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El régimen de Libia resiste, la oposición crece y avanza

Las milicias de Muamar Gaddafi se desplegaron en la capital del país mientras la rebelión se acercaba.

Milicias leales al líder libio, Muamar Gaddafi, se desplegaron en la capital del país en un aparente intento de resistencia frente a una rebelión popular que controla casi la mitad del país y que ayer se atribuyó nuevos avances en territorios cada vez más cercanos a Trípoli.

Los opositores a Gaddafi, que ya dominan gran parte del este del país, afirmaron haber tomado ayer Misrata, 200 kilómetros al este de Trípoli y la ciudad más grande y más cercana a la capital que conquistaron los rebeldes en la mitad oeste del país norafricano, uno de los principales productores de petróleo del mundo. La reivindicación opositora llegó tras varias jornadas de enfrentamientos en la ciudad de Sabratha, al oeste de Trípoli, donde milicias pro Gaddafi combaten a manifestantes que tomaron comisarías y edificios de gobierno.

En otra señal de las grietas abiertas en el régimen, el diario libio Quryna afirmó que dos pilotos de la Fuerza Aérea se tiraron en paracaídas y dejaron estrellar sus aviones en el desierto para no cumplir con la orden de bombardear Bengasi, la segunda ciudad del país, ubicada en el este libio.

Anteayer, en el octavo día de protestas, Gaddafi, en el poder hace 41 años, dio un discurso por la televisión estatal en el que prometió resistir, “morir como un mártir” y llamó a sus partidarios a salir a las calles para enfrentar a los opositores. La represión lanzada por el gobierno libio es la mayor registrada como respuesta a la ola de protestas que sacude a países árabes  y que ya provocó la caída de los presidentes de Egipto y Túnez, vecinos a Libia.

El discurso de Gaddafi fue seguido por un fuerte despliegue de milicias pro gubernamentales que impidieron protestas anteanoche y ayer, dijeron testigos.

El paradero de Gaddafi se desconoce, pero la agencia de noticias DPA dijo que “círculos bien informados” aseguran que el líder se atrincheró junto con cuatro brigadas de las fuerzas de seguridad en la base militar Bab al Asisiya, en Trípoli.

El gobierno libio dijo que 300 personas murieron hasta ahora en las protestas,  pero el gobierno italiano consideró ayer “verosímiles” informes de la prensa de su país que dan una cifra de más de 1.000 muertos.

La crisis en Libia obligó a decenas de países a poner en marcha un gigantesco operativo de evacuación de sus ciudadanos por aire, mar o tierra. El Consejo de Seguridad de la ONU condenó ayer la represión y llamó al gobierno de Gaddafi a detenerla de inmediato. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, pidió ayer sanciones de la Unión Europea (UE) contra Libia por la represión y dijo que consideraba cortar relaciones económicas con el país árabe. La UE informó ayer que decidió suspender todas sus exportaciones de armas a ese país.

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