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Juicio oral

El reality show del Panadero Ochoa

Diego Ochoa pidió que revisen una filmadora que fue secuestrada en su domicilio con la que grabó todos los partidos de Newell’s desde que estuvo al frente de la barra, para mostrar que su entorno no era el que dice la Fiscalía.


El juicio oral y público que se sigue contra el ex jefe de la barra brava de Newell’s Diego Panadero Ochoa por su presunta autoría intelectual en el homicidio de su antecesor Roberto Pimpi Caminos continuó sin grandes novedades. Durante la jornada testificaron los policías que allanaron su casa cuando fue detenido en agosto de 2013 y constataron en la audiencia los elementos secuestrados en esa oportunidad: armas, celulares, dinero, facturas, recibos, constancias y entradas para el Coloso del Parque. A esos objetos se sumó, por pedido de Ochoa, una filmadora con la que el acusado dijo haber registrado todos los partido de la lepra a partir de 2008, desde el paravalancha, a fin de demostrar que su entorno no era el mismo que la Fiscalía intenta “pegarle” en este juicio.

Como ocurrió en jornadas anteriores, en las que Ochoa durante el juicio realiza anotaciones manuscritas mientras los testigos hablan o se ventilan escuchas telefónicas para luego pedir la palabra, aclarar que no va responder preguntas y brindar detalladas explicaciones sobre las acusaciones contra su persona, ayer hizo lo mismo. Pidió hablar y le detalló al juez cada uno de los objetos secuestrados en su domicilio de Pueyrredón al 3700, como por ejemplo, diez teléfonos móviles que dijo eran para un emprendimiento que tenían pensado iniciar con su mujer, de quien hoy está separado.

En relación a los documentos relacionados a Newell’s como entradas, listas, facturas, le explicó al tribunal lo mismo que la jornada anterior, cuáles eran sus actividades dentro del club, y cómo ante cada cosa que organizaba guardaba recibos, como los de las empresas de transporte con el alquiler de colectivos. Pero especialmente, Ochoa pidió que busquen una filmadora que fue secuestrada en su casa tras referir que las imágenes allí registradas eran más que interesantes para determinar quiénes eran las personas que siempre lo rodeaban en la tribuna. Esos videos, que supuestamente filmó él mismo como aficionado, registran todos los partidos de Newell’s desde que tomó la barra en 2008, y pidió que sean analizados con el fin de que se determine que su entorno en esa época no es el que la Fiscalía intenta dar por sentado. Los testigos que desfilaron anteayer, todos enemigos de Ochoa, dijeron en esa época haber conformado un “grupo de choque” con “patovicas y pistoleros” comandado por el Panadero. En ese sentido, su abogado defensor Ignacio Carbone dijo a El Ciudadano que todavía no entiende qué es lo que se está juzgando en este juicio, ya que hasta ahora parece que la Fiscalía expone situaciones referidas al club, a los negocios de la barra brava y parece más una investigación sobre asociación ilícita o lavado de dinero que una pesquisa sobre el crimen del Pimpi.

Testigos

Este jueves debía presentarse a declarar Sofía Laffatigue, quien era novia de Maximiliano Quemadito Rodríguez cuando fue asesinado, pero no lo hizo y su testimonio ya no formará parte del juicio. Lo mismo ocurrió con Tato Caminos, uno de los hermanos del Pimpi, del cual en principio la Fiscalía había desistido y ayer lo quiso incorporar pero el juez Edgardo Fertita se los negó.

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