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El nuevo titular del Enapro pegó duro al concesionario

Pablo Ferrés sostuvo que Terminal Puerto Rosario está incumpliendo con el contrato y pidió más inversión.

“Terminal Puerto Rosario (TPR) otra vez está incumpliendo con el contrato de concesión. Paga con retraso el canon, tiene seguros de empresas no líderes, le falta un operador de talla para contenedores y, sobre todo, no hace obras de infraestructura. Hay que traer la plata. Y si tienen que vender la casa, que la vendan. Si no, habrá que barajar y dar de nuevo con una nueva concesión.” Así, con un tono firme y un discurso ante la prensa que no dio lugar a concesiones, Pablo Ferrés asumió ayer como nuevo presidente de Ente Administrador Puerto Rosario (Enapro) en reemplazo del radical Ángel Elías. Las palabras del flamante titular del organismo que debe controlar la concesión de las terminales I y II giran en torno del enorme agujero negro que pesa sobre la empresa concesionaria de los muelles locales. Hace poco más de seis meses TPR (que conduce el empresario Gustavo Shanahan) entró en convocatoria de acreedores por una suma que se estima en más de 100 millones de pesos, aunque ahora será la Justicia la que determine el monto verificable del pasivo del puerto.

Si bien el momento más importante vendría a la hora de las palabras, la primera postal que entregó la jornada de ayer hace suponer que la apuesta del gobernador Hermes Binner (sumado a otras cuestiones), quien encabezó el acto y puso en funciones a Ferrés, no es menor. Una muestra de dicha situación fue la fuerte presencia en avenida Belgrano al 100 de importantes figuras políticas y empresariales. En concreto, estuvieron en las instalaciones del Enapro el  ministro de Aguas y Servicios Públicos, Antonio Ciancio, el titular de la Empresa provincial de la Energía (EPE),  Daniel Cantalejo, el secretario de Transporte, Alejandro Boggiano, el presidente de Aguas Santafesinas  Alberto Daniele y el secretario de Producción municipal, Sebastián Chale. En tanto, por el lado empresarial resaltó la asistencia del máximo responsable de la Bolsa de Comercio de Rosario, Cristian Amuchástegui.

Al margen de esta cuestión, y de los posteriores discursos de rigor, sin lugar a duda lo más jugoso de la mañana vino en la rueda de prensa posterior. “Rosario tiene que convertirse en un puerto moderno. La idea es poder llegar a cualquier lugar del mundo, pero ahora sólo es poco lo que estamos haciendo. Y por eso, otros puertos aprovecharon el parate de Rosario y se han quedado con las cargas que podríamos tener. Pero para mover containers no sirve como hoy lo estamos haciendo. Eso es una cosa artesanal y no se trabaja así en el mundo. Hay que ver cómo trabaja Montevideo y Valparaíso, y ahí se podrá ver de qué se trata la logística del container de primer nivel. Nosotros estamos en la prehistoria”, descargó en Ferrés en un primer momento.

Posteriormente, el nuevo titular del Enapro sostuvo, al ser consultado sobre la cuestión, que por ahora no le pondrá “ningún plazo” a la concesión que hoy lleva delante TPR. “Yo dije que lo vamos a ayudar. Pero si yo te quiero ayudar y vos no hacés nada yo voy a hablar en otro tono. Y te voy a empezar a apretar para ver si querés seguir o ir. Vamos a esperar que pase el concurso, ya que allí sabrá cuánto debe. Y después la empresa deberá explicarnos qué consiguió con los acreedores y qué plan de pagos propuso. Y nos tendrá que mostrar cómo va pagar, cómo a va remediar el mantenimiento no hecho, las obras no hechas y cómo va a conseguir capital y know how para poder llegar al nivel que el Enapro quiere que tenga. Porque tener una operación como la que viene teniendo la gestión anterior, a la provincia no le sirve”.

“No puede ser que haya una operación restringida, sin inversiones, girando sobre el capital público y no dando un buen servicio a las cargas. TPR tiene que ponerse en línea con el contrato. Y si para eso tiene que vender la casa, que la venda”, expresó posteriormente sobre la misma cuestión .

Luego, al ser interrogado sobre el hecho de que TPR dice que está cumpliendo con el canon, Ferrés resaltó que, si bien eso es cierto, igual se paga siempre “con atraso”. E hizo hincapié en la falta de mantenimiento, inversiones y habló de los “endebles seguros” que tiene el concesionario. “Nosotros los vamos a ayudar. Pero primero tienen que ayudarse ellos. A Dios rogando y con el mazo dando. Es sencillo: hay que traer más plata y hacer menos cháchara”, sostuvo luego.

 El trasfondo y lo que se viene

 Con la asunción del nuevo presidente, el gobernador Hermes Binner busca así darle otro perfil a la conducción del ente que regula y controla al concesionario del puerto local. Ferrés es un hombre ligado al sector privado a través de Terminal VI, la compañía donde convergen Bunge y Aceitera General Deheza (AGD) ubicada en Puerto General San Martín. “Desde el gobierno nacional en un primer momento no vieron con buenos ojos el nombre, porque era del sector privado. Pero lo que no puede decirse es que no conozca el paño. Vamos a ver cómo anda”, metaforizó ante este diario hace un par de días uno de los directores del Enapro, que pidió reserva de su identidad.

En tanto, no son pocos los que plantean que a partir de ahora se vendrá una dura puja de intereses en torno de quién se quedará en el fututo con el negocio portuario, pese a los dichos del flamante titular del Enapro. “Se abre una discusión entre grupos económicos”, sentenció al respecto ante El Ciudadano otra fuente, que viene siguiendo el tema de las terminales públicas de la ciudad. “Hasta ahora todo parecía que iba en beneficio de Vicentín, pero también entró a jugar Servicios Portuarios y, con la entrada de Ferrés, hay que ver qué pasa con Terminal VI”, prosiguió la fuente, quien también pidió reserva de su nombre.

Efectivamente, a partir de que Shanahan se hizo cargo del gerenciamiento de Terminal Puerto Rosario, a mediados del año pasado, las versiones periodísticas comenzaron a dar cuenta del interés de Aopsa, firma vinculada con la cerealera Vicentín, por quedarse con la mayoría accionaria (51 por ciento del paquete) y controlar las terminales I y II de la ciudad.

Ayer, y al respecto, Ferrés fue consultado sobre esta cuestión. Y su respuesta también fue tajante. “No conozco Aotsa. Sí me dijeron que la empresa hizo una presentación muy endeble y no reúne las condiciones. Además, nosotros no tenemos nada que hablar con Aotsa”, sostuvo el funcionario sobre si dicha empresa está en condiciones de entrar al puerto.

En tanto, unos días antes de fin de año, la firma Servicios Portuarios terció en el asunto al iniciar una demanda penal por estafa contra Shanahan y la anterior gestión empresarial de TPR por presunto incumplimiento de un contrato firmado en 2006 que, sostienen los denunciantes, les cedía el negocio de los contenedores.

“Por lo que tenemos entendido el papel de Shanahan era pasarle las acciones a Vicentín, y ahí es donde aparecen a jugar otros grupos económicos. A partir de ahora se ponen en juego intereses muy fuertes, porque el del puerto es un negocio importante y los grupos son muy poderosos”, confió el integrante del directorio, dando cuenta de la dura lucha de que se avecina.

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