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Empleada judicial involucrada en denuncias por abusos

Las nenas señalaron a una mujer apodada Bibi como quien las persuadía para ir a fiestas con hombres.

Una funcionaria judicial de Vera está siendo investigada porque se la presume responsable de organizar fiestas donde, alcohol y drogas mediante, se “acercaban” niñas a longevos señores, según se desprende de las declaraciones testimoniales de varias niñas menores y una mayor en sede policial. Pese a que hay denuncias con los testimonios de las niñas –que incluyen un pormenorizado detalle sobre los abusos– que fueron presentadas a fines de marzo, el juez de la causa dijo que recién podrá hacerse cargo de la investigación a partir del próximo lunes. Es por eso que ante el estado de indefensión y vulnerabilidad en el que quedan las víctimas (la figura penal inicial a investigar es abuso sexual), la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia tomó cartas en el asunto.

La sombra de la impunidad se refleja en un caso que generó un gran revuelo en la misma localidad el año pasado, cuando trascendió que una nena de 11 años había sido violada en numerosas ocasiones. Por el hecho fueron detenidos seis hombres y se vinculaba el caso a un funcionario de la fiscalía regional, quien luego fue absuelto en un proceso cuyo trámite fue muy cuestionado.

Desde la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia explicaron que existen no menos de cuatro denuncias relacionadas con abusos sexuales en las que las víctimas señalan a Bibiana S., una empleada del juzgado de instrucción de Vera, que está a cargo del juez Irineo Berzano, como la promotora de los encuentros.

Según pudo saber El Ciudadano, nenas de entre 12 y 16 años y una chica mayor de edad dijeron haber sido llevadas a fiestas nocturnas, donde “primos” de la sospechosa invitaban las bebidas alcohólicas.

Según una de esas fuentes, una de las chicas testimonió en la Comisaría de la Mujer que una señora llamada Bibi las había invitado a una quinta donde un montón de hombres bailaron y bebieron con ellas. La chica dijo que la mujer tenía un auto medio cremita, que dieron un montón de vueltas y luego fueron a la salida de Vera, donde ella compró un montón de cervezas y las llevó a su casa. Relató que ahí había hombres y pibitas de 12 o 14 años y bebidas gratis. Dijo que ella sólo tomó un poco porque decían que la señora le ponía cosas a la cerveza, y que a eso de las 5 de la mañana Bibi se  acercó a ella y su hermana acompañada de un señor que decía ser el primo, el cual quería pagarles 300 pesos a cada una para tener relaciones sexuales, aclarando que quería un «vale todo», pero que ellas lo rechazaron. Contó que Bibi salió y las dejó encerradas y recién se pudieron ir a la tardecita”, indicó una de las pequeñas en su denuncia.

T.P. tiene 12 años y también prestó declaración. Dijo que hace dos semanas estaba con unas amigas en Vera, en una estación de servicio. Había llegado al lugar junto a tres amigas, de 12, 15 y 17 años. Allí conocieron a una mujer apodada Bibi. Tomaron unas cervezas en el lugar y luego Bibi las invitó a la casa. Llegaron a la finca donde había hombres “con quienes bailamos, tomamos y jodimos como hasta las tres de la tarde. Nos hicimos amigas de ella y a la noche armábamos la joda cuando llegaban los primos, como llamaba Bibi a los hombres que pagaban las bebidas (…) lo que recuerdo era que las chicas que iban al lugar a joder eran de La Gallareta, que buscaban a los hombres, le bailaban, los toqueteaban, pero no he visto ni me enteré que hayan tenido sexo en la casa”.

La única mayor de edad implicada en la causa declaró el 2 de abril último. A.M.G. dijo que estuvo presente el día en que conocieron a Bibi. “La conocimos porque se nos acercó, nosotros estábamos tomando algo en la (estación de servicios) Petrobras y ella llegó con un auto de color claro, creo que era un Focus. Nos dijo que fuéramos a la casa, donde había joda. Cuando llegamos nos mostró la casa y nos ofreció cerveza, yo le dije a las chicas que no tomen porque vi que le ponía una pastilla, que es Rivotril, yo la conozco porque la tomo bajo receta. Ella me dijo «quedate tranqui, las pongo para alegrar la fiesta»”.

A.M.G se fue de la fiesta pero debió volver, porque las chicas que quedaron en la casa le hicieron saber que la acusaban de haberse robado un celular. “Pasó un tiempo y me empezó a mandar Bibi mensajes de texto que decían: «ustedes son unas mangas de ladronas, me robaron el celular». Un tiempo después le envió mensajes con amenazas de muerte a mi hermana en donde le decía que «no sabían dónde se metieron, ya que ella trabajaba en Tribunales»”.

El secretario de Derechos Humanos de la provincia Horacio Coutaz dijo a El Ciudadano que los hechos son de suma gravedad y que ha coordinado con la Subsecretaría de Niñez y con el Centro de Asistencia Judicial (CAJ) para que de inmediato se realicen todas la medidas de protección necesarias para las niñas y para una adecuada asistencia legal, en donde se respeten los protocolos y las buenas prácticas existentes referente a las víctimas de delitos menores de edad.

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