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Panorama Político

El peronismo se alista sin Bielsa

Atrapado en las arenas movedizas de su propia selva, el justicialismo santafesino inició la etapa del sálvese quien pueda.


Atrapado en las arenas movedizas de su propia selva, el justicialismo santafesino inició la etapa del sálvese quien pueda. El intento de que María Eugenia Bielsa fuera la candidata a gobernadora fue el último para construir una oferta electoral que no garantizaba el segundo puesto, ni mucho menos ganar, pero sí un horizonte común. La tribalización del peronismo se manifiesta con el florecimiento de “anotados” y precandidatos a la gobernación de escasa proyección y menos chances. Impera la idea de que sin la ex vicegobernadora en carrera, nadie destaca lo suficiente como para arrogarse ser el referente del PJ. El PRO y el massismo, y quizás muy subrepticiamente el Frente Progresista, sobrevuelan el lastimado peronismo santafesino.

El sector de Agustín Rossi dio el puntapié inicial: “Nos cansamos, esto es inédito.

Estamos a 40 días del cierre de inscripción de listas y no es posible concretar una reunión del comité ejecutivo del partido. Vamos con candidatos propios en todas las categorías. (Leandro) Quico Busatto va a ser el candidato a gobernador, yo cabeza de la lista de diputados, Roberto Sukerman a intendente de Rosario, y nos falta definir en ciudad de Santa Fe y a concejal”, confirmó Luis Rubeo.

Agustín Rossi y su sector salen a la cancha con lo que tienen: los ya mencionados y la alianza con el Partido del Progreso Social de Héctor Cavallero. Ninguno de esos nombres son decisivos, por lo tanto siempre estarán sujetos a negociaciones con otras carpas kirchneristas si se abriese la posibilidad de una síntesis antes del 13 de febrero.

En otras tiendas kirchneristas esperan señales de sus respectivos referentes nacionales.

Los protagonistas: el Movimiento Evita, La Cámpora y Nuevo Encuentro. Las conversaciones para un armado electoral conjunto a nivel país, dicen, están avanzadas pero no cerradas.

El Movimiento Evita ya puso sobre la mesa a Eduardo Toniolli para concejal de Rosario y Fernando Rosúa para intendente. El partido de Martín Sabbatella tiene como referente en Santa Fe al diputado provincial José María Tessa. La Cámpora no lo oficializó, pero el Cuervo Larroque y demás jefes también jugaron su ficha en el tablero santafesino.

Por eso ordenaron levantar el perfil y caminar todos los rincones de la provincia al diputado nacional Marcos Cleri, hoy por hoy precandidato a gobernador. Los recursos nacionales que se habían puesto a disposición de Bielsa, dicen, serán para el diputado nacional. Es verosímil si se recuerda que una de las campañas más caras a concejal en 2013 fue la de La Cámpora. Una campaña provincial en las cinco categorías cuesta muchos millones, y son muy pocos los que los disponen. La Cámpora sí, y eso lo vuelve un actor relevante en cualquier negociación.

En la tienda de Rafaela afirman que la precandidatura a gobernador de Omar Perotti está “más firme que nunca”, aunque no abundan detalles. “Omar sigue caminando la provincia, tenemos lanzada cartelería publicitaria en Rosario y Santa Fe”, argumentan.

Con Bielsa en boxes, el rafaelino es el mejor posicionado de un peronismo que perdió competitividad. La paradoja para Perotti es que si ganase las primarias a los candidatos kirchneristas puros, ya sea Alejandro Ramos, Marcos Cleri o Leandro Busatto, la experiencia indica que en la elección general no podrá retener los votos de esos adversarios. Perotti no puede soldar la fractura ideológica del peronismo santafesino.

