Tras los comicios del domingo último, los candidatos presidenciales en Chile Sebastián Piñera de Renovación Nacional (RN, derecha) y Eduardo Frei de Concertación (del centroizquierda oficialista), retomaron ayer la campaña hacia la segunda vuelta del próximo 17 de enero. En tanto, ante el bajo caudal de votos de Frei, la presidenta Michelle Bachelet se apresta a brindar todo su apoyo a partir de sus mejores cuadros políticos. Por su parte, Piñera intentará cautivar a los votantes del independiente de izquierda, Marcos Enríquez Ominami, quien representó una opción de cambio a los 20 años de gobierno de Concertación.
Desde temprano los comandos renovaron ayer los eslóganes de campaña: “Todos por Chile, todos por Frei”, de la parte oficialista y “Grita por el cambio…”, una de las frases de la oposición.
Urgida por la necesidad de remontar los más de 14 puntos de diferencia, la Concertación gobernante se apresta a realizar la movida más intensa y así lo demostró el cambio de gabinete dispuesto por la presidenta Michelle Bachelet. La presidenta, que cuenta con casi un 80 por ciento de popularidad, puso al servicio de su fuerza política su trayectoria y liberó a la titular de la Secretaría General de Gobierno, Carolina Tohá, para que asuma la coordinación de campaña del senador y ex presidente Frei.
La ministra del Gabinete representa una renovación de figuras de la coalición capaz de mantener mejor diálogo con los otros dos sectores que representaban los candidatos del progresismo y de la izquierda, Marco Enríquez Ominami y Jorge Arrate.
Por su parte, el empresario Piñera también retomó con intensidad su campaña y a primera hora del día su comando difundió avisos publicitarios agradeciendo el fuerte respaldo que le dio la victoria en la primera ronda y una diferencia de más de 14 puntos sobre Frei. El millonario comenzó una sucesión de reuniones con los dirigentes de su partido. Ayer, Piñera reiteró: “Un llamado a todas las personas que apoyaron a Marco Enríquez, que fue una campaña llena de entusiasmo y que compartimos con ellos ese diagnóstico de una Concertación que después de 20 años está profundamente desgastada”.
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