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Coronavirus

El Trabajo Social se reinventa en los tiempos de pandemia para dar respuesta

Más de 20 profesionales nos sumamos a la atención, armado y logística del grupo de Facebook “Info Trabajo Social Pandemia”


En estos momentos de incertidumbre, donde la realidad golpea duro a los sectores más desfavorecidos, pero también a esos que estaban “un poquito mejor”, el rol del trabajo social encuentra formas para reinventarse e intervenir bregando siempre por los derechos de lxs ciudadanxs.

Las medidas de aislamiento preventivo impusieron el desafío de sostener la distancia física sin conviertirla en una distancia social. Los gobiernos dispusieron también nuestro aislamiento, y cada Trabajador/a Social (al igual que otrxs tantxs trabajadorxs) comenzó a diseñar nuevas formas de vincularse desde su casa buscando estar co-presentes para atender algunas demandas urgentes y otras situaciones que no fueron jerarquizadas como prioritarias.

Frente a ello la pregunta inevitable: ¿quién y cómo se evaluaron las prioridades? y aquí una posible respuesta: la epidemiología estableció el ranking y la hegemonía médica nuevamente pretendió ordenar la sociedad. Pese a ello, para nosotrxs, lxs Trabajadorxs Sociales, la vulnerabilidad y la prioridad la marcan lxs otrxs, sus condiciones de vida, su cotidiano tan lleno de ausencias materiales como de proyectos y de deseos. Allí radicó nuestra profunda preocupación por la modalidad en la implementación de las políticas sociales y si bien celebramos la transferencia de ingresos a determinados sectores, señalamos la necesidad imperiosa de acompañar esos procesos para que fuera posible materializar derechos.

Se hizo necesario entonces, asumir que podíamos estar de manera física en los territorios barriales, y que también el territorio hogar fuera otra manera de intervenir, desde casa, y habilitando un sin número de preguntas: de qué manera estamos, cómo ponemos el cuerpo y con qué garantías, dónde están nuestros derechos como trabajadorxs, y hasta dónde llegan nuestras obligaciones. Y también durantes los días de lluvia nos hicimos preguntas sobre cómo estaría “la casa de…” esa(s) que siempre se inundó(aron) y que hoy no iba a ser la excepción por más que el virus estuviese circulando.

Lxs Trabajadorxs Sociales en el contexto de pandemia, nos hemos enfrentado a la exposición máxima en el cara a cara en las trincheras, y otrxs en cambio -como gran paradoja al imaginario social de nuestra profesión- a la soledad. Acompañadxs pero en soledad. Nos acompañan los interrogantes, lxs colegas y compañerxs de trabajo, que también están atravesadxs por situaciones urgentes y a las cuales no les pudimos poner un rostro, una mirada, una sonrisa o una lágrima. Nos acompañan  las telecomunicaciones, videoconferencias, muchas llamadas, mensajes y más mensajes, ¡audios!, correos electrónicos. La pandemia evidenció las desigualdades. Nadie estaba preparadx  para trabajar en la soledad y algunxs ni siquiera tuvieron esta opción.  

En este reinventarnos como profesionales, se puso en juego lo creativo pero también la exposición al desgaste y que la tarea diaria no nos llevara puestxs. El desafío de mantener una coherencia y una ética a la hora de pensar cada estrategia que nos damos, de pensar las intervenciones, con quién y cómo. Sin embargo esto no es nuevo, transitamos muchas veces en la soledad de las instituciones y encontramos compañía en el camino, en lo presencial físico y en lo presencial virtual, que hoy está siendo el soporte más fuerte que tenemos.

Por eso tampoco queremos idealizar aquellas formas presenciales-institucionales, ya que desde que ingresas a las instituciones, sobre todo del Estado, sabes que lo artesanal y lo atado con alambre es lo que prima, y aunque procuremos no naturalizar ciertas prácticas porque hay situaciones “que no pueden esperar”, hoy esas realidades “atadas con alambre” se ven agudizadas por la pandemia.

Lxs pobres, lxs trabajadorxs informales, lxs desempleadxs, el falso emprededorismo que propone y culpabiliza al que no triunfa, pasaron al centro de la escena con el “quedate en casa”. Las dificultades para poner un plato de comida en la mesa, ocuparon por unos días el espacio de los medios de comunicación. Las raciones alimentarias llegaron de manera insuficiente a quienes las requerían y lxs trabajadorxs que estaban físicamente en las instituciones no dispusieron de una red para poder dar respuestas a demandas tan básicas como es la alimentación y a las que se sumaron muchas más.

