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El perro mordió, el dueño debe pagar

La clienta de una imprenta fue atacada por un ovejero alemán.


El dueño de un perro deberá indemnizar a una clienta que fue atacada por un ovejero alemán de su propiedad, según determinó un fallo de la Justicia rosarina, que le ordenó al comerciante desembolsar alrededor de 12 mil pesos.

El hecho en cuestión ocurrió el 1º de julio de 2008, cuando Natalia G. concurrió a una imprenta, propiedad de Néstor A., a retirar talonarios de recibos que había encargado unos días antes. En el momento en que se encontraba en el negocio, ubicado en Mitre al 1200, salió de debajo del mostrador un perro ovejero alemán que se abalanzó sobre ella y le mordió el antebrazo y el pie izquierdo, y también en la espalda. Como resultado de la embestida del animal, a la mujer se le rompió una campera y las zapatillas, además de las lesiones que recibió, reza el fallo.

Según relató Natalia G., quien al momento del hecho tenía 30 años, cuando le manifestó al dueño lo ocurrido éste minimizó la situación diciéndole que sólo había sufrido “un raspón”.

En su fallo, el Tribunal Colegiado de Responsabilidad Extracontractual Nº 1, integrado por las juezas Paula Sansó, Mariana Varela y Susana Igarzábal, señaló que “no se debe olvidar que un animal no deja de ser una cosa y, como tal, susceptible de generar riesgos”.

En este caso, Néstor A. manifestó tener al perro en su negocio por cuestiones de seguridad, pero durante el juicio se comprobó que no había en el local ningún cartel que advirtiera la presencia del animal y que éste no tenía bozal protector.

Un perito psicológico que evaluó a la víctima indicó que, luego del ataque del perro, la mujer sufre “estrés postraumático con síntomas fóbicos”; que se demostró que Natalia G. “no puede salir a la calle donde haya perros, tiene que hacer un rodeo donde hay perros y no puede ir a la plaza con su hija”. Y añade: “El estrés postraumático puede ocurrir por cualquier situación a que la persona se ve expuesta, cualquier situación que no espera y no tiene como responder a ello”.

Al determinar la responsabilidad del comerciante por no haber tomado las medidas necesarias para evitar que el perro atacara a la clienta, la Justicia lo obligó a resarcir a Natalia G. por daño moral, tratamiento psicológico futuro, gastos de asistencia médica y gastos de vestimenta. En total, la indemnización asciende a unos 12 mil pesos.

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