El Hincha

No se cansa

El Newell’s de Heinze, un equipo que corre mucho y nunca se entrega

La gran preparación física de la Lepra está respaldada por la ausencia de lesiones musculares en serie, como sucedía en otros torneos, y la gran cantidad de goles que anota el equipo en la última media hora de los partidos


Una de las fortalezas de Newell’s en el ciclo Heinze pasa por la preparación física del equipo. Luego de un 2022 donde las lesiones eran moneda corriente y llegaron incluso a tomar cartas en el asunto al presidente Ignacio Astore, con la llegada del Gringo y el profe Javier Vilamitjana la situación cambió de manera favorable. Ahora es poco habitual sumar jugadores ausentes por temas musculares y por otra parte, el equipo muestra una intensidad física dentro del campo de juego que hacía mucho no se veía.

Muchas veces los números y las estadísticas en el fútbol carecen de sentido. Sirven para adornar algún comentario o simplemente para aportarle a los hinchas datos extras que no siempre aportan algo. Pero en el caso del Newell’s de Heinze, hay ciertos números que respaldan esta “sensación” de un equipo que corre mucho hasta el árbitro da el pitazo final.

Newell’s no es un equipo que anota demasiado, incluso los hinchas reclaman un nueve a partir de ese punto débil del equipo, aunque también es real que la Lepra tampoco recibe demasiados goles.

Pero en este dato tribunero, respaldado por las vivencias de cada uno, hay números que son contundentes en cuanto a estos datos.

El ciclo Heinze acumula 39 partidos entre Liga, Copa de la Liga, Sudamericana y el cotejo con derrota por Copa Argentina. Anotó 40 goles, a un promedio de un grito por partido; y recibió 33, menos de un tanto en contra cada vez que jugó.

Y estos números tienen una particularidad que respalda de manera contundente esa “sensación” de un equipo intenso desde lo físico que nunca se entrega. En la primera media hora de los partidos, la Lepra apenas anotó 8 goles y recibió 15, claramente en desventaja. En el segundo tramo de los partidos, entre el minuto 30 del primer tiempo y los 15 del segundo, le anotaron 10 tantos y convirtió 11, mucho más equilibrado. El dato altamente positivo sucede en la parte final de los partidos. Allí el equipo de Heinze es contundente, apoyado en la gran fortaleza física, sumado a los cambios del entrenador. En esa parte final, Newell’s anotó 21 goles y apenas recibió 8.

El dato es contundente y a la vez esclarecedor. Y más allá de los rendimientos individuales, de la falta de eficacia en algunos futbolistas o la presencia o no de un nueve de área como los hinchas reclaman, nadie puede obviar que el equipo de Heinze no se entrega, busca el resultado hasta el final, y el físico respalda esa intención anímica.

 

Comentarios