Espectáculos

Balance 2019

El vuelo cósmico de un ángel dispuesto a recorrer el mundo

“El ángel de la valija”, espectáculo estrenado en Rosario en 2017 que tiene como protagonista al actor Severo Callaci, dirigido por Sergio Mercurio, con producción de Agustina Toia, ya fue visto por más de 6 mil espectadores en once países, tanto en castellano como en italiano y subtitulado


Lo inhóspito e inexplicable que suele tener como marca el teatro rosarino en relación con los factores de producción, siempre urdido tracción a sangre y por lo general agudizando el ingenio de sus creadores, algunas veces (pocas) se vuelve fenómeno y es aplaudido en el mundo. Surgido en principio y tímidamente a partir de la iniciativa de uno de los mejores actores que ha dado la ciudad en los últimos años, El ángel de la valija es un material teatral de Severo Callaci, que se conoció en Rosario en octubre de 2017, y que en ciernes se revela como un ejercicio poético de profunda belleza e intensidad que llevó años de trabajo previo de Callaci junto al creador Sergio Mercurio, más conocido como El Titiritero de Banfield, en quien recayó finalmente la dirección.

Pero ese fue apenas un comienzo para un material que no ha parado de rodar, crecer y recibir aplausos entre América y Europa, ahora con la compañía certera y atenta de la actriz Agustina Toia en la producción y asistencia técnica, quien supo potenciar el valor de una pieza teatral que se sustenta en un puñado de personajes que habitan los universos creativos de un actor de enorme intensidad e inagotable presencia escénica como es Callaci.

“Esos personajes surgen de personas que están muy invisibilizadas, gente a la que buscamos homenajear, y no lo hacemos desde el panfleto sino desde un costado natural y orgánico porque son esas cosas que vamos encontrando y nos van quedando de andar recorriendo caminos con el teatro”, sostuvo Callaci.

Fue así como poco después de aquél estreno inicial y de una primera temporada nació la Compañía Toia&Callaci, a partir de la unión de los caminos de estos dos directores, actores y creadores teatrales que terminaron casándose. Ambos son egresados de la Escuela Provincial de Teatro, y juntos potenciaron el valor de un material con destino de clásico en el que Callaci compone diez personajes a partir de uno que se vuelve el gran disparador.

A modo de balance, la obra ya fue vista en estos dos años por más de 6 mil espectadores en once países diferentes, tanto en castellano, como en italiano y en una versión subtitulada al inglés, al tiempo que el texto fue publicado en formato libro. Fueron más de sesenta funciones y la pieza fue seleccionada para integrar la programación de cuatro festivales internacionales, mientras que en agosto desembarcará en Nueva York, convirtiéndose en la primera propuesta teatral local en lograr ese objetivo.

Un cuidacoches

 

El protagonista de esta historia es Ezequiel Sanguinetti, un cuidacoches de un barrio de Rosario al que un día convocan para un trabajo: le ofrecen ser un ángel. Con la posibilidad que tiene Callaci de desdoblarse en escena, aparecen a lo largo de la obra una serie de personajes que son, tal como los definió el director Sergio Mercurio, “los desvalijados de la tierra, además de algunos del cielo que intentan que el mundo funcione un poco mejor”.

“Ezequiel no es cualquier personaje –sostuvo el director en diálogo con El Ciudadano–, independientemente de que es un pibe común, que perdió a sus padres, y se resiste a dejar su valija porque allí está todo lo que entiende que tiene que permanecer con él. Y al llegar al cielo, le dicen que no puede ingresar con la valija, que debe despojarse de todo; eso genera un debate que lleva a que podamos ver en escena a todos los demás personajes de su comunidad y qué cosas vinculan a Ezequiel con cada uno de ellos. Y a medida que el espectáculo avanza, la valija, como gran metáfora de esta obra, va adquiriendo más importancia. Incluso deja en algún momento de ser la valija de Ezequiel y pasa a ser una valija que tiene cosas para cada uno de los que están en la platea”.

Un recorrido inusitado

“Durante este año, El ángel de la valija fue seleccionada para participar del 5° Festival Internacional A Escena Abierta de Guanajuato en México, del International Festival Theaterweltende de Alemania, en el Internacional Festival Spots op West de Bélgica y en el Festival Internacional Nomadade de El Salvador”, contó entusiasmada Agustina Toia mirando el camino recorrido además de propiciar el racconto de todo lo que está por venir, que incluye más funciones (en el verano en Rosario y la zona) y el montaje y estreno de un nuevo trabajo, quizás durante 2020, en el que ella actúa y Callaci dirige, entre otras novedades (ver aparte).

