Ciudad

El puerto sigue tomado por los trabajadores

Una reunión prevista para mañana podría destrabar el conflicto.

El conflicto de los trabajadores portuarios no se resolvió. Las reuniones que se llevaron adelante ayer y anteayer cerraron con escasos avances y si bien existe una nueva audiencia en la Secretaría de Trabajo, prevista para mañana, el predio sigue tomado. Los trabajadores reclaman que la empresa Terminal Puerto Rosario pase a planta a 350 trabajadores “changarines” que están en negro y que no están incluidos dentro de la planta de empleados mensualizados de la empresa, que serían los más afectados por la construcción de puerto. El problema continuaba al cierre de esta edición, sin miras a una solución inmediata. Sólo la audiencia prevista para mañana, en la que estará presente la viceministra de Trabajo de la provincia, Nora Ramírez, genera alguna expectativa para que el conflicto se destrabe.

“Es un problema entre el gremio y la empresa”, sostuvo Ángel Elías, director del Ente Administrador Puerto Rosario (Enapro). Por su parte, y en un comunicado, el Directorio de Terminal Puerto Rosario SA sostuvo que no se encuentra en conflicto gremial con los sindicatos que representan a sus trabajadores ni mantiene conflicto de ninguna índole con su fuerza laboral.

Sin embargo, el predio seguía ayer tomado por los trabajadores. Eugenio Alberto Díaz, secretario general del Sindicato Unido de Trabajadores Portuarios (Supa), dijo a El Ciudadano que no van a ceder en su reclamo, ni van a abandonar la toma hasta que los changarines sean blanqueados, ya que son quienes quedarían sin trabajo en el caso de que se comience a construir el Puerto de la Música. Y destacó que son 350 en esa situación, mientras que otros 230 trabajadores están “mensualizados”. Estos últimos, pese a estar en blanco, tampoco tienen garantías. Díaz afirma que el Puerto de la Música congela por cinco años el plan de reconversión de changarines en mensualizados. Y que por las obras se desafectaría a la mitad de los “mensualizados”. Allí radica el problema.

“Fue una conversación interesante, en términos mucho más serios”, dijo el director del Enapro,  Ángel Elías, diferenciando el acercamiento –lento y leve– de ayer con el intento de la víspera, que “en medio del fragor de la asamblea” no había llegado a nada. En cambio, en la negociación de la jornada aunque el clima tenso continuaba, incluso el Ministerio de Obras Públicas expuso –aunque no terminó de hacerlo– un plan de obra “que no va a afectar en nada el normal desenvolvimiento” de la terminal.

Así las cosas, para Elías el conflicto es o va camino a ser “es una cuestión entre el Supa y la empresa” con la intermediación del Ministerio de Trabajo: dicho de otro modo, el Enapro lo mira a prudente distancia, desde el lugar de “invitados” a la reunión del viernes.

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