Ciudad

Entrevista

“El nombre de Macri apareció en el final de la investigación”

Sol Lauría, la periodista santafesina que trabajó en la investigación de los Panamá Papers, cuenta detalles de la publicación.


Sol Lauría es la periodista santafesina que formó parte del equipo que indagó en los Panamá Papers y se abocó a desentramar los vínculos entre Colombia y Panamá. En su paso por Rosario, visitó El Ciudadano y contó cómo fue que tras obtener una beca en 2007 para perfeccionarse en Madrid, mientras trabajaba en la redacción del diario El Litoral, terminó siendo parte de una de las investigaciones cuyos resultados causaron uno de los más grandes escándalos a nivel internacional al mostrar los mecanismos utilizados para lavar dinero, que involucra a cientos de funcionarios de todo el mundo, incluyendo al presidente Mauricio Macri y al primer mandatario de Rusia, Vladimir Putin.

—¿Cómo fue el camino desde Santa Fe hasta Panamá?

—Cuando me recibí, hice radio en LT10 y producción de televisión, hasta que en 2004 entré en el diario El Litoral. Mi ilusión era entrar a la sección Política pero por suerte –digo por suerte hoy viéndolo en retrospectiva– me pusieron en Área Metropolitana, que sería la sección Ciudad. Creo que fue un buen punto, porque el trabajar en Política se vuelve un periodismo muy institucional, que me encanta por cierto, pero lo que me tocó era más de meter las botas en el barro. De hecho, hacía una publicación que se llamaba “Voces de barrio” y todas las semanas iba a un sector distinto de la ciudad, buscaba referentes barriales, era un trabajo muy abierto y dinámico y en donde los vecinos se veían reflejados en su problemática y en su realidad.

—¿Entonces hacías trabajos de investigación?

—Sí. Recuerdo una investigación a la que le pusimos como título “Obras virtuales”, porque eran obras para la ciudad de Santa Fe que había financiado la Secretaría Nacional de Obras Públicas de la Nación. De acuerdo a los papeles presentados, estaba el ciento por ciento ejecutado, pero no se había hecho nada.

—Vivís actualmente en Panamá, ¿cómo fue el salto de Santa Fe a Centroamérica?

—En 2007 me gané una beca para jóvenes periodistas latinoamericanos en Madrid. Allí trabajé en la agencia de noticias Europa Press. Era una beca que combinaba lo laboral con el estudio. Cuando volví de ese viaje, ahí sí me quería ir de Santa Fe, ya había salido, tenía ganas de seguir capacitándome y solicité una beca para hacer una maestría en Clarín. Estando en Buenos Aires, me encontré con un periodista argentino que había conocido en Madrid y que en ese momento estaba a cargo del periódico panameño La Estrella, y me propuso ir a Panamá.

—Allí formaste parte de Panamá Papers…

—Trabajé hasta 2013 en el diario y me ofrecieron formar parte de una iniciativa vinculada con la investigación en Panamá y su relación con la región, fundamentalmente por el canal, ya que tiene mucha vinculación con Estados Unidos y con Centroamérica, que es una región que periodísticamente está integrada: tienen muchos temas en común, como son el narcotráfico o la inmigración. Acepté porque era una investigación regional que está en ocho países y, además, tiene vínculos con la Organización de Reporteros Contra el Crimen y la Corrupción que está en Europa del Este, por lo que es global. Entré investigando esos temas que tenían que ver con Centroamérica, la región y el lavado de dinero.

—¿Cómo es el mecanismo de una investigación de esta envergadura?

—En Panamá Papers fuimos 376 periodistas trabajando en la investigación. Cada grupo estaba localizado regionalmente. Cuando surge la filtración de los periodistas alemanes sobre el estudio de abogados Mossack-Fonseca, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (Icij) procesa toda esa información: mails, certificados de actas, transferencias bancarias, contratos de sociedades. Millones de documentos. Icij hace como un rastrillaje de eso para poder sacar nombres de archivos de imagen o en PDF que no son accesibles a la lectura, por lo que se necesita un programa especial para hacerlo. Ellos (por el consorcio) hicieron ese trabajo y todos podíamos acceder a la información con claves secretas que se actualizaban minuto a minuto. Además, había grupos que investigaban distintas cosas, por lo cual si encontrábamos algo que podía servir a otro periodista en su investigación, lo compartíamos.

