Daniela Barreiro
Pasadas las 21.20 del sábado todos los celulares apuntaban al escenario. Las luces bajas del Salón Metropolitano de Rosario indicaba que Wos estaba a punto de salir a escena para comenzar la presentación oficial de su último disco Oscuro Éxtasis. Lo que los presentes no se esperaban era que el músico apareciera por atrás, se subiera a la estructura que contenía a los sonidistas y diera inicio al show con “Introducción al éxtasis”.
Ese regalo a los que estaban lejos del escenario, que pudieron verlo de cerca algunos minutos, dio el puntapié inicial a más de una hora y media de un concierto muy potente, variado en tanto estilos y público. Entre las más de siete mil personas presentes se destacaban los grupos de adolescentes de ropas anchas y los más chicos (entre 7 y 10 años) acompañados por esos adultos que no dudaron en subirlos a sus hombros para que puedan ver mejor y cantar junto a Wos cada canción.
Desde los inicios de su carrera Valentín Oliva, conocido popularmente como Wos, logró destacarse dentro de la actual escena del rap, trap y el freestyle. Excampeón Internacional de Red Bull Batalla, considerada la competencia más importante del género de habla hispana, logró crear un estilo propio que va del rock al rap de protesta tendiendo un puente con exponentes como el Indio Solari, que se ha declarado seguidor en redes sociales, y Ricardo Mollo que durante el show del sábado apareció grabado en la pantalla gigante ubicada atrás del escenario para completar su parte en “Andrómeda”. La canción, incluida en su último disco, formó parte de la primera parte del concierto en la que también sonaron “Convoy jarana” y “Okupa”, que estuvo entre las más coreadas de una noche en la que era sorprendente ver a los más chicos repetir letras que, propias del estilo, son muy rápidas acompañadas de ademanes con las manos y mucha entrega.
En el concierto del sábado no faltó la descarga eléctrica del pogo en los temas más directos como “Canguro” que le valió el salto a la popularidad; ni la sensibilidad y calidez de un artista que, como el mismo explicitó, apuesta al amor en tiempos de individualismo y convulsión. Así presentó a “Que se mejoren”, “una canción de amor para los giles que solo saben dar odio” que sonó más tarde y después de que el músico, entre la interpretación de otros títulos, retomara su faceta de freestyler e improvisara en vivo bromeando sobre un olvido del principio que obligó a volver a iniciar un tema: “Me olvido la letra pero acá no me equivoco”. Y aseguró: “Esto recién empieza, hay freestyle para rato”.
Otra de las facetas que mostró en vivo fue la del beatbox y la de percusionista e interpretó una canción que anunció como “tocada pocas veces en vivo”, casi debutando en Rosario, la íntima “Arrancamelo” cuyos primeros acordes se mezclaron con el grito desesperado de los presentes.
“Niño gordo flaco”, “Fresco” y “Cambiando la piel”, donde aprovechó a nombrar a la rosarina Nicki Nicole que “es de acá” y participó de la canción, se sucedieron en un ambiente de convivencia de varias generaciones, de pogos en el lugar y de gritos de arenga a Wos o Wosito depende el momento, y en el que también se destacó la presencia escénica e histrionismo de Natasha Iurcovich, la bajista de la formación que acompaña a Wos y que completan Tomás Sainz en batería, Fran Azorai en teclados y Facundo Yalve en guitarra.
Cuando el show empezaba a promediar sonaron la íntima “Melón vino” y la potente “Mirá mamá” además de un tramo final en el que el músico aseguró estar completando ese “largar para afuera” de una etapa de su carrera, en vivo en Rosario. “Gato Negro” y “Mugre” dieron por terminado el concierto casi a las 23. Saludos mediante, los presentes empezaron a pedir “Púrpura”, un tema que se conoció en 2018 y que “habla de aquellos que están fuera de las prioridades políticas sufriendo o padeciendo”, según definieron en su lanzamiento. Y Wos cumplió. Con el Metropolitano teñido de ese color y todos los presentes saltando, el artista oriundo de Buenos Aires dio por finalizado el paso por la ciudad de su gira presentación de Oscuro Éxtasis que continuará este sábado en el Club Floresta de San Miguel de Tucumán y el 13, en la Plaza de la Música de la ciudad de Córdoba.
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