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El Quinteto Sónico muestra por Film&Arts la vanguardia del tango a partir de Piazzolla y Rovira

La destacada agrupación creada en Bruselas en 2015 por el músico argentino Ariel Eberstein, junto a un selecto grupo de invitados, propone un nuevo repertorio que reúne las vanguardias tangueras, que podrá apreciarse en un concierto que se emitirá este domingo, a las 18.30, por tevé y YouTube


El Quinteto Sónico, creado en Bruselas en 2015 por el contrabajista argentino Ariel Eberstein, propone un nuevo repertorio que reúne las vanguardias tangueras expresadas por Astor Piazzolla y Eduardo Rovira y que podrá apreciarse en el concierto que la señal Film&Arts emitirá este domingo, a las 18.30, a través de su pantalla de televisión por cable y su canal de YouTube.

Con esta aventura audiovisual de alcance planetario, el Quinteto Sónico no solamente se suma con pulso propio a la celebración por el centenario del nacimiento de Piazzolla sino que al incorporar a Rovira, un autor venerado por la agrupación y a quien debe su denominación, da cuenta de mayores posibilidades expresivas para el tango, un género de raíz rioplatense ampliamente reconocido en todo el mundo.

El concierto Piazzolla-Rovira: The Edge of Tango desde el Minard Schouwburg de la ciudad belga de Gante y su registro en un nuevo álbum de la banda, obliga a que el conjunto amplíe y modifique su formación ya que recrea repertorios del Octeto Buenos Aires (que Piazzolla creó en 1955) y el Octeto La Plata (urdido por Rovira un año más tarde).

La aventura de unir parte del repertorio de dos renovadores de la música ciudadana implicó además tener que utilizar al guitarrista eléctrico argentino Camilo Córdoba (integrante original de Sónico) en el set piazzolliano y reemplazarlo por el violista mexicano Óscar Quiñonez para atender los requerimientos de la propuesta orquestal de Rovira.

Así, a la alineación básica del quinteto con los argentinos Eberstein y Córdoba más el pianista belga Ivo De Greef, el bandoneonista francés Lysandre Donoso y el violinista estadounidense Stephen Meyer, se añadieron el ya citado Quiñonez en viola, Carmela Delgado (Francia, en bandoneón), Daniel Hurtado Jiménez (España, en violín), Guillaume Lagravière (Francia, en violoncello) y Gaetan La Mela (Bélgica, en glockenspiel).

Ariel Eberstein destacó a la agencia de noticias Télam, durante una rueda de prensa con medios latinoamericanos, que el hecho de reunir al famosísimo Piazzolla (1921-1992) con el no tan conocido Rovira (1925-1980, autor de cerca de 200 tangos y algo menos de 100 obras de música de cámara), “implica juntar y así dar a conocer a dos artistas que inventaron el tango contemporáneo”.

“Ambos –insistió el contrabajista afincado en Bélgica hace más de 15 años– partieron de un mismo punto, surgieron en esa época de oro del tango y empezaron a sufrir la decadencia de ese movimiento. A Rovira se lo quiso llamar el otro Piazzolla, lo que es totalmente injusto porque son búsquedas independientes y distintas, y no queremos que esa confrontación aparente nos prive de alguno de ellos”.

Desde esa perspectiva, insistió con que el concierto transmitido este fin de semana por Film&Arts, “busca mostrar que el origen del tango moderno no es una revolución de una sola persona y sus dos cabezas más importantes son las de Piazzolla y Rovira”.

Yendo a lo estrictamente musical, que se apreciará en el recital televisado del atardecer de este domingo, el músico argentino especifica que el piazzolliano Octeto Buenos Aires, “está más ligado al jazz y obliga a los solos más difíciles de la historias del tango, mientras que el octeto de Rovira incursiona en el dodecafonismo”.

El Octeto de Buenos Aires.

Córdoba y Quiñonez, instrumentistas implicados en esas sonoridades diferentes que cada creador volcó en los octetos visitados por el Quinteto Sónico para este espectáculo, repasan esas particularidades.

“Piazzolla sumó una guitarra eléctrica que no era tanguera con una destreza de improvisación poco común incluso en toda la escena musical del Buenos Aires de entonces, valiéndose del aporte de un músico de talla de Horacio Malvicino. Y aunque luego redujo un poco ese espacio improvisacional, fue una experiencia única que marcó mucho de lo que después fue Piazzolla”, detalló Córdoba desde la guitarra.

El mexicano Quiñonez, quien a partir de la viola se siente incluido en el universo sonoro de Rovira, subrayó que el bandoneonista y compositor “mostró interés por generar una revolución en el tango y para ello le da un lugar especial a cada instrumento de cuerdas”.

En esa línea, el violista confesó que se declara “un total fan de Rovira porque fue quien expuso sus ideas para incursionar en el nuevo tango, le da un lugar especial a cada instrumento de cuerdas” y que por eso lo estudia “desde hace más de tres años”.

En relación con los repertorios asumidos por el Quinteto Sónico ampliado para la ocasión, tuvo mayor dificultad abordar la experiencia del Octeto La Plata ya que no hay disco que dé cuenta de su actividad.

El Octeto La Plata.

“Por fortuna, contamos con unas cintas de radio que nos pasó (el investigador) Oscar del Priore, así que empezamos con tres obras inéditas, la ejecución de un arreglo de Piazzolla sobre «Adiós Nonino» que era parte del repertorio del grupo y otras cinco obras de su posterior Agrupación Tango Moderno”, informó Eberstein.

Con relación al segmento dedicado al conjunto del creador de “Violentango” y “Oblivion”, por citar apenas dos de sus más conocidas creaciones, sonarán los arreglos de Piazzolla registrados sobre tangos tradicionales como “El Entrerriano” y “Los Mareados”, junto a obra propia y arreglos de Horacio Malvicino y Horacio Salgán.

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