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Zona noroeste

Empalme Graneros: cae la hermana de un jefe de narcomenudeo

Le atribuyen formar parte de la banda mixta liderada por Sixto Pérez, un chaqueño que pisa fuerte en la zona noroeste a partir de sus vínculos con policías, como quedó en evidencia en 2015. La mujer había zafado de los allanamientos del 29 de mayo pasado, en los que fue detenido otro uniformado


La División Antinarcóticos de la Policía Federal realizó en mayo 14 operativos en Empalme Graneros.

Una hermana de Sixto Daniel Pérez, un chaqueño encausado en dos investigaciones por narcomenudeo en Rosario, fue detenida este lunes en su casa de barrio Empalme Graneros.

Hasta allí llegaron los hombres de Drogas de la Policía Federal, quienes habían buscado en vano el 29 de mayo pasado, en el marco de 16 allanamientos destinados a desbaratar la operatoria de la organización que contaba con protección policial, según el juez federal Marcelo Bailaque.

Gabriela Pérez es el nombre de la mujer, quien no fue hallada en el mencionado operativo, por lo cual le dictaron la rebeldía, ya que en las semanas siguientes optó por no presentarse ante el Juzgado Federal Nº 4.

La banda mixta

La primera causa federal contra el clan liderado por Sixto Pérez, alias Chaque, se conoció con el operativo que se realizó el 25 abril de 2015: personal de la Federal detuvo al subjefe de la comisaría 20ª, Jorge Ocampo, quien estaba sospechado de brindar protección a una banda dedicada al narcomenudeo en la zona noroeste.

Aquel día el juez Bailaque también ordenó allanamientos a la comisaría 20ª y la subcomisaría 24ª de barrio Toba, junto con las viviendas de cinco policías de esas seccionales.

Entre esos domicilios estaba el jefe de la seccional 20ª, Roberto Quiroga. De las dependencias incautaron los celulares de los jefes y los libros de guardia. La pesquisa apuntaba a la búsqueda de material para determinar conexiones entre organizaciones criminales del noroeste y efectivos de la fuerza.

Un año más tarde Roberto Quiroga (quien al momento del procedimiento era jefe de Cuerpos de la regional de Villa Constitución), Víctor Villalba y Cristian Gelabert fueron presos –les volvieron a allanar sus casas– y terminaron indagados por Bailaque, junto con algunos civiles.

Los cuatro uniformados fueron procesados por comercio de estupefacientes agravado por la cantidad de intervinientes y por el hecho de haber sido cometido por funcionarios públicos. Esperan detenidos el juicio oral debido que el fiscal federal ya realizó la requisitoria.

La caída de Sixto

Sixto Pérez fue atrapado finalmente el 25 de octubre de 2017 en el Chaco por personal de Gendarmería. Lo buscaban por otra causa de tráfico de drogas, radicada en aquella provincia, y le saltó el pedido de captura emitido en 2015 por el magistrado de Rosario Marcelo Bailaque, a cargo del Juzgado Federal N° 4.

En Rosario, a Sixto lo procesaron por comercialización de estupefacientes agravado no sólo por el número de intervinientes sino también porque varios de ellos son funcionarios policiales. Vinculado como socio del por entonces ya asesinado hombre fuerte de barrio Larrea Carlos Alberto Paz, conocido como Negro Cali, quedó alojado en el penal de Marcos Paz.

Nueva causa

El nombre de Sixto Pérez volvió a sonar este año. El 29 de mayo pasado personal de la División de Drogas de la Federal en Rosario arremetió de nuevo contra la banda mixta asentada en Empalme Graneros con 16 allanamientos: 14 en la zona noroeste,  uno en la celda de Pérez en la localidad bonaerense de Marcos Paz y otro en una vivienda de Hermoso Campo, en la provincia del Chaco, de donde es originario.

Voceros del caso indicaron que tras los procedimientos incautaron 78 envoltorios de marihuana fraccionados para la venta junto con picadura y dos trozos compactos de la misma sustancia que llegaron a un peso total de un kilo. También hallaron una balanza, alrededor de 15 mil pesos en efectivo, una pistola calibre 9 milímetros, municiones, celulares y un vehículo.

Con respecto a los detenidos, las fuentes indicaron que fueron tres mujeres y dos hombres: uno de ellos resultó ser un policía de Santa Fe. Los investigadores explicaron que el sospechoso había sido empleado policial de la 20ª y que al momento del procedimiento prestaba funciones en la subcomisaría 22ª.

Días más tarde cinco de los seis sospechosos fueron procesados como integrantes de una red narco. Según el fallo de Bailaque, Pérez compraba protección a Juan Manuel Balvín, el policía que trabajaba en la subcomisaría 22ª para que sus familiares pudiesen vender estupefacientes. Entre ellos se contaba su pareja, María Trinidad Gómez, y otra hermana de Sixto, Rosana Pérez. También fue encausado Milton Pérez, sindicado como vendedor. Ahora se sumó a los acusados Gabriela.

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