la agencia Télam, que la resolución 11/11 surgió por las dificultades para el tratamiento parlamentario del proyecto enviado por el ejecutivo y porque era urgente “un régimen específico para los trabajadores temporarios en lo que hace a las condiciones de vida, alojamiento, transporte”.

“Hasta tanto salga la ley, se trata de la búsqueda eficaz de elementos eficaces en la lucha contra ciertos abusos como la trata de personas y el trabajo esclavo. Esto está abonado por episodios que salieron a la luz”, indicó el funcionario, quien subrayó las políticas que desde la cartera laboral se impulsan desde 2003.

El presidente de la CNTA detalló las reuniones con las entidades agrarias y el sindicato que culminaron en un portazo por parte de los ruralistas “que nunca explicaron bien porqué se negaban al nuevo régimen laboral, con el acompañamiento de Uatre”, que permitió la creación del Nuevo Estatuto del Peón, a casi 70 años del que presentó Juan Domingo Perón en octubre de 1944.

“La norma legal vigente es de la última dictadura militar, una norma precarizadora, que ayudó a llevar a los trabajadores a peores situaciones que en el 44”, aseguró Ruiz. Las recientes denuncias sobre centenares de trabajadores mayoritariamente santiagueños que estallaron en los medios de comunicación con las aberrantes condiciones de habitabilidad, sumado al transporte, la alimentación y los salarios, pusieron en la agenda pública la situación de los migrantes estacionales.

Al reflexionar sobre el tema, Ruiz señaló que en algunos casos puede ser producto de un atraso cultural pero lo que se ve no es de empresas arcaicas sino “de empresas multinacionales de renta extraordinaria que someten a los trabajadores a condiciones más propias del siglo XIX que del siglo XXI”.

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