País

Un espacio feminista y disidente

El Norita Fútbol Club combina la lucha feminista con los derechos humanos

Las jugadoras del Norita Fútbol Club están motivadas por su directora técnica, la histórica número 9 del Mundial de 1971, Betty García, y las luchas que encarna “la Madre de todas las batallas”, Nora Cortiñas, quien firmó como presidenta honoraria “con mucho orgullo” el acta fundacional del equipo


Las jugadoras del Norita Fútbol Club se lanzaron a la cancha de forma oficial al institucionalizar “un espacio feminista y disidente”, motivadas por su directora técnica, la histórica número 9 del Mundial de 1971, Betty García, y las luchas que encarna “la Madre de todas las batallas”, Nora Cortiñas, quien firmó como presidenta honoraria “con mucho orgullo” el acta fundacional del equipo.

“Para nosotras esto es el inicio de algo mucho más grande que sabemos que va a pasar. Empezamos con algo muy chiquito y hoy somos asociación civil. Seguramente más adelante vamos a conseguir un espacio propio y vamos a tener seguramente más afiliades”, dijo Estefanía Pinetta, una de las arqueras del club, en un momento libre de su entrenamiento.

El pitido del silbato, los gritos que retumban en los paredones, la fricción de los botines contra el suelo y los ladridos de Chola, una perra negra, acompañan a los cuerpos que se entrenan cada martes cuando comienza el anochecer en una cancha alquilada del barrio porteño de Almagro. En el 2017, un grupo de jugadoras decidieron anotarse bajo el nombre “Norita Fútbol Club”, en honor a Norita Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora y referenta de la lucha por los Derechos Humanos, para participar en la Liga Nosotras Jugamos, nacida en el Barrio Padre Mugica (ex Villa 31) y coordinada por la futbolista Mónica Santino.

“Cuando le teníamos que poner nombre a este equipo dijimos que tenía que  representarnos y que nos haga ir a más: posicionarnos en la cancha como nos posicionamos en la vida”, contó Pinetta, que lleva el número 23 en su camiseta por Leonardo Ponzio, el ex jugador de River.

“Son pibas solidarias que están ayudando en lugares donde se necesita apoyo”

Con sus 92 años, Norita continúa yendo todos los jueves a las 15 a la ronda de Plaza de Mayo de las Madres para pedir “que se abran los archivos”, seguir buscando “memoria, verdad y justicia” y tener noticias sobre su hijo, Gustavo Cortiñas, y sobre los 30 mil desaparecidos. “Me enteré porque recibí el llamado de Gerardo Szalkowicz, el autor del libro con mi biografía, y me contó que había un grupo de chicas jóvenes que tenían un equipo de fútbol femenino que le querían poner mi nombre”, dijo Cortiñas mientras toma primero medio vaso de cerveza para brindar, y luego té, rodeada de un grupo cálido de personas en el bar La Nueva Embajada, al que asisten cada jueves luego de la ronda.

“Las invité a mi casa a un asado para conocernos. Nos juntamos y veíamos que coincidíamos en los pensamientos. Ahí empezamos la amistad. Son pibas solidarias que están ayudando en lugares donde se necesita apoyo. Estoy orgullosa de que un grupo de jóvenes que no me conocían personalmente decidieran una cosa para mí que es tan importante”, continuó, de forma entrecortada porque cada tanto una persona se acerca a saludarla y ella la recibe amablemente. Norita es de Boca “desde el vientre” de su madre, en una familia donde “casi todos son de River”: su hijo, Gustavo, era fanático del club millonario, al igual que su nieto, Damián, y su nieta, Lucía Cortiñas.

El abrazo entre Norita, que lleva la casaca número 10, y Lucía, con la 27 por Lucas Pratto y su gol a Boca en Madrid, mientras caminan sobre el césped de una cancha es una foto que Lucía lleva eternizada en su gemelo derecho.

