Ciudad

El verano se va con récord en el consumo de agua

El uso promedio en Rosario fue de 550 litros diarios por persona, el doble de lo sugerido por la OMS.

El ministro de Aguas y Servicios Públicos de la provincia, Antonio Ciancio, ratificó ayer que en el verano 2009-2010 se alcanzó un nuevo récord en el consumo de agua en Rosario. El funcionario explicó que se llegó a utilizar un promedio diario de 550 litros por habitante, un número “dos o tres  veces mayor a lo que se debería”. “Un habitante en Capitán Bermúdez, donde desde hace 30 años tienen medidores, consume menos de 200 litros de agua por día. Acá evidentemente es mucho más”, comparó Ciancio para graficar el derroche en el que incurre el rosarino medio. El número local también es sensiblemente mayor a la media recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que está establecido en  250 litros.    

En el marco de la presentación de la primera Feria Internacional y el Sexto Congreso Regional del Ambiente (ver aparte) en la sede local de Gobernación, el ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente trazó ayer un breve balance de la temporada veraniega.

Y sin lugar a duda el dato más saliente fue la confirmación de que esta temporada se batió un nuevo récord de consumo de agua en la ciudad. Si bien Ciancio en un primer momento midió cada una de sus palabras e intentó aclarar que “el rosarino no es derrochón” (lo que a las claras fue una frase que sólo tuvo por intención no generar ninguna polémica), posteriormente expresó que mientras en la localidad de Capitán Bermúdez, donde el servicio se controla con medidores desde hace 30 años, se gastaron alrededor de 200 litros de agua por habitante por día, en Rosario ese número se elevó a 550.

“Estamos consumiendo dos o tres veces más de lo que debiéramos por habitante. Esto ha puesto muchas veces en crisis nuestra planta potabilizadora, la cual no tiene, como en otros lugares, capacidad de reserva de agua. Se produce lo que todos los días se consume”, explicó el funcionario.

 Marco regulatorio

El gobierno provincial planea para este año modificar el marco regulatorio que rige la prestación de los servicios sanitarios. Aguas Santafesinas Sociedad Anónima (Assa) es el principal de esos prestadores.

En torno a la composición de la futura tarifa, desde la administración Binner proyectan que de ahora en adelante la misma tenga como eje el consumo y el lugar de residencia del cliente. Sobre la primera cuestión, Ciancio repitió que el alto consumo de agua “se va a controlar cuando podamos hacer las inversiones que permitan tener los medidores”. Desde la misma empresa también evalúan que con el sólo hecho de dar ese paso en la estructura tarifaria el consumo disminuirá notablemente. 

En diálogo con este medio, el gerente de Relaciones Institucionales de Assa, Guillermo Lanfranco, también rescató el ejemplo de Capitán Bermúdez por que esos 200 litros diarios por habitante se acerca al “índice medio europeo”.   

“En realidad, la demanda no tiene techo. Cuando uno mejora el servicio en los barrios o cuando se instalan las cloacas el consumo sube. Lo mismo sucede donde el servicio se brinda sin inconvenientes. En estos casos suele haber mayor derroche. En cambio, cuando en algún lugar la presión de agua no es buena y el producto escasea o hay que cuidarlo, ahí se toma conciencia”, explicó el funcionario, quien luego remarcó que la micromedición es la mejor manera de ponerle límite al gasto.  

  En tanto, el uso de agua potable registrado este verano en Rosario y su área metropolitana también se ubicó al máximo de la capacidad disponible de Assa. Desde la empresa explicaron a este diario que uno de los mayores inconvenientes fue lo elevado de las temperaturas mínimas, en especial durante la noche, lo que imposibilitó que funcionaran regularmente las recargas de las reservas domiciliarias.

En el caso de Rosario, desde hace poco tiempo una de las líneas de trabajo que se trazó Assa fue avanzar junto con el municipio en la modificación de algunas regulaciones que están vigentes y que poco ayudan para racionalizar el consumo. Concretamente aluden a una norma sancionada en 1977 que plantea que las veredas deben lavarse todos los días hasta las 8 de la mañana. Actualmente, en otras ciudades de la provincia como Rafaela, Reconquista, Rufino y Casilda hay ordenanzas mucho más restrictivas. “Rosario podría seguir ese ejemplo y permitir por un lado sólo la utilización de baldes, ya que con la manguera que tira agua en forma constante (500 litros cada media hora) la mayoría se pierde sin ser aprovechada. Y también se puede ir a un sistema que permita lavar las veredas sólo algunos días y no todos”, dijo Lanfranco.

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