Ciudad

Bronca y mucho dolor

Emotiva marcha y pedido de justicia en pleno centro rosarino por el asesinato de Jimi Altamirano

Amigos y familiares del músico asesinado frente a la Puerta 6 del estadio de Newell's, en el parque Independencia, plantaron este martes por la tarde una concentración en la plaza San Martín para recordarlo y pedir que se esclarezca el asesinato


Foto: Franco Trovato Fuoco

Amigos y familiares de Jimi Altamirano, el músico asesinado frente a la Puerta 6 del estadio de Newell’s, en el parque Independencia, plantaron en la tarde de este martes una emotiva marcha y concentración en la plaza San Martín para recordarlo y reclamar justicia, ya que los autores del crimen aún no fueron identificados.

La convocatoria apeló a toda la sociedad. “Exigimos justicia por Jimi Altamirano, asesinado por narcotraficantes y barrabravas. Cualquiera podría haber sido Jimi”, fue uno de los lemas de los autoconvocados.

Una causa que no avanza

 

Poco se sabe de los avances de la causa, si es que los hay, a más de una semana de que Altamirano fuera secuestrado cuando iba camino a su casa. Un rapto que –según los indicios– tuvo lugar en bulevar 27 de Febrero entre Ovidio Lagos y Francia.

Ese miércoles 1º de febrero, Jimi había terminado de ensayar en una sala de Oroño y Gálvez, y algunas cámaras lo captaron antes de que fuera secuestrado por los ocupantes de un Renault Sandero con pedido de captura por robo.

Frente a la Puerta 6 del Coloso Marcelo Bielsa, lo bajaron y lo acribillaron de tres tiros. Entre sus ropas dejaron un mensaje a presos ligados a la barrabrava de Newell’s.

La Fiscalía de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos está a cargo de la causa que, según los investigadores, es parte de una saga de atentados mafiosos, un ida y vuelta entre dos grupos criminales que comenzó en noviembre y fue escalando a niveles inusitados. El caso de Jimi, el hito más grave, es “un límite que no se había cruzado”, dijo el fiscal Matías Edery.

Pero también hubo balaceras a sindicatos, a la sede de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y el crimen de Brian Álvarez en barrio La Antena, suceso en el cual los homicidas dejaron un escrito mafioso. En este caso –aunque no fue el único–, el escrito tenía los nombres de dos narcotraficantes alojados en el penal federal de Rawson, al parecer enfrentados con las personas privadas de la libertad que gerencian la barrabrava de Newell’s, ligadas a Los Monos.

 

Todo es tristeza y dolor

 

Lo cierto es que este martes la manifestación fue muy emotiva. En el lugar hubo varios jóvenes músicos y malabaristas que conocían a Jimi. No faltaron las clavas, instrumentos musicales y las pancartas.  

Lilian, la madre del joven asesinado, pidió que “se haga justicia, que haya más seguridad”. “Mi hijo decía que en Rosario estaba todo podrido y tenía razón. La verdad es que estamos sin datos, en Fiscalía vieron una cámara y después ya no nos dijeron nada más. Nadie dice nada. Yo veía la gente a la que le mataban a un familiar en televisión y ahora nos tocó a nosotros. No sé cuánto tiempo tiene que pasar para que sepamos la verdad de tanta crueldad, matar a un chico así”, añadió.

Jimi era malabarista, tocaba el bajo en dos bandas de punk rock, escribía canciones, dibujaba, leía inglés y con un libro que trajo del único viaje largo que hizo, a Brasil, aprendió portugués.

La mamá agregó que había nacido en barrio Ludueña. “Se llamaba Lorenzo por el santo, su cumpleaños era el 5 de septiembre, me fijé en el almanaque y le puse así”, dijo la mujer. “Tengo otros hijos, Marisa y Fabián”, agrega Lilian como suerte de consuelo.

Y siguió: “Fue a la escuela del padre Edgardo Montaldo y después a una técnica donde se recibió de técnico electricista. Le gustaba lo manual. Un pariente mío era mecánico y a él todo eso le gustaba, era muy inteligente, pero no se daba mucho con la gente. Era muy tímido de chiquito, y de grande más o menos”.

En tanto, uno de los que tomó la posta en la manifestación fue Eduardo, un joven de nacionalidad colombiana, amigo de Jimi. “Esta es la única forma en la que el Estado nos escucha. Vamos a seguir hasta que se esclarezca los sucedido con nuestro compañero y amigo artista. De acá nadie se va a ir hasta que alguien se haga cargo. Jimi siempre estará presente”, señaló, megáfono en mano.

“Yo lo conocía a Jimi. Hemos ido a recitales juntos y compartido algunas cervezas. No era amigo, pero lo conocía. Y lo que le pasó le podría haber pasado a cualquiera. Es obsceno y asqueroso lo sucedido. Por eso pedimos justicia“, agregó Ariel, otro de los jóvenes que participó de la marcha, que tuvo su epicentro en Córdoba y Moreno.

Por su parte, Valentín, otro conocido de Jimi, dijo que da “mucha impotencia lo sucedido”. “La de Jimi es una pérdida que dejó un vacío en todos. Estamos haciéndole el aguante a la familia y entre nosotros. Esto no tiene palabras. Era una muy buena persona”, relató.

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