El Ciudadano
Sergio Maximiliano “Checho” Alcaraz fue uno de los protagonistas de la disputa que asoló hace casi una década la zona sur tras declararse la guerra entre los Benavente y los Alcaraz. Si bien varios miembros de su familia perdieron la vida en este enfrentamiento, Checho fue asesinado a los 29 años, en una discusión de febrero de 2014 que ocurrió en bulevar Seguí al 400. El cruce de palabras terminó en violencia cuando su contrincante sacó una faca y le pegó unos 8 puntazos. Por este crimen, hay un muchacho detenido que este martes llegó a juicio oral y público. La Fiscalía, representada por Florentino Malaponte, pidió 17 años de cárcel por homicidio simple. El tribunal que preside el debate está integrado por los jueces Ramón Lanzón, Facundo Becerra y María Trinidad Chiabrera.
Eran cerca de las 4.20 del 23 de febrero de 2014 cuando Checho Alcaraz circulaba en moto junto a una chica. En bulevar Seguí entre Alem y 1° de Mayo estaba el acusado, Cristian César Albornoz, de entonces 24 años. Albornoz le hizo señas para que se detuviera. Checho y la chica se bajaron de la moto. Albornoz le dijo: “¿Qué me decías ayer antes de ir a la cancha? ¿Que estaba todo mal?” y comenzaron una discusión hasta que el atacante sacó un faca y comenzó a lastimar a Checho, según argumentaron en la acusación.
Alcaraz corrió hacia una estación de servicios, ubicada en la intersección de Seguí y Alem. En el camino, el atacante nunca dejó de propinarle puntazos. Checho resistió ocho puñaladas hasta que se desvaneció en la vereda. Allegados lo llevaron en un auto particular al hospital Roque Sáenz Peña donde falleció una hora después a causa de una hemorragia masiva de tórax. Un rato más tarde quemaron la casa del sospechoso, quien cayó tres años más tarde, en julio de 2017, tras una serie de allanamientos en la zona oeste.
Benavente vs. Alcaraz
En 2009 una rivalidad entre la familia Benavente conocida como la banda del Tanque –ya que su zona de influencia estaba en las inmediaciones de pasaje Becquer y avenida Abanderado Grandoli–, y los Alcaraz, señalados como la banda del Puente de Hierro por la ubicación de su casa en el bajo Ayolas, explotó con la muerte de Joel Alcaraz tras una balacera entre ambos grupos ocurrida el 9 de septiembre de ese año. Los hermanos Jesús, Guillermo y Gustavo Benavente quedaron involucrados en la causa penal aunque luego obtuvieron una falta de mérito. Sólo a Jesús le aplicaron una pena natural por las secuelas, quedó parapléjico en un ataque previo al crimen de Joel.
En 2011 fue asesinado Gustavo Benavente en Grandoli al 3900, le dispararon desde una moto en la que circulaban dos personas. Por este hecho fueron detenidos cuatro sospechosos: Checho Alcaraz, su hermano Daniel, alias Caballo; Alberto Celestino T., alias Chaqueño; y Miguel Ángel G. –quien meses más tarde recibió un tiro en la cabeza que le dejó daño neurológico–. Todos recibieron falta de mérito por el crimen de Gustavo.
En diciembre de 2011 Ariel “Pechocho” Ruiz, sindicado miembro de la banda del Puente, fue asesinado en Gálvez y pasaje Santafesino. Por este crimen fue detenido Guillermo Benavente, que falleció en un incendio intencional sucedido en la ex Alcaidía de la Unidad Regional II en abril de 2013 donde estaba detenido a la espera del juicio. Mientras, en mayo de 2012, mataron a Daniel “Caballo” Alcaraz, de 25 años. Tomaba mates con su pareja en la puerta de su casa en Seguí al 33. Un motociclista no lo dejó reaccionar, apenas se le puso a la par, lo acribilló.
El juicio
Por el crimen del Checho llegó a juicio Cristian César Albornoz, un joven de 27 años acusado por el fiscal Florentino Malaponte. Para la Fiscalía es el autor de un homicidio simple y este martes, durante la primera jornada del debate presidido por los jueces Ramón Lanzón, Facundo Becerra y María Trinidad Chiabrera, pidió 17 años de prisión. La defensa de Albornoz está a cargo de Leopoldo Monteil.
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