El Hincha

Patronato 1 - Newell's 3

El triunfo fue rojinegro: la Lepra despachó a Patronato

Con 22 fechas por delante la definición del descenso aún aparece lejana. Y entonces, ¿por qué se celebró tanto en el vestuario?


No era la final del mundo, tenía razón Kudelka. Newell’s ganó, pero no aseguró su permanencia en primera. Con 22 fechas por delante la definición del descenso aún aparece lejana. Y entonces, ¿por qué se celebró tanto en el vestuario? ¿Por qué se gritaron los goles cómo si fuese el partido del año? La respuesta es simple: Newell’s ganó una final de otras miles que se vendrán, aunque se enoje Kudelka.

La tabla de promedios se mira más que nunca. Con ocho equipos debajo, el alivio sale espontáneamente. Se respira otro aire en el Parque Independencia… se respira.

El oxígeno lo trajo Kudelka, con su trabajo, con su cautela al declarar, con el acierto al traer los refuerzos. El DT es creíble, los jugadores compran y el equipo funciona.

El oxígeno también lo trajo Julián Fernández, lo tiene de sobra. Incansable, metedor como pocos, cuando los relatores radiales dudan sobre el jugador que recupera o despeja la pelota, decir que es Fernández seguramente disminuirá el riesgo de equivocarse. Está en todos lados.

Alguna vez, en otra vida, en otra Superliga, Newell’s sufría cada centro que caía en el área de Aguerre. Lema y Gentiletti se encargaron de eliminar ese problema. Y tuvieron ayuda, cuando se cansan de cabecear, aparecen Albertengo, Gabrielli, Salinas y Julián Fernández, sí otra vez Fernández.

En esa otra vida de Newell’s, la del sufrimiento, la Lepra no sabía cómo hacer un gol de pelota parada. Otros tiempos, hoy es un arma letal. Ayer le solucionó un momento bravo del partido, con un cabezazo perfecto de Albertengo.

El torneo es largo, desgastante, prometedor. No se puede vivir pendiente de los otros equipos, es demasiado. Que Boca, Argentinos, Racing y River hagan lo suyo. Newell’s debe preocuparse de sí mismo. Está a tres puntos de la cima y con un partido menos. Y por ahí Kudelka tenía razón, no era una final, porque había que mirar otra tabla.

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