Sin reacción

El PJ santafesino está en estado de desconcierto. La semana que pasó, contaron algunos dirigentes, tres veces se fijó fecha y hora para la reunión partidaria y tres veces se suspendió. Necesita saldar discusiones básicas: ¿irá a elecciones como Frente para la Victoria o Partido Justicialista? ¿Permitirá la Casa Rosada que Santa Fe intente una campaña desprovisto de marcas kirchneristas? ¿Competir como PJ le garantiza salir del tercer puesto?

Los más escépticos dicen que el peronismo va a camino a ser lo que la UCR santafesina en diciembre de 2003, cuando en un Senado provincial de 19 bancas sólo dos eran para radicales.

A diferencia de entonces, los senadores de hoy cuentan con la boleta única como aliada, que les permite soltar amarras de cualquier catástrofe partidaria. Es cierto que cuando el tsunami viene no discrimina, pero a la hora de ir a las urnas ellos dependen en buen grado de sí mismos para revalidar títulos en sus comarcas. Esos senadores hoy son protagonistas de innumerables cabildeos: los llaman peronistas, el PRO, el massismo.

Y por cierto tienen asegurado un piso de entendimiento institucional con el Frente Progresista. ¿Es posible que en algún caso esa comunidad de trabajo traspase las paredes de la Legislatura?

Por afuera del peronismo

Un peronismo sin María Eugenia Bielsa como precandidata es una mala noticia para el Frente Progresista, en especial para Miguel Lifschitz. La ausencia de precandidatos competitivos o una oferta electoral demasiado kirchnerista hace crecer las posibilidades de Miguel del Sel, depositario del voto peronista fugado.

Del Sel y Macri harán ahora un intento por radicales. Les es más fácil tentarlos en el resto del país, porque en Santa Fe el gobierno de Antonio Bonfatti les dio mucha más contención que en los tiempos de Binner. Hasta el momento la cosecha del PRO viene floja: apenas dirigentes locales marginales que perdieron terreno y votos en sus localidades.

El PRO está muy confiado de que recolectará votos de la diáspora justicialista, al punto que en esta oportunidad la candidatura a vicegobernador no se la ofrecieron a un peronista sino a un radical. Jorge Boasso es la herramienta de esa estrategia, un llamador de radicales. El concejal lo está pensando, no es lo que quería.

Al igual que el PRO, también Sergio Massa caza peronistas por afuera del PJ.

Se dice que tendrá dos o tres precandidatos a gobernador, aunque todos con sellos partidarios diferentes, lo que les garantizaría, de alcanzar el piso de votos que requiere la ley, ir sin escala a la elección general. Ya están anotados Eduardo Buzzi y Oscar Cachi Martínez; y se habla de un tercer posible candidato, ex diputado nacional reutemista.

No hay que sorprenderse si meses más tarde esos mismos nombres aparecen en la lista de diputados nacionales en el orden que resulten en las elecciones provinciales: el objetivo de Massa no pareciera estar en Santa Fe sino en alcanzar un piso de aceptación para su proyecto nacional.

Santa Fe sin ti

María Eugenia Bielsa fue el centro de todas las especulaciones políticas de 2014, pero el Año Nuevo la tendrá como la gran ausente del arco opositor.

Un operador político que supo estar en los altos círculos del poder político provincial proporcionó un interesante análisis sobre esa ausencia.

“Todos saben que Bielsa puso condiciones al interlocutor de la Casa Rosada que habló con ella para que se postule. Tienen que ver con que el rossismo no sea parte del armado electoral en Santa Fe, que las obras de Nación vayan directo a los intendentes justicialistas sin intermediarios, que se acabe el coqueteo y la buena onda de ministros y secretarios nacionales con el socialismo. Ella no le dijo que no al asesor presidencial Juan Carlos Mazzón. Pero el tiempo pasó y Mazzón nunca volvió ni con un sí ni con un no como contestación a esos requerimientos. Entonces es un no de ambos lados”. La Casa Rosada, sería la conclusión, no quiere, no puede o le resulta demasiado costoso hacer cumplir esas condiciones.

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