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El río continúa subiendo y acaricia el nivel de alerta

Con una marca de 4,97 metros, se espera que en los próximos días se eleve 10 o 15 centímetros más

El sector de El Mangrullo es el más expuesto y se toman precauciones. (Foto: Marcelo Manera)
El sector de El Mangrullo es el más expuesto y se toman precauciones. (Foto: Marcelo Manera)

El río Paraná continúa con su ritmo de crecida y ayer registraba una marca de 4,97 metros frente al puerto de Rosario, sólo tres centímetros por debajo del nivel de alerta, que está estipulado a partir de los cinco metros. “Según datos que nos van llegando, de acá a diez días el agua subirá unos diez o quince centímetros más, lo que nos aproxima a la medida de evacuación que es de 5,30 metros”, contó a este diario el coordinador general de la Junta Municipal de Defensa Civil, Raúl Rainone. Frente a este panorama, en la zona de El Mangrullo se han colocado bolsas de arena de manera preventiva y bombas extractoras de agua para deprimir las napas que han visto incrementado su caudal en los últimos días de manera preocupante.

Rainone explicó que uno de los factores que más está influyendo en la suba del río es la cantidad de lluvias que se están registrando en la cuenca noroeste del Paraná, lo que eleva diaria y sistemáticamente el nivel del agua. “Además, según nos informaron, a principios de diciembre el río Bermejo y otros afluentes no estaban derivando nada de agua al Paraná y ahora están haciéndolo en todo lo que es la zona del Chaco. Es difícil hacer un diagnóstico a largo plazo, pero todo indica que las perspectivas no son buenas”, relató.

A la hora de hablar de nivel de evacuación –esto es los 5,30 metros–, el coordinador general de la Junta Municipal de Defensa Civil explicó que ésa es una “medida histórica”. “Esa marca fue tomada cuando la ciudad tenía algunos asentamientos sobre el río que ya fueron levantados y que en una oportunidad se inundaron y tuvieron que ser evacuados. Ahora seguimos manteniendo esa marca pero con una realidad distinta. Igual, tenemos que ser precavidos y previsores para evitar cualquier situación de riesgo”, añadió.

Con respecto a los trabajos en El Mangrullo, el funcionario explicó que hay “dos cuestiones a tener en cuenta”. “Si uno va por el Paraná y dobla hacia la derecha, en la zona de Saladillo, se ve un brazo seco que, cuando sube el río, se llena de agua. Ésa es la zona de El Mangrullo. Ahora, a raíz de la crecida se hizo un trabajo en conjunto con los habitantes del lugar colocando bolsas de arena para frenar cualquier subida. Otro de los trabajos que hicimos fue colocar bombas para deprimir las napas, ya que con la creciente éstas han subido mucho de nivel y en estos casos los anegamientos pueden venir por ese lado”, informó.

“En cuanto a la gente, ya ha recibido visitas de trabajadores sociales para estar al tanto de las necesidades de la población de esa zona. Así vamos monitoreando la situación para estar preparados ante cualquier contingencia. Ésta es una tarea que se hace día a día ya que el tema de la crecida muchas veces es difícil de prever”, continuó.

Por su parte, desde Prefectura Naval Rosario destacaron que “la tendencia es que el río siga creciendo”. Según los datos que manejan en ese organismo el Paraná está creciendo a un ritmo promedio de entre “uno y dos centímetros diarios”, razón por la cual se ha establecido un plan de alerta basado en un censo poblacional principalmente en base a visitas a determinados sectores de las islas y la costa rosarina.

“En caso de llegar a afectar a la población se coordina con los habitantes de las islas la evacuación ya que casi todos tienen sus propias embarcaciones. Esto se realiza en conjunto con Defensa Civil. También existe un plan de inundaciones en caso de que el río suba a más de 5.30 metros. Los patrullajes se están incrementando y nuestro personal está preparado para actuar”, indicaron.

Además, Prefectura Naval Rosario recomendó a quienes navegan con embarcaciones menores y/o de placer, hacerlo con suma precaución debido a la presencia de raigones que se desplazan semisumergidos arrastrados por la corriente en riachos y arroyos de la región, lo mismo que por el río Paraná.

También debe tenerse presente que ha cambiado la configuración de los fondos y costas quedando muchos bancos cubiertos por las aguas, cambiando de esta forma los lugares de paso y navegación que se utilizaban antes de la crecida, por lo cual Prefectura recomendó no navegar de noche ya que el riesgo de accidentes se incrementa peligrosamente.

Finalizando, a los bañistas se les aconseja bañarse únicamente en zonas habilitadas ya que la crecida suele cambiar de forma abrupta la geografía de las costas y hay un gran riesgo de que puedan ocurrir accidentes poniendo en riesgo la vida humana.

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