“Siempre me gustó el fútbol. Unir eso, mi abuela y el fútbol, fue como unir dos pasiones. Nunca se había dado porque mi abuela es de Boca y yo soy de River, pero en Norita festejamos juntas”, cuenta Lucía, la delantera de 35 años del Norita FC, que conoció al equipo en el asado de su abuela, empezó a entrenar con ellas y desde ese momento es “una norita más”.

“Ponerme la camiseta con el escudo de mi abuela es un montón”, agrega. La madre de Plaza de Mayo fue a ver competir a las Noritas en algunas oportunidades. Si bien no se reconoce futbolera, le interesa verlas jugar y, en especial, a su nieta. “Me dice: no te distraigas, abu, porque yo hice un gol y vos no lo viste. Así que ella me estaba mirando mientras hacía un gol”, dice, orgullosa. Para ella, el club “consolidó el acercamiento con Lucía de una manera muy distinta de lo que era ir con ella a las marchas y a algún acto”, además de que lo considera “un respiro” en el contexto de estar “hace 45 años metida en la lucha de los derechos humanos”.

El Norita ensancha su pecho con la presencia de otra luchadora histórica

La mirada atenta de la número 9 de la Selección argentina del Mundial de Fútbol Femenino en México de 1971, Gloria Argentina “Betty” García, se posaba este martes sobre las jugadoras que en el 2017 le pidieron que sea su directora técnica. Betty jugó como delantera en el famoso 4 a 1 contra Inglaterra del 21 de agosto de 1971 en el Estadio Azteca, con goles convertidos por la número 10 de Las Pioneras, Elba Selva. En honor a este partido se celebra desde el 2020 el Día de la Futbolista Argentina.

“Ella es una referente del fútbol, pero además es una referente en luchar por lo que uno cree, por las convicciones. Jugó a la pelota en un momento que muchas mujeres pensaban que ese espacio estaba vedado. Así que para nosotras representa un hecho político, un hecho social y un paso hacia adelante”, señaló la arquera Pinetta.

El reconocimiento a las futbolistas de parte de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) y del Senado –como la medalla de plata del Premio Delfo Cabrera entregada a Betty García en 2018– llegaron, aunque tarde.

“El fútbol femenino ahora está mucho mejor que cuando nosotras jugábamos. Tiene mucho apoyo y está semiprofesionalizado”, señaló la DT, aunque remarcó que “tienen que profesionalizarlo del todo para que las chicas cobren más porque tienen que tenerlo como un trabajo. Si no, no pueden trabajar, estudiar, jugar y practicar”.

Con la asociación civil se institucionaliza un espacio feminista, disidente y para todos los cuerpos

Las Noritas comenzaron disputando un espacio en distintas plazas para poder entrenar, hoy lo hacen en una cancha alquilada y desean, en un futuro cercano, tener un lugar propio. Luego de cinco años desde su fundación, el jueves 23 de junio de este año, el Norita FC quedó oficialmente constituido con una comisión directiva conformada enteramente por mujeres, durante un acto donde la presidenta honoraria del club, Nora Cortiñas, firmó el acta fundacional, en el marco del programa para regularizar clubes del Ministerio de Turismo y Deportes.

“Con la asociación civil se institucionaliza un espacio feminista, disidente, para todos los cuerpos, y para que adolescentes, jóvenes, adultas y adultas mayores puedan venir a participar, a jugar y a plantear distintos espacios dentro de la cancha”, señaló la arquera Pinetta, que también es tesorera del club. Al fútbol juegan bajo una dinámica contenedora y de aliento.

Se trata, explica Lucía, “de motivar siempre a la compañera para que saque lo mejor de cada una. Lo más importante es que juguemos todas, no que ganemos. Antes del gol, tratar de priorizar el pase o el juego en equipo. Que cada una se sienta cómoda en el lugar de la cancha que quiera: siempre nos preguntamos cómo te autopercibís (delantera, defensora, arquera)”.

En el club, atravesado por la lucha feminista, el amor al fútbol y los derechos humanos, las jugadoras la siguen a Betty en el fútbol y ella las sigue a las noritas en sus convicciones, señala la DT García. Sin embargo, cierra con una frase contundente: “Llevamos en los botines revolución”.

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