El Hincha

Dolor y bronca

El triste adiós al Trinche: “Ciertos reyes no viajan en camello. Ellos andan al tranco del amor”

Nicolás de Bruno, ex futbolista y jugador de Central Córdoba, despidió a Carlovich con un emotivo texto que publicó en sus redes sociales. "No podía entender como una leyenda de ese tamaño caminaba tan así entre nosotros los más terrenales", lo recordó el ex enganche


Tenía 7 u 8 años y con Mercadito jugábamos la copa “Tomás Felipe Carlovich” que se disputaba al lado del Gabino Sosa y si llegabas a la final la jugabas adentro del Gabino. ¡Hermoso! Cuestión que fui a mi viejo y le dije “quien es ese Carlovich?” “Uff uno que jugaba mejor que Maradona”, me respondió.

Crecí viendo vídeos de la zurda mágica del Diego, pero cuando me contaron del tal Trinche, me puse a investigar y zas, ¡también zurdo! En ese momento me empecé a replantear mi pie hábil… pero ya era tarde y nunca pude ser zurdo (a los cuales envidio profundamente). De más grandecito jugué casi 3 años en Central Córdoba, el club más querido de la ciudad y casa del Trinche. Esa fue una de las primeras cosas que pensaba y me hacía preguntar: “¿Irá la leyenda a ver los partidos?” “¿Me verá jugar alguna vez?”.

En mis investigaciones supe que él usaba la 5 y que por mi posición estaba difícil usar ese número (también envidio a los que usan la 5 charrúa), pero si hacía las cosas más o menos bien podía llegar a usar la 10 y ahí me daba ánimo pensando “bueno, dos veces la del Trinche”. En esos casi 3 años creo que él fue a todos los partidos, pero yo nunca pero nunca me animé a dirigirle la palabra ni decirle nada. Me alejaba, no podía entender como una leyenda de ese tamaño caminaba así entre nosotros los más terrenales.

A mediados de 2019 nos pintó hacer una movida solidaria con el amigo Nahuel Guzmán, llenar Mercadito de amigos y gente con ganas de ayudar para paliar un poco el atropello macrista. Le propuse que el Trinche, que había vestido la Verde del glorioso de Ludueña luego de su retiro profesional, dé el puntapié inicial. “Gran idea, llámalo e invítalo” me dijeron y me pasaron el número. ¿ Llamar por teléfono a la leyenda? ¿Pero cómo? ¿Yo lo tengo que llamar? Y bueno si… tardé como tres días en tomar coraje y lo llamé, temblando. Cuando le dije “Patón Guzmán” no quiso escuchar más, “cuenten conmigo” me dijo y medio que cortó sin saber día, hora y lugar de la movida. Debe ser alguna habilidad de leyenda, algún súper poder, porque el tipo llegó en el día y a horario. Y al fin me saqué la foto, casi temblando.

¡Siempre en nuestro corazón futbolero, honesto y barrial, Trinche! “Ciertos reyes no viajan en camello. Ellos andan al tranco del amor”

 

 

 

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