Entre todo eso, fluían las preguntas y la impotencia entre lxs Trabajadorxs Sociales. Y así empezamos a hacer propuestas, partiendo de nuestros diagnósticos de situación, tan personales y tan sentidos, construidos a base de historia y del conocimiento que tenemos sobre los territorios.

Escuchando nuestras propias demandas, señalando vulnerabilidades propias, las de lxs otrxs con lxs que trabajamos, así como las del colectivo profesional construimos propuestas en diálogo con nuestro Colegio Profesional pensando acerca de cómo podían ser canalizadas y acompañadas.

¿Cómo coordinar acciones e información para que la población pueda acceder al Ingreso Familiar de Emergencia? ¿Cómo tejer redes con nuestras colegas que estaban recibiendo esa demanda? ¿Como hacer soporte frente a tantas preguntas que circulaban: que una persona se equivocó de día de cobro porque interpretó el número de cuil como último número de DNI….que la señora estaba separada de hecho pero el señor tenía trabajo en blanco, y en ese caso, ¿podría inscribirse ella? ¿cuál es el comedor que está abierto en la zona tal…? ¿como se van a inscribir al IFE quienes no tienen DNI ni nunca tuvieron?

Quizá la respuesta sea que los excluidos sean siempre los mismos, pero como somos gente obstinada decidimos redoblar la apuesta y concentrar esfuerzos para -al menos- acompañar a nuestrxs colegas  en la atención.

Fue así que más de 20 profesionales nos sumamos a la atención, armado y logística del grupo de Facebook “Info Trabajo Social Pandemia”.

Este grupo funciona desde el 30 de marzo como “recursero”, no sólo para el colectivo profesional, sino que además es un insumo para profesionales de otras disciplinas, y para el público en general.

Nos interpela el trabajo diario, la redefinición de técnicas tradicionales de abordaje, el cara a cara, la comunidad, el barrio, un comedor, una visita y, sin intentar normalizar este tiempo atípico, respondemos preguntas  referidas a información no especificada por ANSES, lugares donde concurrir por asistencia alimentaria, normativa y permisos para circular o espacios de formación profesional.

Creemos que lxs usuarixs con quienes nos encontramos virtualmente, también nos deben poner un rostro o sentirse distante a las políticas sociales de las que son beneficiarxs, incrementando las dudas, los interrogantes sin poder referenciar su pregunta con un otrx trabajador que canalice dichas políticas en ámbitos público-estatales a los que estamos habituadxs.

En un primer momento sostuvimos la guardia de atención durante los 7 días de la semana, con una amplitud horaria de 8 a 20 hs. Desde esta semana la atención es de lunes a viernes de 9 a 18, ya que se ha sumado otra herramienta propuesta por el Colegio de Trabajo Social, para acortar las distancias y proveer información confiable y oficial como es la APP del Colegio.

Esta experiencia nos atraviesa, y mientras nos vamos incorporando de manera paulatina a lo presencial-institucional, vamos pensando en cómo trabajaremos “manteniendo distancia”, tratando de encontrar la otra mirada, cuándo sentiremos ese abrazo y estrecharemos las manos con otres, cómo se redefinen los marcos institucionales-normativos y nuestros derechos.

Pese a tantas dudas, algunas cuestiones nos han quedado claras: este escenario nos impuso explotar la creatividad rápidamente y redefinir nuestro lugar siempre en contexto, con otrxs, explorando de qué manera realizar la tarea profesional y alojar colectivamente lo que nos atraviesa en el trabajo, esas impotencias, esas angustias que son depositadas en los hogares sabiendo que hoy también son territorio laboral en lo virtual.

La segunda, que en ese trabajo con otros, las herramientas virtuales como el face y la app y contar con el Colegio Profesional como espacio colectivo hizo imposible el aislamiento social, favoreciendo que el trabajo día a día sea menos cuesta arriba.

Finalmente, afirmar que lo social requiere respuestas complejas acorde a sus múltiples determinaciones, respuestas flexibles y dinámicas que puedan organizar sin estandarizar rígidamente y que deben ser al molde de lxs sujetxs y su historia. Para ello, lxs profesionales de lo social debemos continuar siendo propositivxs, escuchadxs y convocadxs.

Por ello asumimos el compromiso y la responsabilidad que estos momentos requieren, para que trabajar para y con otrxs, sea dentro de lógicas de ampliar y restituir Derechos.

 

Equipo de “Info Pandemia en Trabajo Social” del 

Colegio de Profesionales de Trabajo Social 2da.Circ. Santa Fe

 

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