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El sello Shagrada Medra se lanza en plataformas digitales con un ciclo de escuchas colectivas

Los miércoles a las 22 en el canal de YouTube del proyecto se podrá compartir con sus hacedores la escucha de un disco que forma parte de un catálogo que se viene gestando hace 30 años y que este mes desembarcó en los "espacios virtuales de fronteras abiertas", como definió Carlos Aguirre


La Hora Azul es para el pueblo Mapuche el momento previo al amanecer; ese tiempo en el que suceden los sueños reveladores. “Ellos tienen por costumbre hacer silencio. La concentración está enfocada en recibir ese sueño revelador”, contó el talentoso músico entrerriano Carlos Negro Aguirre. Y adelantó: “Los sueños reveladores, en este caso, serán cada uno de los discos del sello”.

Es que este miércoles, a las 22, tendrá lugar a través de la plataforma YouTube la primera edición de “La hora azul”, como denominaron a la escucha colectiva de cada uno de los discos que integran el catálogo de Shagrada Medra, un sello discográfico que funciona en Paraná desde hace 30 años pero que este mes está transitando su desembarco en las plataformas digitales. “Nos pareció importante abrirnos a esos espacios virtuales que son fronteras abiertas”, apuntó el destacado músico.

Más allá de que el sello continuará con las ediciones físicas, la idea de subir los materiales a plataformas como Spotify y YouTube, y tener una página web activa (shagradamedra.com.ar) con la información de cada artista, tiene que ver con una merma en el consumo del CD como objeto. “No sólo en nuestro país, sino en todo el mundo, hay mercados como el de Japón en el que no sólo el CD sino el vinilo sigue funcionando, pero no conozco otro caso”, contó el músico mientras su mente viajaba en el tiempo hacía aquellos rituales de escucha colectiva. “Te preparabas un té y te sentabas con la familia a escuchar un disco nuevo. Antes era más fuerte eso porque no era tan fácil conseguir un vinilo, por ejemplo; entonces un amigo lo conseguía e iban todos a su casa a escucharlo”, recordó Aguirre. Y reconoció un fuerte cambio en las modalidades de consumo: “Nosotros no podemos desconocer eso. Lo que a veces te desanima en lo virtual es el hecho de desconocer totalmente a la otra persona. No hay un feedback. Entonces se nos ocurrió hacer lanzamientos de los discos a través de escuchas colectivas en YouTube. Se pauta una hora y en ese momento se pone play, arranca el disco y se abre un chat. La gente que está en ese momento puede interactuar con quienes participaron en el disco”, adelantó.

“Creo que ahora empecé a tomar real dimensión de esto que se está gestando”, reconoció a su tiempo la destacada cantante rosarina Ethel Koffman, cuyos materiales forman parte del catálogo de Shagrada Medra. “En esta etapa en la que uno está un poco para adentro, repensándose en todos los niveles, buscando cobrar nuevas dimensiones, esto apareció como algo para mí muy convocante. Sentí como una necesidad de integrarme a un proceso que es sumamente colectivo, con un objetivo común muy claro”, agregó. Y reconoció: “Cuando el trayecto artístico que uno va transitando, muchas veces en soledad, se hace más amplio, más colaborativo, aparecen los legados, eso que uno va dejando en un tiempo y un espacio. Cuando empecé a pensar en lo colectivo sentí la necesidad y la alegría de compartirlo y aportar a que esto crezca. Es un testimonio del tiempo que nos tocó vivir como comunidad artística”, apuntó Kofman y destacó a Aguirre como un gestor de lo colectivo.

“Siempre pensó el arte como algo más grande que su propio acervo; desde el sello y ahora desde esta convocatoria. Es una manera de no sentirnos tan solos en un momento tan excepcional como este. Porque la salida en este momento no es individual. En todos los planos se viene una etapa de mucha fuerza colectiva y esta es la manera que tenemos de integrar lo nuevo con lo viejo, que nuestra música trascienda a otra latitudes y a otras generaciones”, dijo orgullosa acerca del proyecto.

