Política

Parte de la religión

El movimiento evangélico va por su propio partido político para unificar la oferta conservadora

El pastor y diputado santafesino Walter Ghione habló con El Ciudadano sobre el armado nacional de Una Nueva Oportunidad (UNO). Se consideran conservadores populares y aspiran a evitar la dispersión del votante celeste. Diálogo y acercamientos con Juntos por el Cambio.


El movimiento evangélico irrumpió en las calles para oponerse al Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que se discutía en el Congreso nacional allá por el 2018. Cansados de que la dirigencia política los busque en las campañas electorales y los olvide en las gestiones, en 2019 se animaron a someterse a las urnas y consiguieron sus primeros escaños. Ese impulso inicial y disperso busca ser canalizado ahora a través de un partido formal. Una Nueva Oportunidad (UNO) “es un proyecto bastante ambicioso pero a largo plazo”, dijo el pastor y diputado provincial Walter Ghione, la pata santafesina del armado.

“No estamos desesperados por la próxima elección, queremos tomarnos el tiempo necesario para armar los territorios, para formar la militancia”, agregó en diálogo con El Ciudadano. UNO tiene presencia en Santa Fe, Tucumán, Buenos Aires, CABA, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, La Pampa, Chaco, Mendoza, Salta y próximamente Chubut. “Nace de la necesidad de tener un partido propio, no confesional, pero en su mayoría con actores provenientes del movimiento evangélico”, explicó Ghione y agregó que, si bien están manteniendo charlas con diferentes espacios y referentes políticos nacionales, la urgencia no estará puesta en salir a la palestra en 2021. Por lo que en las legislativas del año que viene cada territorio provincial definirá los pasos a seguir.

De todos modos, aspiran a lograr que a nivel nacional se siga una sola estrategia. Es que aún lamentan lo sucedido en las presidenciales de 2019, donde sienten que la variada oferta celeste dividió a su electorado.

“Hoy nos encontramos dialogando y hablando con los referentes de la oposición”, dijo sobre los encuentros que mantuvieron con dirigentes de Juntos por el Cambio, tanto del PRO como del radicalismo. “No hemos tomado ninguna decisión, simplemente estamos escuchando, estamos aprendiendo, estamos aprovechando para hacerles saber nuestro malestar de la gestión anterior y qué cosas creemos que se han equivocado, en qué cosas pensamos que han acertado”, abundó.

 

Conservadores populares

Rechazan ser considerados de derecha o extrema derecha. En el espectro político prefieren situarse en el centro o definirse como conservadores populares. “Estuve participando en una mesa con gremios en contra de la ley de ART y se sorprendieron porque estaba en contra de la ley. En las iglesias evangélicas la mayoría es clase obrera, no podemos ir en contra de la misma gente que asiste a nuestros templos. Nosotros siempre vamos a estar a favor del trabajador, en ese sentido podemos compartir hasta con los grupos más combativos”, expresó Ghione.

“Somos conservadores en nuestra manera de pensar lo que es la familia, la vida, las tradiciones, la patria. Entendemos que hay muchas cosas que están cambiando pero hay otras que queremos seguir conservando desde los principios y los valores. No podemos definirnos de derecha. Somos patriotas pero tampoco nacionalistas. No estamos ni a favor del neoliberalismo ni de que todo se estatice. Por eso entendemos que somos muy de centro”, amplió el diputado que ingresó a la Legislatura santafesina en 2019.

 

Primer peronismo

En ese aspecto, se sienten cercanos a los valores del primer peronismo, que “se concibió como tercera posición y donde la doctrina social de la Iglesia fue fundamental mientras se respetó”. “Así que las bases del peronismo en cuanto a la soberanía política, la independencia económica y la justicia social las re contra compartimos. Hoy lo que se hace llamar peronismo está totalmente desdibujado, para nosotros no tiene absolutamente nada que ver con la doctrina de Juan Domingo Perón. Cuando vemos cuán lejos están de las necesidades del pueblo, la verdad que nos preocupa mucho”, remarcó.

La oposición a la interrupción legal del embarazo es tal vez la postura pública más conocida del espacio, pero también sostienen la “idea de República, el cuidado de las instituciones, la lucha contra la pobreza, contra la corrupción y la transparencia en el manejo de la cosa pública”.  “Obviamente nunca vamos a dejar de ser es un espacio bien celeste”, reforzó.

 

Militancia social

La militancia de UNO proviene de los templos, pero aspiran a que no se quede allí. Merenderos, comedores, cárceles, hospitales y geriátricos, por allí se mueven, por los sectores más vulnerables de la sociedad. “Nuestro lugar está siempre con los más necesitados. Es el trabajo que toda la vida ha hecho el evangélico, lo que pasa es que antes lo hacía sin ninguna visión política a futuro; hoy ya hay una necesidad de hacerlo no solamente desde la acción sino también alzar nuestra voz, que ha sido históricamente muy maltratada y pisoteada por la clase política”, amplió el legislador de Somos Vida y Familia.

Que los dirigentes los ningunearan, los motivó a pasar al frente y presentarse en la arena electoral: “Como somos de los lugares que más gente concentra, en campaña todos los políticos piden por favor visitarnos y recibir una bendición, pero después se olvidan y nos dejan de lado. Cuando vamos a reclamar por algo, prácticamente nos desconocen. Creo que ahí está un poco el hartazgo de todos estos años”.

 

Espejo internacional

La iniciativa criolla no es novedosa, el movimiento evangélico viene ganando terreno en conseguir espacios de representación política en Estados Unidos y en toda América Latina, donde en países como Brasil incluso consiguieron cargos ejecutivos.

De allí se nutre UNO, participando en foros y congresos donde comparten experiencias como las realizadas por los partidos Colombia Justa Libre en el país cafetero y el Partido Encuentro Social que en México mantiene una alianza con el presidente de izquierda Andrés Manuel López Obrador.

“No todo es Trump o Bolsonaro”, advierte Ghione y recuerda que en Brasil el movimiento evangélico que en las últimas elecciones apostó por Bolsonaro, fue un pilar importante en la llegada al poder de Lula y Dilma. “Lo que pasa es que cuando los sectores progresistas quieren imponer su agenda ideológica por sobre las necesidades que tienen las poblaciones, ahí lamentablemente se empieza a inclinar la balanza para otro lado”, consideró.

 

Lo importante es el camino

Ghione afirma que a UNO no lo desesperan los cargos ejecutivos, que en lo inmediato apuntan a seguir consolidando la territorialidad y la militancia. “Creemos que todavía nos falta un camino por recorrer en los cargos legislativos a nivel local, estamos más preocupados en las próximas elecciones por los concejales y diputados provinciales que en lugares a nivel nacional. Por eso es que estamos empezando a transitar un desarrollo de formación de nuestra propia militancia para que a futuro sí podamos convertirnos en una alternativa de gobierno, que no tengo dudas que va a llegar pero hay que transitar ese proceso”, concluyó.

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