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Boleta única electrónica

El oficialismo busca tratar la reforma electoral este mes

El interbloque Cambiemos en Diputados intensificará las negociaciones con la oposición. Polémica por el 50% femenino.


El interbloque Cambiemos de la Cámara de Diputados de la Nación intensificará las negociaciones con las bancadas opositoras en los próximos días con el objetivo de consensuar una sesión para el próximo 19 de octubre, cuando espera tratar y aprobar la reforma electoral.

El proyecto, que implementa el sistema de Boleta Única Electrónica en todo el país y establece la paridad de género en las listas de candidatos podría llegar al recinto ese día, si es que Cambiemos logra un entendimiento con la oposición.

Sucede que, tal como lo advirtió esta semana el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, si la norma no se aprueba antes de noviembre, será muy complicada su aplicación en las elecciones legislativas de 2017.

Con ese objetivo, el frente Cambiemos ya inició los contactos con el bloque del Frente Renovador que lidera Sergio Massa, aunque en los próximos días comenzará a extender las conversaciones al resto de los espacios.

El texto, que ya tiene dictamen de comisión, genera recelos dentro del propio oficialismo, puntualmente por la paridad de género, que establece un cupo femenino mínimo del 50% en las listas, que deberán intercalarse entre hombres y mujeres, uno por una.

La aprobación de la ley bonaerense de paridad de género y el avance de una iniciativa similar en el Senado presentada por la senadora Marina Riofrío –que ya tiene dictamen–, puso presión a los diputados que ahora tienen en sus manos el avance de la consagración de un piso de representación para las mujeres en los órganos legislativos.

El dictamen de mayoría salió del plenario de comisiones con muchas disidencias parciales, principalmente respecto a la cuestión de género.

De hecho, entre las disidencias aparecen firmas de peso dentro del oficialismo, como la del jefe de bloque del PRO, Nicolás Massot, la cofundadora de Cambiemos y líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, de Ricardo Alfonsín (UCR) y Luciano Laspina (PRO), entre otros.

También plantearon reparos Graciela Camaño y Marco Lavagna (Frente Renovador) y Diego Bossio y Juan Kosiner (Bloque Justicialista).

El debate atraviesa transversalmente a todas las fuerzas políticas e incluye complicaciones en los cierres de listas, donde priman criterios distintos a la hora del reparto.

Pese a haber firmado sin disidencias el dictamen de mayoría por su rol institucional como presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales, Pablo Tonelli (PRO) hizo público su rechazo a la iniciativa, al entender que “el mérito para ser diputado tiene que ser la capacidad y no el género”.

La visión de Tonelli, sin embargo, no refleja necesariamente el pensamiento de todo el PRO: por caso, la secretaria de Relaciones Parlamentarias, Paula Bertol, es una fervorosa partidaria del cupo femenino, y se erigió en una suerte de referente del partido de Mauricio Macri en materia de género.

En el Frente para la Victoria-PJ también hay posturas diferentes, pero la balanza está decididamente más inclinada a favor de fijar cupos mínimos.

Una de las exponentes de la bancada FpV-PJ en temas de género es Cristina Álvarez Rodríguez, para quien la paridad es una cuestión de estricta “justicia social”.

En diálogo con NA, la diputada sciolista impugnó los argumentos basados en la “idoneidad” para el acceso a cargos planteados por quienes le dan la espalda a la paridad de género, y justificó el cupo al sostener que las mujeres no arrancan desde una situación de “igualdad de oportunidades” con los hombres.

“Las mujeres nos ocupamos del cuidado de los hijos, de los mayores enfermos y aparte salimos a la calle a ganarnos el pan. La carera es muy asimétrica con los varones”, explicó.

Tras lamentar la existencia de lo que denomina un “techo de cristal” del 30% en el Congreso (la normativa vigente establece un cupo mínimo con ese porcentaje), Álvarez Rodríguez pronosticó sobre la ley “Una y Uno” que “va a mejorar la democracia porque va a hacer una sociedad más igualitaria”.

Fundamentó su postura al indicar que sigue habiendo “discriminación” hacia las mujeres tanto en el ámbito público como en el privado, y puso como ejemplo el Gabinete del presidente Mauricio Macri, donde de las 21 carteras, apenas tres son conducidas por mujeres, y el de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal (1 mujer sobre 19 ministerios).

La diputada del PTS-Frente de Izquierda Myriam Bregman fue otra de las abanderadas de esta cruzada que apunta a elevar del 30 al 50% la representación femenina, pero dejó claro que la postura de su bloque es discutir esta iniciativa en un proyecto de ley “separado”, como el que tendrá tratamiento en el Senado.

“Exigimos que se discuta por separado de la reforma política del oficialismo que rechazamos. Queremos discutir la paridad de género de verdad, y no que pueda ser usada como un instrumento legitimador de una reforma electoral antidemocrática”, resaltó en declaraciones a NA.

En tanto, Bregman criticó que en el proyecto de reforma electoral que recibió dictamen sostiene un cupo masculino también del 50%, “cuando con la legislación actual se pueden armar listas con hasta el 70% de mujeres”.

“Lo que debería ser un piso en el proyecto oficial también se convierte en un techo”, finalizó la diputada del PTS-Frente de Izquierda.

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