Un catalogo de tres décadas

Shagrada Medra lleva tres décadas de trabajo en las que ha editado discos de artistas como Martín Neri, Gustavo Bruno, Macchi Trío y Lilia Salsano, entre otros y otras, a partir de una curaduría que realiza el mismo Aguirre junto a Luis Barbiero. “En ese trabajo la atención está puesta en el grado de detenimiento que ha tenido la gestación de cada registro fonográfico. El común denominador es el trabajo que hay detrás de la música”, puntualizó.

Y más allá del paso del tiempo, han logrado mantener una línea editorial. “Eso le dio al sello una cohesión. Hay mucho trabajo, incluso en las gráficas, pensando el disco como una obra conceptual. La curaduría que hacemos implica un acompañamiento, sembrar una indagación y que el disco sea fruto de eso. Antes de cada disco hay un pensamiento que es interpelado por los sonidos y va mutando. Nos gusta invitar a cada persona que va a integrar el catálogo a abrirse a esa modalidad de pensar el disco como un proceso en el que nadie sale ileso, sino transformado, replanteando su propia estética”, contó el también pianista y arreglador.

Ese trabajo colectivo se reedita en el presente con un salto a lo digital. “Ahora sucede esa misma impronta colectiva pero con todas las personas que integran el catálogo. Surgen un montón de ideas para la distribuidora misma. El proyecto de la distribuidora es como el disco de todos”, reconoció.

Arte en tiempo de pandemia

Para Aguirre, el arte es un registro colectivo de un momento. “Es una crónica complementaria a la periodística; cuenta desde otro lado lo que se está viviendo en este lugar del mundo”, conceptualizó. Y agregó que para él, la actualidad es “un abanico complejo de situaciones”.

“Hay gente que la está pasando realmente muy mal, no me puedo olvidar de eso. En lo personal fue un espacio para profundizar los deseos de conexión con la naturaleza, algo que venía creciendo muy fuerte en mí pero el espacio que generó la cuarentena me permitió repensar mi propia vida de aquí en más y ver qué lugar ocupa la música dentro de eso. Me permitió mirarme más integralmente como alguien que habita el planeta de este momento y que puede pensarse haciendo otras cosas como la procura del propio alimento, por ejemplo. Lo que se viene es juntarse a repensarse entre todos, a gestar comunidad de insumos, de gestión de alimentos, eso de lo que tanto se habla que es la soberanía alimentaria”, opinó.

Pero el arte en si mismo no le preocupa. “Siento que las personas que vivimos en el arte venimos súper curtidos, hemos pasado momentos duros desde hace muchos años. Esta es muy brava pero ha habido otras. Tenemos recientemente la experiencia del Gobierno Nacional anterior que desarticuló prácticamente todos los proyectos culturales que estaban andando. Por eso, en algún lugar, no me preocupa porque sé de la capacidad de resiliencia que tiene la comunidad artística, haciendo gala de uno de sus motores más fuertes que es la creatividad, que trae la aparición de otros caminos posibles. Sobre todo en una creatividad colectiva”, analizó el creador de discos como La música del agua y Caminos.

Grilla de escuchas colectivas

Las escuchas colectivas que se realizarán en el canal de YouTube del sello comenzarán este miércoles, a partir de las 22, con el disco Crema de Carlos Aguirre, y continuarán todos los miércoles en el mismo horario y canal con Flores de la noche de Salomone-Bekes, Piano pampa de Sebastián Benassi, Vals de papel de Luis Barbiero, Matriz del agua de Martín Neri, el disco homónimo del Santa Fe Jazz Ensamble, Cuna de Gustavo Bruno y Ánima de Ethel Koffman, entre muchos otros.

“Es un abrirse a la escucha, la opinión y las preguntas de la gente, eso es muy novedoso. Va a ser un preguntarse, repreguntarse, contar anécdotas. Este catálogo tiene discos de distintas épocas, latitudes y experiencias. Es como acercarse a la casa de cada uno en esa escucha”, destacó Koffman.

Y finalizó: “Esto que parece chiquito, un punto en el planeta, adquiere otra dimensión desde lo colectivo. Cuando grabás un disco pensás en ese momento, en qué decís, en cómo lo cantas. Pero te encontrás con alguien que te dice que esa canción se la pone a su hijo para dormir y entonces pensás en todas las derivas, que son pequeñas, pero a la vez muy grandes, como lo que yo creo que va a ocurrir con esto”.

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