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El pasado oculto de Ricardo Fort sale a la luz

Una revista publicó imágenes de la vida que llevaba el heredero entre México y Miami, hace más de diez años.

El excéntrico heredero Ricardo Fort comenzó su meteórica carrera mediática a fuerza de mostrar su intimidad y su estilo de vida opulento, pero parece que no todo es mostrable: de hecho, habría una parte de su pasado que él preferiría ocultar, y existen las fotos para probarlo.

Aunque Fort concentró sus esfuerzos en darse a conocer al público tal cual es hoy, las fotos de quien era hace más de diez años fueron publicadas por la revista Paparazzi y se suman a las imágenes que circulaban de él junto al mediático Guido Süller.

Al parecer, los detalles más confusos del pasado de Fort datan de los años en los que se radicó en el exterior, primero en México y después en Miami, Estados Unidos, donde probó suerte con la música. Rumores de que bailaba como stripper en boliches, o de que mantenía una relación con Guido Süller estuvieron a la orden del día.

Hace unos meses, Süller declaró que mantuvo una relación estrecha con el heredero de la chocolatería Felfort cuando tenían alrededor de 20 años y ambos vivían en México. “Recuerdo que usaba la ropa de la mamá y jugábamos con eso”, recordó el mediático, a lo que Fort rebatió: “Podrán dudar de mi sexualidad, pero no de mi virilidad. ¡Jamás! Lo que se diga en esas fotos, no me interesa”.

Entonces, intervino Jacobo Winograd, quien declaró a las cámaras de televisión que Fort era novio de Süller. “Tengo pruebas de eso… Tengo las cartas de amor que Ricardo le mandaba en 1988, cuando eran pareja. Están firmadas por él”, aseguró el mediático.

Fort fue apodado “Chocoloca” por algunos de sus conocidos en Miami, tal como lo mencionó la cantante Daniela. El mote no le gustó nunca al heredero, y hasta aclaró: “Al público no le importa si soy gay”, con lo que zanjó la cuestión. La única persona conocida que lo apoyó fue su novia, Virgina Gallardo, quien se limitó a decir “no me parece que Ricardo sea gay”.

Las imágenes publicadas por la revista retratan a un Fort joven y despreocupado, y con un estilo de vida formado, rodeado de amigos y disfrutando en boliches, y a veces en poses poco favorecedoras. Cualquier rumor es pura ficción… y es que ningún detalle es demasiado exagerado para la vida del mediático heredero.

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