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Maziero: “El primero lo soñé, el segundo vino del cielo”

Agustín Maziero, el pibe de los goles, ingresó desde el banco y le dio el triunfo a Central sobre Chacarita. Conocé la historia del juvenil nacido en Luis Palacios.

El pibe Maziero entró y metió dos goles. Fotos: Juan José García

“…Vas a ver qué lindo cuando allá en la cancha mis goles aplaudan”. La frase pertenece al tango “El Sueño del Pibe” que Reinaldo Yiso escribió en 1945. Y le cabe justo a lo que vivió Agustín Maziero el viernes a la noche en la victoria de Central ante Chacarita.

El juvenil de 20 años cumplió su sueño: el de marcar un gol en el Gigante, pero fue por más e hizo dos. Los tantos del delantero sirvieron para ganar un partido cuyo trámite se había hecho más complicado de lo que se preveía para el Canalla.

“El primero lo soñé con todas mis ganas, pero el segundo vino del cielo”, sentenció el goleador del partido con una sonrisa indisimulable y con el corazón latiendo con más frecuencia de lo habitual.

Maziero llegó hace 8 años a Central, con edad de novena. Pasó por todas las categorías, incluso estuvo en Rosarina cuando no tuvo lugar en cuarta de AFA. Pero no bajó los brazos, de a poco se fue ganando su lugar en la categoría mayor de inferiores, luego en reserva y el año pasado tuvo su debut en primera ante Boca cuando ingresó para jugar los últimos minutos de ese partido.  Aprovechó, como varios de sus compañeros que hoy están en el plantel, el hecho de que Leonardo Fernández sea hoy el técnico de primera y que ya lo conocía por haberlo dirigido en la sexta división.

“Creo que es por la confianza que nos brinda Leo y los jugadores más grandes en la semana. Eso hace que en los partidos uno esté bien, cómodo para cuando toque entrar”, contestó el pibe nacido en Luis Palacios, localidad ubicada en el kilómetro 21 de la ruta 34 (a poco más de 20 kilométros de Rosario) y de poco más de 1.000 habitantes, al ser consultado sobre por qué los juveniles rinden cuando entran.

Agustín es el hermano más chico de cuatro. La mamá se llama Sara y el papá Norberto. Por la cercanía de Luis Palacios con Rosario no vivió en la pensión de la Ciudad Deportiva de Granadero Baigorria. Maziero está de novio con Florencia desde hace mucho. Su pareja estuvo en la platea con el resto de su familia y fueron testigo de lo que hizo el delantero ante el Funebrero. “Es lo más lindo que me pudo pasar en todo este tiempo. Los viejos estaban en la tribuna…”, dijo emocionado el autor de los dos goles al contar sus sensaciones.

Maziero hizo la secundaria en su pueblo y sigue viviendo allá. Pero por muy poco: la semana que viene se mudará a Rosario.

—¿Con qué gol te quedás?

—Con el primero, el de palomita.

—¿Qué te dijo el entrenador antes de ingresar?

—Que teníamos que ganar como sea. Que esté entre los centrales y que vaya al área porque la pelota iba a caer.

—En el segundo gol, ¿qué pensaste?

—Le apunté a la frente, no pensé en otra cosa que pegarle al arco.

—Era necesaria la victoria porque venían de tres encuentros sin triunfos, ¿ahora qué viene?

—Quedan partidos duros, hay que seguir sumando para llegar al objetivo de entrar a la Copa que es lo que más queremos.