El problema, ahora, son los tiempos. Si bien todo el arco opositor reaccionó en forma unánime al exigir el tratamiento parlamentario de los DNU que habilitaron el uso de reservas para el pago de deuda y removieron a Martín Redrado del Banco Central (BCRA), las diferencias aparecen a la hora de fijar la estrategia política y los plazos para llevarla adelante. Mientras el PJ anti K, de la mano de Francisco De Narváez, quiere acorralar cuanto antes al kirchnerismo, el ACyS -con la voz cantante de Elisa Carrió- busca llegar a un acuerdo político que evite las votaciones con victorias pírricas o la rigidez de los fallos judiciales.
Las dos vertientes, aunque con amplitud de nombres detrás de cada una, las expresaron con mayor claridad este domingo De Narváez y Carrió. Mientras el primero adelantó que este lunes a las 18 los presidentes de bloque “se van a reunir para analizar si se llama a una sesión especial” y estimó que esa jornada legislativa podría tener lugar el 20 de enero, Lilita dijo que no habrá reuniones, que esto deberá analizarse “sin apuro” y que hay que “encontrar un mecanismo consensuado con el oficialismo” para “no llevar esto a un conflicto generalizado de poderes”.
El primero en poner el pie en el acelerador fue el vicepresidente Julio Cobos. De vacaciones en Chile, dejó rápidamente el país trasandino para emprender un regreso de urgencia. Ya con pie en Buenos Aires se reunió con sus asesores y decidió llamar a una reunión de jefes de bloque del Senado para buscar una “respuesta institucional” al conflicto entre la Casa Rosada y el Central.
Cleto quiere una sesión especial para que el plenario se exprese sobre ambos los dos decretos presidenciales que trabó –no sin recibir presiones y críticas oficialistas- la jueza María José Sarmiento. Pero para eso hace falta un paso en el caso de la expulsión de Redrado: que lo trate la bicameral de seguimiento de los DNU, la cual ya tuvo dictamen dividido sobre el Fondo del Bicentenario, dejando el asunto en un gris institucional que deberá ser definido en el recinto, pero que el gobierno aprovechó para instrumentarlo. Hasta que se topó con la negativa de Redrado.
En ese sentido, el senador radical Luis Naidenoff, uno de los ocho que la oposición designó en la bicameral, ratificó que el apartamiento de Redrado será tratado esta misma semana por ese grupo de legisladores. Presumiblemente, el miércoles. “Vamos a urgir el tratamiento en el marco de la comisión bicameral”, indicó.
Mientras tanto, si se realiza la reunión de Labor Parlamentaria convocada por Cobos para acordar una sesión especial, esta podría ser el 3 de febrero próximo. Aunque si los vaticinios de De Narváez se confirman y Diputados se reúne el 20 de enero, no hay que descartar que el cónclave de la Cámara Alta se adelante.
AUTOCONVOCADOS. El abogado constitucionalista Daniel Sabsay avaló que el Parlamento se autoconvoque para tratar la validez de los recientes decretos de necesidad y urgencia. Admitió que esa facultad forma parte de “un debate que tiene muchísimos años”, pero, tras citar a una serie de prestigiosos constitucionalistas que respaldan esa facultad del Congreso, estimó que “no hay dudas” de su legitimidad.
Quien no lo avala es el kirchnerismo. El jefe de la bancada oficialista en Diputados, Agustín Rossi, dijo que Cobos, quien impulsó la reunión de los presidentes de bloque, “hace rato que dejó de representar al Ejecutivo frente al Congreso de la Nación”.”Si dice ser lo que es, un funcionario respetuoso de las instituciones, debería renunciar”, sentenció el legislador.
En relación a la posibilidad de que la posibilidad de que el Congreso vuelva a reunirse en período de receso para debatir el Decreto de Necesidad y Urgencia que creó el Fondo del Bicentenario, Rossi fue enfático al afirmar que “el Congreso no puede autoconvocarse”.
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