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El sol del desierto de Atacama atrae cada vez más proyectos de energía

Firmaron acuerdo en Chile para construir la planta solar más grande de América latina.

La empresa chilena CAP y la estadounidense SunEdison firmaron esta semana un acuerdo para construir una planta de energía solar de 100 megavatios en el desierto de  Atacama, Chile, que califican como el mayor proyecto de este tipo en América latina y uno de los más grandes del mundo, informó la compañía trasandina. Así, Chile sigue a la vanguardia de emprendimientos de este tipo de energía cada vez más importantes de cara al futuro.

La planta, que inyectará su energía al Sistema Interconectado Central (SIC), que abastece a la mayor parte del país, satisfará el 15 por ciento de la demanda del grupo siderúrgico CAP, dedicado a la producción de hierro y de acero.

Se estima que la primera etapa de este parque solar se inaugurará a finales de 2013 y que, en su primer año de funcionamiento, generará 270 gigavatios hora de energía limpia anual.

Esto evitará la emisión de 135.000 toneladas de dióxido de carbono anuales, equivalentes a retirar 30.000 automóviles de circulación.

La planta aprovechará la elevada radiación solar que existe en el desierto de Atacama, el más árido del mundo.

A principios de enero pasado ya se inauguró en la norteña región de Coquimbo la planta solar Tambo Real, de la empresa Kaltemp, que se convirtió en la primera generadora de su tipo en inyectar energía al SIC y la tercera en entrar en operación en Chile.

Antes lo hicieron Calama 3, de la empresa Solarpack, de la cuprífera estatal Codelco, y La Huayca, de la firma Seltec, que aportan energía al Sistema Interconectado del Norte Grande (Sing).

Según dijo entonces el ministro de Minería, Jorge Bunster, la cartera de proyectos solares suma actualmente 3.107 MW con su calificación ambiental aprobada y otros 908 MW en tramitación ambiental.

Las plantas solares permiten reducir la dependencia de las centrales térmicas, altamente  contaminantes, que actualmente son el sustento energético de las empresas mineras que abundan en esa extensa zona del norte de Chile.

Trasandinos a la vanguardia

El desierto de Atacama es el punto más seco del planeta. Su aridez puede ser tan extrema, que existen registros meteorológicos de hasta cuatro años sin lluvias, en el triángulo formado por las ciudades de Antofagasta, Calama y Copiapó.

“Es una zona con altos niveles de radiación”, declaró al diario La Tercera de Chile Chris Sunsong, analista de Solarbuzz, empresa de investigación de mercado de energía solar. Precisamente, un informe de Solarbuzz publicado a principios de enero pasado, situó a Chile como líder en Latinoamérica en el uso de energía solar.

Según el informe, el 51 por ciento de la energía fotovoltaica de Latinoamérica de aquí al 2017 será producida por Chile, por encima de naciones como Brasil (37%) y México y Perú (2%, respectivamente).

“Este 51 por ciento incluye no sólo los proyectos ya operativos, sino también las solicitudes que el Estado ha recibido para los próximos años”, explicó Sunsong.

El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) ha recibido 74 solicitudes para estudios de impacto ambiental para instalar granjas solares en el norte.

“Si bien la capacidad total solar fotovoltaica en Chile es aún muy baja, hay una enorme cantidad de interés de inversores extranjeros para desarrollar nuevos proyectos”, dijo Sunsong.

De hecho, uno de estos proyectos se convirtió, en octubre pasado, en el primero en aportar energía al sistema interconectado.

Se trata de la planta de La Huayca, 80 kilómetros al sur de Iquique, una alianza entre la alemana Saferay y la chilena Seltec, que a plena capacidad a fin de año suministrará 30 megavatios, suficientes para satisfacer la mitad de la demanda energética de una ciudad como Iquique.

Enel Green Power, subsidiaria de la italiana Enel, la empresa ya solicitó licencias ambientales al Sea para tres proyectos fotovoltaicos, por un total de casi 400 megavatios. Se trata de los proyectos Sol de Lila (122 MW), Valle del Sol (143 MW) y Lalackama (129 MW), todos emplazados en la Región de Antofagasta y con una inversión de 865 millones de dólares. Es, según Enel Green Power, la iniciativa fotovoltaica más grande presentada hasta en el país.

El proyecto compite en envergadura con el anunciando en marzo por la española Ibereólica, que pretende construir una planta de 360 megavatios en la comuna de María Elena.

Sunsong explicó que el explosivo crecimiento en la producción de esta energía se debe a que está abandonando el nicho en el que históricamente se ha desenvuelto: producción rural fuera de la red y aplicaciones muy específicas.

En cuanto a las limitaciones de esta energía, dice que a corto plazo será la dura competencia con otras fuentes de energía renovable. “La mayor parte de la generación de energía renovable en Chile proviene de la biomasa y pequeñas centrales hidroeléctricas de más baratas que la solar. Antes que esta energía pueda realmente despegar, tendrá que tener un precio más competitivo frente a otras fuentes”.

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