Ciudad

El Paraná llegó a los 5,30 pero no hay aún evacuados

Recorridas de Defensa Civil ante la posibilidad de que se deba retirar a quienes viven en la zona.

Nelso Raschia

Y llegó al nivel de evacuación. En la jornada de ayer el río Paraná alcanzó los 5,30 metros, y de tal manera se encuentra en el nivel de evacuación, según las previsiones de la Prefectura Naval Argentina. Las casitas de la cortada El Mangrullo, el sector por estos días más expuesto de la ciudad a sufrir inundaciones, mostraban en la tarde de ayer, cuando El Ciudadano estuvo en el lugar, el panorama del agua del Paraná próxima a ingresar a las viviendas. Sin embargo, no había aún temor y la vida seguía como en cualquier jornada en ese paisaje de pescadores de la zona sur.

Los vecinos conversaban en las puertas de sus casas mate en mano, y en otro sector, en la canchita de fútbol, se jugaba un picado de sábado a la tarde. También todo era normal en el tradicional club de pescadores ubicado sobre la cortada El Mangrullo.

Los chicos corrían despreocupados de la amenaza del inmenso río, aunque uno de ellos ante la pregunta de este diario sobre si tenían miedo ante la posibilidad que el agua subiera aún más dijo que “sí”.

En una de las viviendas a las que entró este medio Mauricio, que hace dos años que vive en el lugar –sólo a algunos metros de los silos areneros–, tenía el agua apenas a un centímetro de ingresar. Indicó el pescador, mientras miraba algunos pequeños sábalos que se movían muy cerca de la orilla,  que “ya estuvieron y nos dijeron que si sigue subiendo nos van a evacuar”. Para confirmar la situación apuntó que “el río creció mucho en los últimos dos o tres días”.

Apenas a algunos metros y calle de por medio, en otra de las viviendas, Luis indicó que hace 5 años que vive en su casa. Pero enseguida y con orgullo mencionó: “Hace 40 que vivo en el Mangrullo”. Y mostraba lo muy cercana que estaba el agua de su puerta.

Con preocupación marcaba los desmoronamientos que el agua provocaba en su vivienda y las rajaduras en diversas paredes. Mientras de fondo se escuchaba música de cumbia, indicaba hundimientos provocados por la fuerza del agua en un sector del piso. Los más pequeños de la casa, mientras abrían una ventana casi podían tocar el agua con la mano.

Con mucha humildad Luis mencionó que “nadie vino” para avisar de la posibilidad de ser evacuados, mientras que otro vecino que se sumó al diálogo sostuvo firme: “Nunca vino nadie”.

En otra casa, en tanto, una bolsa de arena colocada por los mismos vecinos procuraba frenar el ingreso del agua.

  Mientras tanto desde Defensa Civil de la Municipalidad precisaron a El Ciudadano que durante la jornada de ayer se realizaron constantes recorridas, en la zona de ElMangrullo y en el barrio Saladillo, ante la posibilidad que fuera necesario evacuar a alguien. De cualquier manera al caer la tarde de ayer eso aún no había ocurrido.

Y a apenas algunos metros de la cortada El Mangrullo sobre el viejo puente que cruza el Saladillo hacia las instalaciones del frigorífico Swift, una veintena de pescadores procuraba sacar algo. Abajo el arroyo lucía muy caudaloso y el paso de una pequeña lancha levantaba  oleaje que hacía mover las embarcaciones amarradas sobre sus márgenes.

 Pronóstico cumplido

 El coordinador de Defensa Civil municipal, Raúl Rainone, indicó que “se cumplió lo que se pronosticaba desde hace tiempo con la altura del río y es probable que siga creciendo”.

Agregó el funcionario que “de todos modos la situación está controlada y por ahora no hubo que evacuar a ningún habitante de la cortada El Mangrullo, donde estamos trabajando desde hace meses en la contención de las aguas con bombas extractoras y barreras de bolsas de arena”. “Está complicado, pero todavía hay bastante ventaja”, sostuvo.

Igualmente Rainone señaló que “en caso de ser necesario nuestro protocolo ya está armado y hay dispuestos lugares para alojar a los posibles evacuados”.

Sobre la situación en El Mangrullo sostuvo que “en caso que el río continúe subiendo, unas 20 familias corren peligro de perder sus viviendas”. 

De darse la necesidad de evacuación insistió que hay lugares preparados para instalar a los evacuados y entre otros mencionó las instalaciones que ocupara en la zona sur el Batallón de Comunicaciones 121.

En tanto, y respecto al trabajo que  de manera conjunta realizan junto a la Prefectura Naval en la zona de islas, ubicadas frente a la ciudad, subrayó el titular de Defensa Civil que “allí no hay evacuados por una cuestión cultural, pero la diferencia es que la gente sabe manejar muy bien la situación ante las crecidas. De todos modos estamos colaborando en lo que sea ayuda y vigilancia”. Asimismo, reiteró que “no hay evacuados, pero sí autoevaluados”.

Con relación a la situación en la zona norte de la ciudad, en los canales Salvat e Ibarlucea, el funcionario municipal expresó su preocupación por los niveles a los que pueda llegar el agua en las inmediaciones de los mismos, que también podría tener como saldo evacuados. Y acotó: “Nos preocupa que pueda seguir lloviendo y estamos atentos a eso. Los canales de desagüe del arroyo Ludueña están muy lentos por el nivel que alcanzaron las aguas”.

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