La entrada en fase de “distanciamiento obligatorio” en la ciudad de Rosario incluye el permiso para la reapertura de locales gastronómicos, todos los días hasta las 23. La habilitación está supeditada a alcumplimiento de estrictos procedimientos de seguridad sanitaria para minimizar la probabilidad de contagios por covid-19 y, en caso de que ocurriera uno, poder identificar, mediante un protocolo de trazabilidad, a quienes hayan estado en esos negocios con el paciente.
Los requisitos incluyen la reducción a la mitad del factor ocupacional, la separación de mesas a dos metros, un número máximo de seis comensales en cada una, y lo más engorroso para los asistentes: la toma de datos personales para poder contactarlos en caso de sospecha de una infección. En los restoranes, además, hay que hacer una reserva previa para ingresar.
Lo que sigue es el protocolo elaborado y autorizado por la Municipalidad, que incluye propuestas de confección de las planillas para registrar los asistentes y el horario de permanencia, como también las medidas de higiene del personal, las mesas y el local.
Cada comensal debe ofrecer a quien lo atienda su nombre, apellido, un teléfono de contacto y DNI, que serán guardados por el negocio durante 14 días, que es el período de evolución de la enfermedad.
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