“Durante este año, con la obra, que en 2018 traducimos al italiano y Severo se aprendió el texto completo en un idioma que no conocía, algo que implicó un desafío muy hermoso y muy grande, realizamos una gira por Italia y Suiza. Fueron 18 funciones en ciudades como Roma, Latina, Napoli, Perugia, Sicilia, Abruzzo, Parma, Veneto y también Locarno, ya en Suiza, en el Teatro Paravento, que es un teatro muy hermoso, entre otras ciudades europeas, siempre con muy buena respuesta del público y la prensa. En cada lugar nos esperaba gente de grupos de teatro, gente amiga, y fue una experiencia inolvidable. Y también gente que no conocíamos pero que igualmente nos acompañó en esta gran aventura. También dictamos seminarios internacionales en inglés para personas de todo el mundo en diferentes lugares de Alemania y Bélgica”, continuó Toia, quien respecto de los contactos y de su experiencia previa por los años vividos en Europa, recordó que previo al primer tramo del viaje, en Rosario, se levantaba a las cuatro de la mañana, por la diferencia horaria, para llamar por teléfono y poder armar la gira, contactando salas, grupos de teatro y municipios.

De regreso a casa

Después de esa primera gira europea, El ángel de la valija regresó a Rosario en abril. “Llenamos La Comedia que fue algo muy hermoso. También durante este año hicimos funciones en el Centro Cultural Fontanarrosa, en La Vigil, y cumplimos las cincuenta funciones en la Plataforma Lavardén con la sala llena como en cada lugar en el que nos presentamos”, dijo Toia respecto de gran parte del recorrido realizado durante este año.

Tras su estadía en la ciudad, la dupla regresó a Europa para concretar la segunda parte de la gira con funciones en español y subtítulos en inglés, y una serie de experiencias de seminarios, talleres y residencias, lo que le abrió al material un enorme panorama internacional y propició una serie de invitaciones a concretar en el futuro, para finalmente regresar a Latinoamérica.

“Desde Europa volamos directamente a México, donde realizamos una gira de cuarenta días por diferentes ciudades, trabajando de una manera diferente, junto a los productores Viridiana Mendoza y Abraham Alcalá, a quienes no conocíamos y con los que trabajamos a la distancia, primero desde Argentina y luego desde Alemania, potenciando lo bueno que tienen las redes sociales y el WhatsApp que permiten poder gestionar a la distancia este tipo de intercambios, buscando aprovechar la movida de los viajes y hacer la mayor cantidad de funciones posibles”, dijo Toia.

“Participamos allí del Festival Internacional A Escenabierta de Guanajuato, que fue el motivo inicial de la invitación y el viaje. Y finalmente logramos concretar doce funciones en el país: en Cuernavaca (Morelos), Xalapa (Veracruz), Morelia (Michoacán), Oaxaca de Juárez (Oaxaca), Ciudad de México, Naucalpán (Estado de México) y en FES Acatlán de la Unam en el Teatro Justo Barros Sierra, para toda la comunidad universitaria”, agregó la actriz. Y completó: “Realizamos además un trabajo de entrenamiento, residencia y creación junto al reconocido creador Jaime Chabaud y a su grupo Teatro Mulato en Ticumán (Morelos). Y en octubre empezamos a bajar y realizamos el segmento de nuestra gira centroamericana, contactando nosotros los teatros. Estuvimos en Ciudad de Guatemala, Quezaltenango, fuimos parte de los festejos de los 30 años del histórico grupo hondureño Teatro Bambú de Tegucipalpa, y en Nicaragua participamos en los festejos por los 40 años del Teatro Justo Rufino Garay de Managua, el único teatro que hay en el lugar, algo que fue muy emocionante. Allí mismo dictamos seminarios con gran convocatoria. En El Salvador participamos del Festival Internacional Nomada, con dos funciones en el hermoso Teatro Nacional de San Salvador y cerramos la gira en Costa Rica con una función a sala llena en el Teatro Auditorio Casa Nega”.

Finalmente, respecto del crecimiento inevitable que tuvo el material confrontando públicos tan diversos y en países tan distintos, Toia evaluó: “La respuesta del público siempre ha sido muy fuerte; nos escriben en las redes, nos esperan después de las funciones. Y claramente la obra ya no es la misma más allá de que mantiene su esencia intacta. El hecho de traducirla al italiano hizo que encuentre también un nuevo ritmo, pero no sólo eso, porque tenemos la sensación de que cada cosa que vivimos con El ángel de la valija va dejando su huella, nuevas cosas que hacen reír o emocionar, nuevas cosas que aparecen”.

Un Ulises de la calle

Adónde se guardan los fragmentos estallados de la memoria, cuál es el destino de los recuerdos de un derrotado que puja por erguirse, qué puede hacer un hombre frente al abismo y la muerte más que entregarse, y ya frente a eso, cuál es ese pequeño lugar de resistencia que le queda a los desclasados, cuál, en definitiva, es el destino de aquellos que parecen no tenerlo.

