En un video grabado por aficionados que circuló en las redes durante toda la jornada de ayer se puede ver con precisión cómo una mole de cemento fue, literalmente, tragada por el agua. Desapareció sin más. Así, sin aviso y para estupor de todos, en la noche del lunes colapsó un puente de unos 30 metros de largo que forma parte del denominado Paseo de la Libertad, a orillas del Paraná, en la vecina ciudad de San Lorenzo. Por ahora no hay explicación técnica para semejante suceso, que alcanzó repercusión nacional. Tal vez por el clima (lluvioso y con viento) y el horario (alrededor de las 23) en que se produjo el hecho, no hubo víctimas.
“Podría haber sido una tragedia”, se lamentaba ayer el intendente de San Lorenzo, Leonardo Raimundo, quien desde la misma noche del lunes, cuando sucumbió la estructura, volvió en varias ocasiones a lo que era un atractivo lugar de paseo y encuentro casi obligado para los vecinos de esa ciudad.
La construcción ubicada al pie del Campo de la Gloria, escenario donde San Martín libró la única batalla en suelo patrio, fue construida con un objetivo: oficiar de barrera de contención ante el constante avance de las aguas del Paraná que se iban “comiendo” la barranca.
Se trata de una obra de magnitud, pensada y proyectada en el primer lustro de la década pasada bajo la administración del fallecido Jorge Obeid en la provincia y Mónica de la Quintana en el Ejecutivo local. Ni uno ni otro estaban en funciones para cuando se terminó, en 2009: el corte de cintas quedó a cargo de Hermes Binner y de Raimundo.
Supercemento y Obring son las firmas que, constituidas bajo la figura de una Unión Transitoria de Empresas, llevaron adelante los trabajos que contaron por entonces con un presupuesto de más de 36 millones de pesos. Aún hoy, en su sitio web, Supercemento exhibe con orgullo en su portfolio de grandes obras la construcción del Paseo de la Libertad.
Sin salir del asombro, nadie puede precisar qué pasó para que desapareciera un tramo de alrededor de 30 metros del puente que bordea la barranca de ese sector de San Lorenzo. En rigor, no habrá explicaciones serias y creíbles hasta tanto no se realicen los estudios correspondientes. Y eso correrá por cuenta de especialistas y entendidos.
Desde el gobierno provincial enviaron ayer mismo a un grupo de expertos en cuestiones hídricas y a un geólogo para tener una primera aproximación. De esa manera, se comenzó a desandar el largo camino que significará la recuperación del paseo tal como estaba hasta hace unas horas.
Desde la Casa Gris reaccionaron rápido ante semejante hecho. A las 8 en punto, unas horas después de producido el incidente, el ministro de Infraestructura y Transporte, José León Garibay, llegaba a San Lorenzo para ver con sus propios ojos lo que la noche anterior Raimundo le había contado por teléfono.
Un rato después, cuando el funcionario provincial y el intendente caminaban sobre la losa de cemento que se mantuvo en pie, el gobernador Miguel Lifschitz le comunicó a Raimundo que el Estado provincial se hará cargo de la reconstrucción del Paseo de la Libertad.
“En primer lugar vamos a evaluar y ver cuáles pueden ser las causas de lo que ha sucedido, luego verificaremos la estructura y nos pondremos a trabajar para que San Lorenzo y la provincia de Santa Fe recuperen este importante paseo”, dijo en el lugar Garibay, quien salió al cruce de algunas versiones que hablaban sobre falta de mantenimiento en la estructura. “Lo que sucedió fue un colapso y se investigarán cuáles fueron las causas. No se puede descartar que haya habido un problema de diseño, pero para saber eso se hará un estudio minucioso e integral”, señaló el ministro.
Uno de los puntos más llamativos fue lo súbito del desplome. No hubo en días previos avisos de que las placas de cemento estuvieran cediendo, ni rajaduras ni ruidos extraños.
Ese factor sorpresa fue lo que aumentó todavía más la conmoción que causó el incidente.
“Ignoramos si fue un error de diseño, de construcción o un movimiento de suelo el que generó este derrumbe”, expresó Raimundo, quien insistió durante toda la jornada con que “la principal preocupación ahora es garantizar la seguridad para que la gente no se acerque más de lo debido a la zona”.
El derrumbe dejó al paseo dividido en dos partes y con el peligro cierto de que se produzcan más desmoronamientos. Por eso se prohibió el paso a través de los dos accesos posibles, por las calles Belgrano y por Santos Palacios. La Municipalidad colocó vallas y la Policía destinó una guardia permanente para alejar a los curiosos. Es que ayer el lugar se convirtió casi en una visita obligada para los vecinos, que de manera constante peregrinaron hasta la barranca para ver el tramo de hormigón faltante. Devenidos en ingenieros, abundaron las hipótesis y las opiniones acerca de lo que podría haber ocurrido.
Técnicos revisaron el lugar
Especialistas de la Dirección Provincial de Recursos Hídricos fueron ayer al mediodía a San Lorenzo para recorrer la zona donde en la noche del lunes colapsó, súbitamente, una parte del Paseo de la Libertad.
Los especialistas –estuvieron acompañados por el secretario y el subsecretario de Obras Públicas municipal, Leonardo Seoane y Esteban Sánchez, respectivamente– hicieron una primera observación del estado en que quedó el tradicional paseo y, de manera extraoficial, no descartaron que haya existido una combinación de factores que provocaron el derrumbe. No obstante, en los próximos días comenzará la evaluación en profundidad y con las herramientas técnicas adecuadas para determinar las causas del siniestro.
Una vez esclarecidas las razones, se evaluará el estado del resto de las estructuras que quedaron en pie y se definirán las obras necesarias según el caso, siempre atendiendo el compromiso asumido por el gobernador Miguel Lifschitz de reconstruir el emblemático paseo sanlorencino.
El Concejo quiere saber
El bloque oficialista del Concejo Municipal de San Lorenzo realizará un pedido de informe circunstanciado sobre las posibles causas del siniestro ocurrido en el Paseo de la Libertad, como así también los antecedentes de las empresas contratadas para su construcción durante la gestión del gobernador Jorge Obeid.
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