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Huelga

El paro se sintió poco en Rosario

La actividad no fue muy distinta al de un día cualquiera en cuanto al tránsito y el comercio. Hubo piquetes en Circunvalación de los recolectores de residuos y la CCC que provocaron largas colas de camiones varados que no paraban.


El paro nacional de la CGT opositora de Hugo Moyano y la Azul y Blanca de Luis Barrionuevo, al que adhirió la CTA de Pablo Micheli, tuvo poca fuerza en Rosario. En las calles el tránsito tuvo un ritmo similar al de cualquier jornada y los comercios pudieron abrir sus puertas con normalidad. La medida se sintió sólo con fuerza en las escuelas públicas, la recolección de residuos, las estaciones de servicio y los bancos.

Finalmente, el hecho de que colectivos y taxis trabajan con normalidad le quitó peso a la medida de fuerza.

La expectativa en torno a cómo iba a impactar la huelga en Rosario se fue disipando desde bien temprano. La ciudad amaneció y transitó durante todo el día con una actividad comercial casi normal en la zona céntrica y también en los barrios, aunque con menos clientes de lo habitual. Sólo algunos bares cerraron sus puertas por la presión que ejerció el gremio que nuclea a los trabajadores gastronómicos, quienes adhirieron a la medida de fuerza.

El panorama apenas se diferenció en calle Santa Fe, donde se encuentran las sucursales de las principales entidades bancarias. Allí la postal fue más desoladora y la calle lució vacía.

En tanto, en las principales avenidas la circulación se pareció bastante a la habitual. En estas arterias sólo quedó al descubierto el acatamiento total a la huelga que hubo en las estaciones de servicio. Este sector fue uno de los que se sumó a la protesta.

Los piquetes

Donde la imagen lució completamente diferente a lo habitual fue en la zona de Avenida Circunvalación y Presidente Perón.

En ese sector una cola de más de tres kilómetros de camiones tuvo que apostarse desde el miércoles a la noche a la vera de Circunvalación debido al piquete que estableció el sindicato moyanista que agrupa a los recolectores de residuos, los cuales son conducidos por Marcelo “pipi” Andrada. Un centenar de militantes del gremio se situó en ese acceso sudoeste de la ciudad con banderas, bombos y sólo dejó pasar a vehículos de menor porte hasta las 4 de la tarde.

La espera provocó malestar y bronca entre los camioneros del interior. “A nosotros este paro no nos sirve. No trabajar 24 horas no tiene sentido. El patrón ya vendió la mercadería y la entrega mañana (por hoy). Mientras que la presión la recibimos nosotros. Yo hace 20 días que no veo a mi familia porque necesito viajar ya que cobro por eso. La verdad que Moyano no sólo nos usa cuando le conviene. A él sólo le importan los afiliados que laburan en grandes empresas”, señaló un chofer santafesino que estuvo varado en la Circunvalación desde el miércoles a las nueve de la noche.

“Lo único bueno de todo esto es que esta vez no sufrimos robos. Al menos hay que rescatar que estos muchachos recolectores se encargaron de cuidar que no nos pase nada. Igualmente, nos trataron bastante mal”, agregó el hombre.

Los camioneros que tuvieron que esperar varias horas llevaban cargas generales, aunque también algunos querían llegar o partían de algunos de los puertos de la región. En el lugar también se mezclaban quienes se toparon con los cortos (que venían de más lejos) y los que sabían de antemano. “Yo volvía de San Nicolás a San Lorenzo. La verdad que me engancharon justo el miércoles a la noche. No veo la hora de llegar a mi casa y darme un baño. Lo únicos que perdemos somos los laburantes”, contó Miguel, de unos 50 años con notorios gestos de cansancio.

Otro lugar elegido para los piquetes fue la zona frente al Casino, en la salida a la autopista que conecta con Buenos Aires. En ese sitio la postal fue muy diferente; antes del mediodía sólo se encontraba un grupo de no más de cien personas con pecheras de la Corriente Clasista y Combativa (CCC). La presencia fue menor (muchas familias y con niños muy chiquitos), pero la obstrucción de la arteria fue total. Los automovilistas no tuvieron otra alternativa que desviar su trayecto para ingresar o salir de Rosario.

En las escuelas

Uno de las dudas que estaban planteadas en torno a los niveles de acatamiento de la medida de fuerza tenía que ver con las escuelas públicas.

El titular de Amsafé Rosario, Gustavo Terés, dijo que el paro tuvo una alta adhesión en los establecimientos de la ciudad. “Recorrimos muchos establecimientos y estaban todos cerrados”, dijo el dirigente.

Este medio también consultó a fuentes de Amsafé provincial, que no adhirió a la medida, donde admitieron que la protesta tuvo marcada respuesta en Rosario, no así en el resto de la provincia. Sin embargo, agregaron que hubo colegios que abrieron y tuvieron una actividad normal. Ayudó que los porteros de UPCN no fueron a la huelga.

Conflicto en el Cordón

El único lugar de la región donde finalmente los colectivos no circularon con normalidad fue en el corredor norte, entre Rosario y Puerto San Martín. Allí todo se paralizó temprano tras registrarse una serie de episodios violentos que tuvieron como blanco los ómnibus interurbanos y en algunos casos hasta los propios choferes. Entre las localidades de Fray Luis Beltrán y Capitán Bermúdez tres coches fueron atacados a piedrazos cuando intentaban pasar frente a los piquetes que armó la CGT San Lorenzo y los choferes recibieron golpes de puño por parte de los manifestantes.

Repercusiones gremiales “positivas”

La huelga tuvo una adhesión parcial en la ciudad, aunque los organizadores locales de la protesta hicieron una evaluación positiva. Según señaló Marcelo Pipi Andrada, secretario general del sindicato de Recolección y Barrido de Rosario, la medida de fuerza tuvo más del 60 por ciento de acatamiento en Rosario con relación al paro nacional de ayer.

En tanto, el secretario general de la CGT Rosario, Rubén López, señaló que la medida “tuvo un acatamiento del 90 por ciento” en todo el país y opinó que las repercusiones “son positivas”.

“Espero que haya una respuesta para todos los trabajadores de cualquiera de las centrales obreras que sea. Que se eleve el piso del impuesto a las Ganancias, que es algo muy importante para los trabajadores”, reclamó López en declaraciones radiales.

El titular del Sindicato de Obras Sanitarias de Rosario, Oscar Barrionuevo, indicó que el paro de ayer fue “para alertar al gobierno nacional del mal humor de los trabajadores por el impuesto a las Ganancias, suspensiones y despidos en diferentes sectores del trabajo”.

En la ciudad se sumaron a la medida de fuerza los trabajadores de la recolección, los docentes nucleados en Amsafé Rosario, los bancarios, algunas estaciones de servicio (salvo YPF), la organización norte del Pami, los docentes universitarios de la Coad, la CTA Rosario, los aceiteros, el gremio de Dragado y Balizamiento, los trabajadores ceramistas, aeronáuticos, gastronómicos, la delegación local de ATE, los médicos de Amra, los empleados de la EPE, de Aguas Santafesinas y de los cines.

En cambio, no adhirieron los gremios de la UTA (colectivos), peones de taxis, empleados de comercio, municipales, Sadop, Amet, Soeme (porteros), Judiciales provinciales, Smata y telefónicos.

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