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Pandemia

“El problema no es la cantidad de camas ni de respiradores, sino quiénes pueden administrarlos”

Lo dijo Dardo Dorato, de AMR. Advirtió la gravedad de la situación y la necesidad de que las autoridades provinciales y municipales impongan mayores restricciones a la circulación de la población para poder frenar la curva en alza de contagios


“Las camas de terapia intensiva están saturadas en Rosario. La estadía en cada una es de entre 30 y 40 días, es decir, las camas se liberan muy despacio. Además hay un fenómeno de estrés muy grande en los equipos de salud. A este ritmo, si la curva tiende a ascender, como ocurre hoy y si no hay una corrección de la conducta social , vamos a tener un sistema colapsado”, así resumió la situación Dardo Dorato, secretario general de la Asociación Médica de Rosario -AMR-.

El secretario afirmó a El Ciudadano que a pesar de los “enormes esfuerzos de la Provincia por aumentar camas generales y de terapia  intensiva, esto puede quedar insuficiente”. Se refiere al agotamiento del personal de salud, después de trece meses de pandemia sin descanso y ante una gran parte de la población que no acata las medidas de cuidado para evitar mayores contagios.

“El problema hoy no es la cantidad de camas ni la cantidad de respiradores, sino quiénes están capacitados para administrar uno”, expresó y planteó que son pocas las personas que pueden manejar estas herramientas tan esenciales en este contexto como un respirador y que son entrenamientos que llevan hasta tres años.

Dorato puntualizó que sería necesario que la Provincia y la Municipalidad dispongan restricciones más severas a la circulación, sobre todo la nocturna, y aplicar mayores controles para evitar reuniones sociales al menos durante 15 días. “Hay que aumentar distancia e imponer restricciones que no pueden ser prolongadas en el tiempo porque no hay disposición social para eso”.

En este sentido, señaló que las restricciones y los controles son necesarios en los espacios que tienden a los encuentros sociales -sean casas particulares o locales gastronómicos- y no en los sectores productivos o espacios educativos donde hay mayor acatamiento de los protocolos de uso correcto de barbijo, distancia física y ventilación.

“Nos preocupa mucho la situación, por eso emitimos este comunicado de advertencia a las autoridades pertinentes. Con ellos estamos en permanente comunicación. Las medidas que se aplican deben cumplirse por al menos 15 días para después ver los resultados y evitar que el sistema colapse”, manifestó Dorato.

En el comunicado que emitió la AMR plantearon: “Todos sabemos que la situación económica es más que delicada y que afecta a importantes sectores de la población; incluso a las y los profesionales médicos que están mal remunerados con sobrecarga laboral, pero también consideramos que la prioridad debe ser sanitaria, porque su agravamiento impactará aún más en el bienestar material y espiritual de la ciudadanía”.

Agregaron que están a disposición del Estado para hacerle frente a esta segunda ola en la ciudad pero destacaron: “Creemos que siempre serán válidas las apelaciones al cuidado personal o grupal, a la sensibilidad y la solidaridad de la población; pero también consideramos que es necesario que los distintos niveles del Estado nacional, provincial y municipal adopten medidas más profundas y garanticen su cumplimiento”.

“No queremos ver lo que paso en Europa donde debieron aplicarse protocolos para definir a qué paciente se intuba, donde se evaluaba qué paciente tenía mayor expectativa de vida si superaba la enfermedad”, sintetizó.

Finalmente expresó: “A cualquiera que va a una fiesta clandestina habría que preguntarle qué haría si tuviera que tomar esta decisión sobre qué paciente tratar. Hay mucha gente que no cree que sea tan grave la situación, pero en Rosario ya se suspendieron las cirugías programas y estamos al borde del colapso”.

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