Elevan a juicio causa por corrupción al intendente macrista Natalio Lattanzi

La jueza penal de Rufino, Lorena Garini, elevó a juicio oral y público la denominada “causa de las piedras”, que involucra al intendente macrista de Rufino, Natalio Lattanzi, por negociaciones incompatibles con la función pública, fraude a la administración pública en grado de tentativa e incumplimiento de deberes. El mandatario del PRO, investigado por corrupción, intentó que la empresa de su esposa se quede con una licitación municipal para la compra y transporte de piedras.

Además, la jueza lo investiga tentativa de fraude a la administración pública, ya que el fiscal Mauricio Clavero interpretó una “planificación” en el intento de fraude al traspasar las acciones de la empresa a su esposa en octubre de 2015, previamente a tomar posesión del cargo de intendente para el que fue electo.

Se espera que la defensa del intendente y su esposa apele la elevación a juicio de la causa, para lo cual tiene cinco días hábiles de plazo. En caso de apelar, serpa la Cámara de Venado Tuerto quién confirme o revoque la decisión tomada por la jueza Garini.

Lattanzi, quien fue reelecto para el cargo en las elecciones de este año, ingresó a la política después de protagonizar los cortes de ruta en la región de Rufino en el “conflicto del campo”, tras la resolución 125 dictada por el gobierno de Cristina Kirchner que desató la furia de los productores agropecuarios.

No es la primera vez que el intendente de Rufino acapara los titulares. Lattanzi mantiene una relación conflictiva con los concejales de la ciudad, a quienes acusa de “poner palos en la rueda” a su gestión. Incluso los ediles debieron recurrir en septiembre a la Justicia para poder cobrar sus dietas, ya que el intendente no habilitaba los fondos para que pudieran cobrar.

Además, Lattanzi estuvo en el foco público por tomar una polémica decisión cuando era concejal por el PRO en 2014: por su cuenta, contrató un carretón para remover vehículos secuestrados del frente de una comisaría y en vez de trasladarlos al corralón público, los llevó a un galpón de propiedad privada.