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Este viernes a las 18.30

El Sindicato de Prensa Rosario invita a la charla “La Revolución de las Mujeres”

Se trata de la experiencia de una reportera gráfica en Kurdistán a cargo de Virginia Benedetto. La actividad destinada a fotógrafos, trabajadores de prensa y estudiantes se llevará a cabo en el Centro de Formación Pichincha, en Santiago 146 bis


El Sindicato de Prensa Rosario invita a la charla “La Revolución de las Mujeres (Şoreşa Jinê); la experiencia de una reportera gráfica en Kurdistán”, a cargo de Virginia Benedetto.

La actividad destinada a fotógrafos, trabajadores de prensa y estudiantes se llevará a cabo el viernes 30 de agosto, a las 18.30, en el Centro de Formación Pichincha, Santiago 146 bis, con entrada libre y gratuita.

La Revolución de las Mujeres (Şoreşa Jinê)

Por Virginia Benedetto*

Lo que me movilizó viajar a Kurdistán fue el interés por conocer un proceso revolucionario que se lleva adelante por aquellas zonas de montañas, en el que las mujeres son las principales protagonistas. Kurdistán es una región autónoma de más de 40 millones de habitantes que tuvo una primera división entre el Imperio Otomano y Persa y una segunda que, con la intención de formar el Estado moderno turco, divide a Kurdistán en cuatro partes: Turquía, Siria, Irak e Irán. Este pueblo ha padecido la injusticia y la persecución por parte de estos Estados, principalmente del Estado turco, que tiene una política de opresión continua, masacrando al pueblo kurdo, negando su identidad, su derecho a la autodeterminación, su idioma, sus canciones, toda su cultura. Actualmente, además de luchar contra el autodenominado Estado islámico (ISIS), las fuerzas de autodefensas kurdas han logrado liberar pueblos y ciudades sometidos por el ISIS y siguen luchando para tratar de liberar los lugares que aún faltan.

Tardé entre dos y tres años en poder realizar este proyecto ya que dos veces el viaje fue suspendido por la profundización de los bombardeos en la región. Finalmente lo concreté en los meses de octubre y noviembre de 2018. Pienso lo profundo que ha calado en mí ese deseo, para renunciar a otros, para sostener a lo largo del tiempo esta necesidad de poder llegar a aquella tierra de revolución donde me esperaron con los brazos abiertos, donde me cobijaron como una más, donde comprendí en mayor profundidad la necesitad de la organización para transformar nuestras vidas. El valor de la naturaleza, del agua, encontrar en los abrazos un modo de expresión capaz de romper cualquier barrera idiomática o cultural. Si hay algo que puedo sacar como conclusión de este viaje es que nada, absolutamente nada, puede contra la voluntad de un pueblo que está decidido a resistir, que está decidido a no dejarse avasallar, que no tiene miedo. Incluso cuando ha perdido muchísimo por la guerra, cuando el dolor cala tan hondo, cuando se ha perdido más de lo que cualquier ser humano es capaz de dimensionar, aún con todo esto, está decidido a sublevarse, a defender su cultura, su idioma, sus canciones.

Abordé este trabajo desde la perspectiva de pensar la fotografía como un acto de resistencia a los discursos dominantes y con el interés de generar interrogantes en torno a la realidad actual del territorio.

Me resulta un poco difícil hablar de mí en este viaje, quizás porque sé que mi nombre no es lo importante, porque lo que me moviliza no está puesto allí, sino en contar una historia de este pueblo revolucionario, que intenta ser negada, prohibida, ocultada.
Creo también que mi lugar como trabajadora de prensa es poder tener una mirada crítica de este mundo que habitamos, de intentar poner voz a lo que se intenta silenciar, de comprender que la solidaridad atraviesa cualquier frontera y la debilita profundamente.
Durante los días transcurridos en este viaje que duró un mes, viví muchas experiencias y conocí personas que vivirán en mí para siempre. Me atravesó la historia de ese pueblo y me trajo muchas veces también a la historia del nuestro. Saqué las fotos que pude y hubo muchas otras que no fueron posibles, me cuestioné sobre mis contradicciones, supe que el miedo se supera cuando se comparte la necesidad de no dejarlo entrar en nuestra cabeza.

Kurdistán me regaló una de les experiencias más vitales de mi vida, me dejó amores sembrados, dolores guardados y la certeza de que no hay poder más fuerte que la voluntad de un pueblo a resistir.

 

*Virginia Benedetto nació en Rosario en 1980. Es docente de documentalismo en la carrera de Fotografía en el ISET 18 y se desempeña como reportera gráfica en el Diario La Capital de Rosario desde el año 2014. Considera que la fotografía puede aportar a la construcción de una mirada crítica de la sociedad en que vivimos y que puede ser un acto de resistencia a los discursos dominantes.Realizó trabajos documentales como “Hombre sin muerte”, en las localidades de La Higuera y Vallegrande en Bolivia, lugares donde el Che Guevara pasó sus últimos momentos, el cual fue expuesto en el Centro de Estudios Latinoamericanos Ernesto Che Guevara. También, realizó “La papa chica”, sobre la vida de los trabajadores de los hornos de ladrillos y de cómo el conocimiento del oficio les permite sobrevivir a la dura realidad en la que viven, que fue expuesto en El Centro de Estudios Latinoamericanos Ernesto Che Guevara. Otro de sus trabajos documentales fue “Newentun”, sobre la lucha del Pueblo Mapuche por la recuperación de su territorio ancestral arrebatado por el empresario Benetton, contra la expoliación de los recursos naturales y por el reconocimiento de su identidad cultural.

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