El Parlamento griego aprobó hoy el impopular plan de austeridad impuesto por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE) con el que el gobierno pretende evitar el colapso, en medio del masivo rechazo y la furia de centenares de manifestantes que se enfrentaron con la policía.
Mientras los legisladores debatían, cerca de 10 mil personas se manifestaban en las afueras del Parlamento en repudio del controvertido plan que habilitará la ayuda financiera, pero implicará drásticos recortes en el gasto público, focalizado en el recorte de pensiones, salarios de funcionarios y otros beneficios sociales, adamás de la suba de varios impuestos.
Poco después de conocida la votación, la policía debió dispersar a centenares de manifestantes que protagonizaron violentos incidentes en las calles aledañas al Parlamento.
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