Estos, entre otros, son los temas por los que transita El ángel de la valija, donde Severo Callaci recrea (y fusiona) en escena diez personajes que, cada uno a su debido tiempo llega, parte o regresa para contar una historia entre el cielo y la tierra, el apego y la libertad.

Se trata de un puñado de personajes que en este tiempo encontraron su estado de madurez escénica, más allá de mantener intacta su matriz dentro de un teatro de impronta popular con gran llegada al público, en ciernes, lo que lo vuelve deliberadamente universal.

“Lo que más me representa de éste personaje es la inocencia de Ezequiel, esa capacidad que tiene de ir hacia las cosas, de ir libremente, de ir sin prejuicios, de ir al encuentro de lo desconocido y sin miedo”, expresó Callaci a El Ciudadano respecto de este pibe de la calle que parece tener réplicas por todo el mundo. Y agregó: “Yo creo que Ezequiel hace todo con mucha libertad, con esa libertad de poder sentir que si en un lugar se siente mal o no le cierran las cosas o no le gusta lo que pasa, se puede ir tranquilamente, y no importa hacia dónde vaya porque él puede tomar esa decisión y partir hacia donde sea, y eso es lo que más me representa”.

“En este tiempo, el personaje se modificó y se resignificó en el sentido de tomar vuelo, de poder corroborar esto del mensaje universal que tiene Ezequiel. En este recorrido y con tantas funciones y en países tan diferentes, tomó una dimensión que si bien nosotros éramos conscientes de estar trabajándola y citándola, la pudimos palpar, pudimos sentir que eso que intuíamos era de verdad, eso que sospechábamos o sentíamos también podía aparecer en otros personajes que estaban en todo el mundo”, analizó el actor. Y completó: “Todo eso lo pudimos corroborar a través de la respuesta de la gente, que una vez terminado el espectáculo se acercaba, venía a agarrarme las manos, a mirarme a los ojos y a decirme «muchas gracias», a preguntarnos cómo habíamos llegado a ese lugar, cómo habíamos hecho la traducción a otro idioma; tantas cosas. Incluso en Alemania, yo tirando los textos y detrás de mí los subtítulos en inglés, y delante de mí gente de distintos lugares del mundo que se reía, aplaudía o se emocionaba. Terminada esa función nos pidieron que salgamos a una explanada frente a la puerta del teatro para hablar con el público. Dimos una especie de charla, ellos se pasaban un micrófono y nos hacían preguntas”.

Finalmente, el actor habló de una especie de nueva dimensión por la que transita el material en la actualidad y de cara al futuro. “Todo esto que pasa con la obra tiene que ver con haber llegado a tocar una fibra que es universal. Todo esto que vivimos, más que modificar internamente la obra, que trato siempre de que sea un relojito buscando sostener una profundidad, hizo que el personaje tomara otra dimensión, que es mucho más profunda, y que se la da el viaje, la experiencia; eso permite que muchos otros imaginarios de personajes como éste puedan cargarse dentro del alma de Ezequiel. Entonces todo eso le da una profundidad cósmica, una carga cósmica, y eso es lo más importante porque el personaje creció y se expandió pero no hacia afuera sino hacia adentro y se hizo mucho más grande en su profundidad. Y a través de él se hizo más grande el espectáculo, y a través del espectáculo, nos hicimos más grandes nosotros como artistas y como personas”.

El libro. El texto de la obra teatral El ángel de la valija, editado en castellano, fue publicado en junio de este año por demanda de los propios espectadores, se puede adquirir en cada una de las funciones y ya prepara una segunda edición  

LO QUE VIENE

Como compañía, Toia y Callaci están preparando un nuevo espectáculo en el que ella va actuar y él va a dirigir, al tiempo que durante el primer mes del año que está por comenzar filmarán un documental en Córdoba que se llamará El señor de los árboles, en el Museo del Árbol. “Es de un tío de Severo que tiene un museo dedicado a los árboles; de cada lugar al que viaja se trae semillas y planta árboles en un predio de cuarenta hectáreas donde tiene un bosque con árboles de todo el mundo”, adelantó la actriz y directora. Pero el recorrido no para. Y en febrero dictarán un seminario intensivo en Rosario y durante marzo harán una gira con la obra por el departamento Belgrano. Para mayo, el dúo prepara una gira nacional con El ángel de la valija con funciones previstas en Córdoba, Santiago del Estero, Jujuy y Salta. Además, en junio montarán un espectáculo junto al Grupo de Teatro El Yunque y la Sala Hércules en Santiago del Estero, y en julio harán temporada en la ciudad de Santa Fe, todos los sábados, en la sala La Treinta Sesenta y Ocho. Finalmente para agosto, la dupla desembarcará en la ciudad de Nueva York con una serie de funciones.

 

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