El papa Francisco volvió a clamar contra la plaga de la corrupción y advirtió en la misa celebrada en la casa de Santa Marta que cuando uno entra en el “camino de la corrupción, quita la vida, usurpa y se vende, explota a los inocentes con los guantes blancos, sin ensuciarse las manos”.
“El corrupto irrita a Dios y el Señor dice claramente lo que hará: ‘Te caerá una desgracia y te sacaré de aquí'”, dijo Jorge Bergoglio, según los fragmentos de la homilía difundidos por la radio Vaticana.
“Cuando leemos en los diarios que este es corrupto, que aquel otro es corrupto, que hizo ese acto de corrupción y que el soborno va por un lado y por el otro, y también tantas cosas de algunos prelados, como cristianos nuestro deber es pedir perdón por ellos y que el Señor le conceda la gracia de arrepentirse”, subrayó.
Hay, sin embargo, una “puerta de salida para los corruptos, para los corruptos políticos, para los corruptos empresarios y para los corruptos eclesiásticos: pedir perdón!”, dijo el Pontífice.
Asimismo, sostuvo que “al Señor le gusta esto. El Señor perdona, pero perdona cuando los corruptos” hacen lo que hizo Zaccheo: ‘Robé señor. Daré cuatro veces lo que robé'”.
“Condenar a los corruptos, sí”, manifestó el Papa en la homilía en Santa Marta, y “pedir la gracia de no convertirse en corruptos, sí, y también rezar por su conversión”.
Durante la misa de ayer Bergoglio había hablado del tema de la corrupción, uno de los más utilizados en sus homilías matutinas, y se inspiró en la historia que se narra en el Antiguo Testamento sobre Nabot, asesinado por no querer ceder parte de su viñedo.
“En los diarios leemos muchas veces historias de políticos que llevan ante los tribunales porque se enriquecieron milagrosamente, lo mismo que el jefe de una empresa que se enriquecía explotando a sus trabajadores, o del prelado que se enriqueció demasiado dejando de lado sus deberes pastorales para ocuparse de su poder”, precisó el Papa.
“Hay corruptos en la política, corruptos en los negocios y corruptos eclesiásticos. Están por todas partes. La verdad es que la corrupción es un pecado fácil de cometer para quienes tienen autoridad sobre los demás”, subrayó.
El Papa también formuló la pregunta sobre quién paga por la corrupción y se respondió: “Son siempre los pobres, materiales y espirituales”.
“Pagan los hospitales sin medicinas, los enfermos sin curas y los niños sin educación. Son ellos los modernos Nabot, que pagan por la corrupción de los grandes”, advirtió.
Sobre los eclesiásticos corruptos, Francisco aseguró que pagan por ello “los niños que no saben el catecismo, los enfermos que no son curados ni visitados y los presos a quienes no se les da atención espiritual”.
Para el pontífice argentino, el único camino para salir de la corrupción y superar la tentación es “el servicio” porque, agregó, “la corrupción proviene del orgullo y la soberbia”.
Asimismo recordó también a Rosario Livatino, quien fue asesinado en 1990 por la llamada Stidda, una mafia siciliana, y que actualmente está en proceso de beatificación.
El papa dijo sobre ellos que “fueron testigos ejemplares del estilo de los fieles laicos cristianos, leales a las instituciones, abiertos al diálogo, firmes y valientes en la defensa de la justicia y la dignidad de la persona humana”.
La mención del papa al juez asesinado por la mafia llega algunos días antes de su visita el próximo domingo a Cassano allo Jonio, una pequeña localidad de la región de Calabria, en el sur de Italia, donde la mafia local, la Ndranghetta, asesinó el pasado enero junto con su abuelo a Nicola Campolongo, un niño de 3 años, lo que causó una gran conmoción en todo el país.
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