El Concejo Municipal aprobó por unanimidad la modificación de la ordenanza de Perros Guía, poniéndola en sintonía con la legislación provincial y nacional y con la normativa internacional de avanzada en cuanto al reconocimiento de los canes de asistencia. Así, podrán ingresar y permanecer sin bozal en cualquier transporte y cualquier ámbito público o privado con acceso público todos los lazarillos de la ciudad, pero también contempla a todos –y son muchos tipos– los animales entrenados para el cuidado de sus dueños en situaciones muy diferentes a problemas de visión.
“La iniciativa tiene el objetivo de “ampliar las categorías, reconociendo perros especializados para otras discapacidades además de la visual y estableciendo que no sea obligatorio el uso de bozal, debido a que se ven imposibilitados de realizar las acciones que desarrollan de forma correcta”, explicó el edil Miguel Cappiello, impulsor de la iniciativa.
Así, el ex ministro de Salud de la provincia puso como ejemplo a otros canes entrenados, la mayor parte desconocidos para el público común, que ahora quedan amparados por la normativa. “Se reconocerán dentro de los perros de asistencia las categorías de perros guía, que son los entrenados para asistir a personas con discapacidad visual; a los perros señal, entrenados para asistir a personas sordas; a los perros de servicio, entrenados para asistir a personas con discapacidad física; a los perros escudero, entrenados para asistir personas con autismo, y a los perros de alerta médica, entrenados para asistir personas con diabetes o epilepsia”, puntualizó el concejal socialista.
Con todo, la modificación de la ordenanza permitirá a los perros acceder sin bozal a cualquier lugar público, “como por ejemplo el transportes de pasajeros”, aclaró Cappiello, recordando un episodio de reciente sufrido por Maximiliano Marc y su perro Bandit, que fueron bajados de un taxi por un chofer, lo que derivó en una sanción del Ejecutivo Municipal.
Transbordo: intimarán a Rosario Bus
El Concejo aprobó ayer un decreto que encomienda al Ejecutivo Municipal proceder a intimar a la empresa Rosario Bus ante la “injustificable” demora en implementar el sistema de transbordo, que desde hace un año rige en las empresas Semtur y La Mixta permitiendo a los pasajeros abordar una segunda unidad con un pasaje de un valor del 33 por ciento, durante el lapso de una a dos horas tras haber abonado el primer boleto.
El concejal Osvaldo Miatello, impulsor del reclamo, recordó que el sistema de transbordo se puso en vigencia en septiembre de 2013 y que en ese entonces se había anunciado que en los dos meses siguientes se incorporarían las líneas de Rosario Bus. Y también recordó que tres meses atrás el Concejo volvió a pedir la implementación y la respuesta fue similar: “Pero todavía seguimos esperando”, puntualizó el edil justicialista.
“Que en la mitad de la flota del transporte urbano de Rosario no esté implementado es absurdo”, fustigó Miatello y pidió que, si la empresa privada no se adecua, se apliquen las sanciones económicas previstas, “y también las accesorias”, penalidad que impediría a Rosario Bus presentarse a la nueva licitación del transporte público prevista para 2015.
Ante abusos de taxistas, 147
El Concejo aprobó ayer, “ante constantes denuncias de ciudadanos” por maltratos o abusos de taxistas incorporar la línea 147, que funciona en forma gratuita para reclamos e información sobre movilidad –transporte público, tránsito, estacionamiento y más– para este tipo de presentaciones.
La ordenanza, propuesta por el edil Aldo Poy, se origina en hechos que se produjeron en el servicio público en los últimos días, semanas y meses, como la denuncia de una adolescente de 12 años sobre el presunto intento de abuso por parte de un chofer, los alertas en redes sociales por taxistas que conducían alcoholizados, y el robo sufrido por un docente colombiano que se bajó de un taxi y el chofer arrancó llevándose parte de su equipaje y su dinero.
“Iniciativa Popular” ya es el octavo bloque unipersonal
Por aprobación unámime, pero de un solo voto, el Concejo Municipal tiene un nuevo bloque. Se trata de Iniciativa Popular, una bancada unipersonal integrada por María Fernanda Gigliani, que así concretó su ruptura con la fuerza con la que ingresó al Palacio Vasallo, el Partido del Progreso Social, y con su líder, el concejal Héctor Cavallero.
El quiebre, que fue madurando en los últimos meses y arrastró a una porción de militantes y dirigentes –entre ellos el diputado provincial Oscar Urruty– arrancó en forma accidentada, ya que todos los demás bloques resolvieron abstenerse en la votación, aun las bancadas unipersonales que ya existían y que son siete, casi la tercera parte de los ediles. Así el solitario voto de Gigliani dejó aprobado el nuevo bloque.
En su estreno la concejala intentó que se trataran dos proyectos sobre tablas, uno sobre el inminente desalojo de 20 familias de un terreno del Belgrano Cargas en San Nicolás y Gálvez –que se concretaría hoy por la fuerza pública– y un pedido sobre el club Ministerio de Obras Públicas –información que el Ejecutivo debía remitir y no lo hizo– que acompañó con fotos. Este último estuvo a un tris de incorporarse al temario pero una confusa votación lo dejó afuera.
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