Espectáculos

Otro NO al apagón cultural

El presidente de la Academia del Cine Argentino se opone a los recortes al sector audiovisual

El productor Hernán Findling, reelecto en diciembre como presidente de la prestigiosa entidad, aseguró que la llamada Ley Ómnibus presentada por el Gobierno nacional, que prevé recortes al financiamiento del cine, "no representa la dirección adecuada"


Hugo F. Sánchez, Télam

El productor Hernán Findling, reelecto en diciembre como presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de la Argentina, aseguró que la llamada Ley Ómnibus presentada por el Gobierno nacional, que prevé recortes al financiamiento del cine, “no representa la dirección adecuada” para el sector.

Findling está al frente de la institución que cuenta con más de 300 miembros destacados del sector audiovisual para continuar con la tarea de la Academia, que entre otras cosas, tiene como misión elegir las películas que representan al país en premios internacionales como los Goya y los Oscar.

“Trabajamos sobre políticas que contribuyan al fomento de la industria audiovisual y la identidad cultural, participando en debates y ponencias en todo el país”, detalló el productor, que destacó además la tarea de difundir y preservar el cine argentino con una mirada federal.

“Consideramos que implementar recortes significativos en el funcionamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) y en la legislación cinematográfica que lo regula, no constituye la vía apropiada”, observó Findling en relación con el escenario de ajuste que plantea el Gobierno nacional, que afecta también al sector audiovisual.

Findling habló acerca de cuáles son las funciones específicas de la Academia de Cine: “La Academia tiene varias funciones, en principio la más conocida es la que a través de la votación de todos sus miembros se eligen las películas que el país postula a los Premios Sur en Argentina, el Oscar en Estados Unidos, el Goya en España, el Ariel en México, y los premios Macondo en Colombia, entre otros”.

Y sumó: “Por otra parte trabajamos sobre políticas que contribuyan al fomento de la industria audiovisual y la identidad cultural, participando en debates y ponencias en todo el país, sin olvidar el apoyo a la construcción de nuestro acervo cultural, con la Cinemateca y restauración de películas. También realizamos funciones especiales y ya llevamos más de treinta charlas en diversos espacios, principalmente en nuestra sala dentro del Centro Cultural General San Martin, pero también a nivel federal, que incluye actividades con la comunidad estudiantil, cinéfila y público en general, junto con profesionales para lograr un verdadero federalismo. Y por supuesto, tenemos una Comisión de Diversidad y Genero que promueve un cine con igualdad de oportunidades, promueve protocolos para sets sin violencias y, entre otras iniciativas, realiza estudios de género y estadísticas para identificar las problemáticas que atraviesan a la industria para poder trabajar en soluciones”.

En el mismo sentido, la Academia tiene un rol en el plano internacional: “Nosotros promovemos al cine nacional en festivales y mercados internacionales a través de la presencia de productores, directores y talentos que redunden en mayor impacto de nuestras delegaciones y películas. La presencia en festivales y mercados internacionales permite a la Academia mostrar el cine argentino a nuevos públicos y potenciales inversores. Además, presidimos hasta junio de 2023 la Federación Iberoamericana de Academias, y en el presente yo fui nombrado como tesorero de la federación, que es un espacio ideal para potenciar a nivel iberoamericano, potenciarnos y defender las cinematografías de cada país”.

Las principales líneas de acción para este segundo mandato en la Academia, según Findling, son: “Persistir en la senda de las acciones llevadas a cabo en los dos años anteriores, haciendo hincapié en la federalización, que se presenta como imperativo para lograr el desarrollo y la pluralidad de la industria audiovisual. Es crucial continuar fortaleciendo el progreso de las artes audiovisuales, poniendo un énfasis particular en su defensa como estandarte para el crecimiento productivo de la nación. El enfoque federal no sólo fomenta la diversidad cultural y geográfica, sino que también consolida la posición de las artes audiovisuales como elementos fundamentales para el avance integral de la sociedad”.

Findling habló además acerca de cuál es la posición de la Academia con respecto a la llamada Ley Ómnibus, que recorta el financiamiento del Estado al cine: “Consideramos que implementar recortes significativos en el funcionamiento del Incaa y en la legislación cinematográfica que lo regula no constituye la vía apropiada. Tal como está redactado, el texto no sólo obstaculiza la posibilidad de alcanzar una verdadera consolidación de la industria en el país, sino que también sugiere un enfoque que podría resultar contraproducente. Sin lugar a dudas, reconocemos la existencia de aspectos productivos en las artes audiovisuales que requieren mejoras; no obstante, sostenemos que la redacción actual del proyecto no representa la dirección adecuada”.

La Academia está trabajando con el resto del sector audiovisual en el reclamo para sostener el fomento al cine tal como funciona en el presente. Respecto de este tema, planteó: “La Academia tiene previsto presentar en breve una propuesta destinada a fortalecer la actividad, dirigida no sólo al sector audiovisual, el cual consideramos que posee un entendimiento sólido, sino principalmente a la totalidad del espectro político. El objetivo principal de esta propuesta es ofrecer perspectivas y estrategias alternativas a las contempladas en el proyecto de Ley Ómnibus actual, con el fin de fortalecer la industria audiovisual, que no sólo desempeña un papel fundamental como generadora de empleo, sino también como impulsora de la cultura y generadora de ingresos”.

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