—¿Qué pasa cuando aparecieron nombres como el de Macri o Putin?

—Macri apareció casi al final de la investigación. En noviembre, justo antes del balotaje, hubo una actualización de la información. Supongo que debe haber sido terrible para los periodistas tener la información y no poder publicarla porque la fecha de publicación del resultado de la investigación se había estimado para febrero de este año, pero como hubo una nueva actualización en marzo terminó saliendo a la luz en abril.

—Fue muy cuestionado el aviso al presidente respecto de la investigación, días antes de que se conozcan los resultados, ¿es parte de un protocolo?

—Lo hicimos todos. De hecho, Icij hizo su propia publicación, más allá de que salió en el diario La Nación. El Consorcio ya lo había consultado a Macri porque tiene esa tradición del periodismo estadounidense que es distinta a la nuestra. Acá es más difícil llamar a un funcionario con mucho tiempo antes para que te responda, porque te pueden bloquear la investigación. En este caso, lo positivo de consultar, incluso con anterioridad, a las personas investigadas es que el resultado se iba a publicar de todos modos. Se les mandó a todos los altos funcionarios y presidentes de todo el mundo, incluido Macri. Reitero, no era tan fácil bloquear la investigación porque había 376 periodistas en todo el mundo haciéndolo, ahora la información está liberada y cualquiera puede buscar esa información en internet.

—Otra de las polémicas: ¿es delito o no tener una cuenta offshore?

—Tener una cuenta fuera de tu país no constituye delito en sí. El tema es saber de dónde vino el dinero, cómo y para qué se usó y si la persona que abrió la cuenta tiene justificado el por qué la tiene en Panamá. Hay gente que tiene una empresa porque efectivamente la ubicación estratégica de Panamá le favorece a la operatividad de su negocio. De hecho, hay muchísimas. Por otro lado, tiene beneficios impositivos, lo que es una característica de un paraíso fiscal, y el extranjero que abre una cuenta en ese país paga impuestos más bajos que un panameño, que son montos hasta simbólicos. Si no las tienen declaradas en su país, es para dudar. Pero eso no es algo sobre lo que podamos hablar los periodistas sino que lo tiene que decidir la Justicia. En el caso en el que estaba involucrado Putin, había muchísima información y en el caso de Macri sólo estaba la conformación de la empresa, sin movimientos.

—¿Y las cuentas de Macri que sí tenían movimientos?

—Eso se conoció después. La información que se difundió primero, sobre la empresa en la que participaba del directorio y que no había tenido movimientos, era porque pertenecía al estudio de abogados Fonseca. En las otras, no estaba involucrado ese estudio. Él sí tenía otra empresa en la que estaban involucrados otros abogados pero no manejamos la información de los fondos y los movimientos. Es algo que tiene que pedir la Justicia argentina a Panamá.

—¿Hubo un quiebre tras Panamá Papers?

—Creo que fue un buen mecanismo de incidencia para que el tema se pusiera en agenda y que se discutiera. Tal vez cuando baje un poco el costado escandaloso, si se quiere, que es la cantidad de gente pública que busca paraísos fiscales para ocultar dinero, se pueda cambiar el sistema. Porque si hay gente que busca esa vía es porque existe ese sistema, que no es ilegal en principio. Pero en una comunidad de naciones, en donde debería haber solidaridad e intercambio de información, eso no ocurre porque los mismos gobiernos de los paraísos fiscales esconden la información. En realidad, lo que se discute es la legitimidad, porque mientras vos citás un paraíso fiscal, convertís en legal la ilegalidad de otro país, porque evadís dinero de procedencia dudosa en tu país y es legal que me lo escondas. Es como si robás y te digo: acá tengo una gran bóveda para que guardes tu plata robada.

CHARLA EN LA UNR

Sol Lauría visitó Rosario la semana pasada invitada por el Rectorado de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). En la ocasión, la periodista nacida en la ciudad de Santa Fe participó de la charla abierta “Periodismo de investigación global: el caso de los Panamá Papers investigado desde Panamá”, que se llevó a cabo en la facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales. La entrevista abierta fue coordinada por el periodista Ricardo Petunchi.

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