Espectáculos

El país a través de los ojos de Caloi

“La historia según Clemente” recopila, con un exhaustivo trabajo de contextualización, las viñetas en las que el afamado dibujante graficaba la actualidad política y social en las contratapas de “Clarín”, a partir de su personaje más emblemático.


Colección Universo Caloi
“La historia según Clemente”
Compiladoras: María Verónica Ramírez e Irene Amuchástegui
Planeta / 2015 / 264 páginas

Cronista de su tiempo, irónico y tremendamente porteño, Clemente, el eterno personaje creado por el gran Caloi, vuelve a las andadas en un libro que recopila aquellas viñetas que resistieron, denunciaron y también celebraron el devenir social y político del país, un exquisito recorrido a tinta sobre las últimas cuatro décadas argentinas desde una mirada crítica, divertida y, sobre todo, popular.
Cuatro días antes de las elecciones que darían como elegido a Héctor Cámpora para ocupar el mayor cargo del Estado, en 1973, Carlos Loiseau (Caloi) comenzaba a dar sus primeros pasos en la contratapa del diario Clarín con una tira protagonizada por Bartolo, el personaje que poco tiempo después fue desplazado por su mascota, Clemente, ese bicho a rayas inclasificable, una suerte de pájaro sin alas pero capaz de volar.
Testigo privilegiado de una Argentina en plena transformación, Clemente se construyó al calor de los hechos más candentes de la narrativa local. Por eso, una recopilación en clave histórica era lo que faltaba para una relectura de su personaje más entrañable, con el que retrató el palpitar de las últimas cuatro décadas del país pero también a nivel internacional, porque el dibujante, conocido por todos como el Negro, nunca estuvo ajeno a los movimientos del mundo.
Con esta impronta, La historia según Clemente, de la colección Universo Caloi de la editorial Planeta, reúne una cuidada y representativa selección de viñetas, acompañadas por contextualizaciones históricas que comienzan con las elecciones del 73, la vuelta de Juan Domingo Perón y el golpe a Salvador Allende, y terminan en color con la década kirchnerista, la reestructuración de la deuda externa, el conflicto con el campo o la estatización de Aerolíneas.
“El libro era un proyecto que El Negro acarició mucho en su última etapa”, contó a la agencia de noticias Télam María Verónica Ramírez, compañera de Caloi y responsable de la recopilación junto con Irene Amuchástegui.
Y aunque él no llegó a ponerlo en marcha (falleció en mayo de 2012), ella sí: “Es la versión histórica de uno de nuestros más grandes artistas, quien siempre logró filtrar su mirada sobre las cosas y su pulso popular en cada momento, y tenía un humor muy comprometido, para nada ingenuo”.
Con prólogo de Atilio Bleta, amigo, compañero de la secundaria y colega del diario, “la idea original de la publicación fue que pudieran leerla tanto un contemporáneo de Caloi como un pibe que no hubiera vivido esos 43 años; de ahí la importancia de la contextualización histórica en cada apartado. Es interesante ver lo que decían las voces oficiales y lo que desbarataba Clemente en sus tiras”, dijo Ramírez.
Es que a su realidad social y política Caloi la pasó por un tamiz de tinta y de perspicacia, y así logró resistir, dibujando con Clemente, 43 años de historia en la contratapa de Clarín. Desde allí sorteó las censuras de la dictadura militar, combatió los productos importados e incluso convocó a la famosa campaña de los papelitos en el Mundial de Fútbol de 1978 contra el relator radial oficialista, José María Muñoz.
Para quien fue su mujer durante 25 años, Caloi logró surfear ese capítulo del terrorismo de Estado, “por su gran inteligencia y un extraordinario uso de la metáfora; para él era más importante decir y publicar que no hacerlo, sabía cómo no traspasar el límite y siempre encontró esa conexión con la gente que entendía los guiños de Clemente, como el párpado a medio caer”.
Con Clemente a la cabeza, el libro recoge, también, el espíritu del retorno a la democracia, dispara contra el Fondo Monetario Internacional, se burla del billete Austral, pelea contra las privatizaciones y recorre episodios que azotaron el año 1989 (desde La Tablada hasta la hiperinflación, pasando por las tan conocidas corrupciones), sin olvidar las figuras de Carlos Menem y Domingo Cavallo.
Del blanco y negro, ahora en color, el alter ego del Carlos Loiseau aborda el fin del menemismo, la Alianza de 1997, el atentado de las Torres Gemelas en Estados Unidos, y dispara aquella frase premonitoria hoy en día: “¿Alca rajo?”. En esos mismos años atravesados por una de las peores crisis, Clemente rechaza, con toda esa descabellada ironía que lo caracteriza, la banca en el Senado luego de que su imagen obtuviera unos cuantos votos en las elecciones legislativas de 2001.
“El Negro era un tipo muy lúcido, ideológicamente muy sólido, vivió épocas de la Argentina que lo formaron mucho; durante un tiempo militó y después abandonó partidismos pero nunca dejó de militar desde sus espacios para poder denunciar y declarar lo que él sentía de la realidad. Era un tipo muy ocupado y preocupado por lo que pasaba en el pueblo, por lo cual Clemente nunca podía alejarse de esta mirada profunda y original sobre el mundo”, definió Ramírez.
Con La historia según Clemente, la historia narrada por el personaje más entrañable del gran Caloi, “la quintaesencia del Negro”, como aseguró su compañera, las últimas cuatro décadas de la Argentina se pueden leer en estas viñetas cargadas de humor, donde, con viento en popa o en años de persecuciones, ese pájaro a rayas no abandona nunca su cuota de ironía y sensibilidad sobre aquellas cosas que atañen aquí o allá.

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