En el marco del Programa Crédito Argentino (Procrear) se pondrá en marcha en los próximos días el “viejo” proyecto de viviendas planificado en el predio del ex Tiro Federal (bulevar Rondeau al 2900, en la zona norte de la ciudad), que con el actual gobierno nacional mutó a un sistema de asociación público-privada en la línea Desarrollos Urbanísticos. El contrato se firmó en Buenos Aires con las empresas Pecam – AMG Obras Civiles, quienes estarán a cargo de la obra inmobiliaria e infraestructura. Lo particular del caso es que, pese al anuncio oficial, a través del Procrear sólo se accederá a 42 departamentos del total de 352 que se edificarán. El resto será comercializado por las constructoras a valor de mercado, sin utilidad social alguna.
La rúbrica del acuerdo contó con la presencia de la intendenta Mónica Fein, el presidente de la Agencia de Administración de Bienes del Estado, Ramón Lanús, y el concejal de la ciudad Carlos Cardozo.
El contrato permitirá ejecutar, al fin, las viviendas en el ex Tiro Federal de calle Rondeau al 2900 (entre las calles Valle Hermoso y Vieytes) tras un largo tiempo de anuncios e idas y vueltas.
El proyecto original fue dado a conocer años atrás por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, la primera licitación se cayó en el año 2013. Tras eso, hubo un segundo intento que llegó hasta la adjudicación de la obra de las viviendas a la firma Rovella Carranza en asociación con AMG (que ahora vuelve al ruedo, esta vez de la mano de Pecam) por 307 millones de pesos. Pero todo quedó otra vez en la nada.
El proyecto integral para el terreno estuvo a cargo desde un principio de la Secretaría de Planeamiento, que había autorizado sobre Rondeau un edificio de 11 pisos con locales comerciales en la planta baja. El plan establece 4 sectores para montar torres pero que reducen sus volúmenes y alturas sobre las calles laterales.
En concreto, está previsto que se edifiquen 352 viviendas colectivas (32 de un dormitorio, 288 de dos dormitorios y 32 de tres habitaciones de entre 40 y 80 metros cuadrados por cada departamento) en una superficie a construir de 32 mil metros cuadrados, 19 locales comerciales y un área de estacionamiento para unos 230 coches.
En el proyecto, también se reservan 2,5 hectáreas para uso público y unos 750 metros cuadrados para la construcción de equipamiento urbano.
La modalidad
El predio es aportado por el gobierno nacional, que además le ofrecerá a los privados la permuta de los terrenos para las viviendas. Pero lo particular es que los departamentos serán destinados sólo en parte a las familias beneficiarias del nuevo Procrear.
Es que en total se construirán 352 unidades habitacionales, de las cuales sólo 42 serán sorteadas a través de ese programa. Las restantes podrán ser vendidas por las constructoras en el mercado inmobiliario privado.
Fein recordó igual que Pecam y AMG deberán garantizar en el predio la apertura de calles, obras de infraestructura necesarias y todos los servicios. Eso incluye la forestación, los desagües pluviales, señalización vertical y horizontal y la ejecución de veredas, saneamiento pluvial y cloacal, provisión de energía eléctrica, gas, alumbrado público y veredas.
El plan contempla la apertura de las calles Zelaya, Valentín Gómez y Miramar, cuya traza (de norte a sur) había quedado interrumpida por el campo de tiro con grandes murallones cuando el desarrollo urbano llegó hasta allí.
Más allá de los detalles, Fein prefirió destacar este miércoles el trabajo “conjunto entre todos los niveles del Estado” y la “importancia que tendrán las obra para la ciudad”.
“Es de suma trascendencia poder seguir generando acceso a la vivienda y al mismo tiempo poder lograr una transformación del barrio, porque este desarrollo nos permitirá abrir seis calles (cinco perpendiculares a Rondeau y una paralela), lo que le dará una gran conectividad al barrio”, explicó.
En tanto, Cardozo expresó: “Queremos que los ciudadanos puedan acceder al sueño de la vivienda propia y nuestro rol, como Estado, es facilitar ese acceso”. “Con este nuevo lanzamiento apostamos a que cada vez más familias argentinas puedan convertirse en propietarios”, agregó el edil local de Cambiemos.
Las explicaciones de Nación
Ramón Lanús explicó en diálogo con este medio en diciembre pasado por qué el gobierno nacional decidió cambiar la modalidad del Procrear y cuáles son los lineamientos que se llevan adelante ahora. El testimonio fue contundente y esclarecedor.
El funcionario recordó que en el Procrear del “kirchenrismo” el total “de casas era para ese programa, pero también el total de la inversión la hacía el Estado”. “Es decir, era el Estado el que pagaba la construcción de las 352 viviendas. Con este nuevo esquema el Estado pone las tierras, y el privado construye las casas y devuelve un porcentaje como pago de esas tierras, que en este caso será de 42 viviendas. El resto, la empresa lo comercializa en el mercado. En este esquema, el Estado colabora financiando parte del proyecto con la tierra, es decir, no hago que me paguen la tierra si no que me la paguen cuando terminen las viviendas”, explicó.
—¿Y qué valor tendrán las propiedades?
—Son propiedades para un sector medio. El valor no se sabe ahora porque la construcción durará dos años. Las que sean de Procrear serán en el rango del valor de Procrear, aunque igualmente se actualizarán los montos cuando estén listas las viviendas. En el caso de las que se quede el privado, las podrá vender al mercado, obviamente con la ayuda de lo que desde el gobierno esperamos que ocurra en dos años: un mayor mercado de crédito hipotecario
—¿Cómo sería eso?
—En Argentina hay un déficit habitacional muy importante y creemos que para poder cubrirlo tenemos que trabajar todos juntos; no solamente el Estado se tiene que ocupar de construir viviendas, también los privados pueden ayudar a generar casas para la gente. Por eso creemos que la reactivación del crédito hipotecario va a ayudar a que más familias accedan a una casa. Con estos esquemas lo que hacemos es ayudar al mercado a generar viviendas.
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