Juan Pablo Sarkissian
“Este texto nace desde las urgencias y los encuentros, esos que se hacen en andar diario, y en la necesidad de salir a contarlos”. El que habla es el periodista Hugo Cravero, quien en octubre pasado presentó, en la Estación Esperanza de Granadero Baigorria, su libro FM Poriajhú, voces rev(b)eladas. El derecho a la comunicación en las radios de gestión social. Sin embargo, el texto no es uno más, sino producto de su tesina de grado de la licenciatura en Periodismo en la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Y el marco no es menor. Es que el recorrido del trabajo está impregnado por la pasión del sujeto periodista, pero también por la rigurosidad que, de alguna manera, impone la academia. Que no se trata de mundos separados, lo pone de manifiesto, por si hiciera falta, el texto en cuestión; pero además le incorpora de manera explícita su compromiso social con el fenómeno abordado, en este caso la rica historia de la radio FM Poriajhú de Capitán Bermúdez. Así, el trabajo recorre, en primer lugar, la historia reciente de la “Asociación civil Centro Ecuménico Poriajhú”, constituida como tal en 1997 y que tuvo un gran protagonismo en la crisis social de 2001 en el mítico barrio Copello, ubicado en el oeste de Capitán Bermúdez. Aquel trabajo de solidaridad real, lejos del asistencialismo en términos conceptuales aunque en lo instrumental lo pareciera, dio como fruto la construcción de FM Poriajhú en mayo de 2010.
Comunicación popular
Y en ese momento comienza otra historia. O mejor, a la historia recorrida se le incorpora un instrumento vital: la radio. En este marco, Cravero aborda el fenómeno desde la perspectiva de la comunicación popular, donde, claro está, no podía estar ausente la mirada conceptual de Paulo Freire. Así, el texto, con Freire, nos ubica en el plano de la “acción y reflexión”, que no es otra cosa que la eterna relación dialéctica de teoría y práctica. Esta mirada, no sólo es el corazón del texto, sino y fundamentalmente, de FM Poriajhú. En efecto, la radio comunitaria, la única del extenso e histórico cordón industrial del norte de la provincia de Santa Fe, asume como propio los conceptos de Freire casi como una condición de existencia en la que basa toda su producción periodística. Cravero asume el desafío y construye un texto desde el afecto y el compromiso social, lo cual pone de manifiesto una suerte de reconocimiento a la tarea desarrollada por la señal comunitaria, solidaria y popular. Porque el trabajo da cuenta de un conjunto de actividades que exceden largamente a la propia radio, como la realización de talleres de distinto orden, la defensa irrestricta de los derechos humanos en el sentido más amplio del concepto y las problemáticas concretas, y urgentes del barrio Copello. Es cierto que la emisora es, en la actualidad, el eje principal de esas actividades por su impacto y presencia, pero reducirlo sólo a eso sería desconocer un recorrido de construcción colaborativa y horizontal. Entonces no es ninguna sorpresa encontrar el rol que cumplieron, y aún cumplen, la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (Amarc) y, sobre todo, el Foro Argentino de Radios Comunitarias (Farco), del cual FM Poriajhú es parte.
Cosmovisión del mundo
El accionar de Poriajhú, primero, como parte de la Coalición por una Radiodifusión Democrática en la defensa de los 21 puntos para construcción de una ley que revoque la norma de la dictadura cívico-militar más sangrienta de la historia argentina, y, después, en la lucha por la aplicación plena de la ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, promulgada en 2009, dan cuenta no sólo de su coherencia, sino desde qué lugar se mira y se actúa en los acontecimientos de la Historia. Así, Cravero transita con oficio este recorrido al tiempo que expone una mirada sensible sobre la compleja problemática. Otro aspecto de suma importancia para destacar en el armado de este libro es cuando se aborda específicamente el trabajo periodístico, es decir todo aquello que compete a su universo. En este sentido, la producción y construcción de la noticia son los ejes principales y están en directa relación con una determinada cosmovisión del mundo. De un mundo más justo y solidario. De un mundo donde nada de lo humano le sea ajeno. Y entonces las noticias son otras noticias. Son noticias que deben importarles a los hombres y mujeres para tomar sus propias decisiones. Para su accionar cotidiano, para sus decisiones más trascendentes. Aquello, casi un lugar común, que se pregona sobre construir “otra agenda”, la radio comunitaria de Capitán Bermúdez lo lleva a práctica.
Voz a los que no tienen voz
Lejos está FM Poriajhú de no reconocer que su discurso es esencialmente político, por el contrario, lo reivindica en esos términos. Sin embargo, no se trata de un discurso político partidario. Cravero resuelve con eficacia está compleja trama donde suelen tocarse las aristas. Es más, el autor retoma “una consigna gastada: darle voz a los que no tienen voz”. Y es un acierto porque, al menos por ahora, es la forma más eficaz y contundente de dar cuenta del sentido de pertenencia a una comunidad, de organización territorial, de la labor educativa, del derecho universal a la comunicación y la libertad de expresión, de aquella consigna que muta y se transforma en concepto. Un trabajo de una dignidad que enaltece la profesión-oficio de periodista y que aporta conocimiento relevante de historias ocultas y menospreciadas de gran impacto social, político y cultural. Para el final una joyita de Flavia Campeis, coordinadora desde 2015, de FM Poriajhú: “El micrófono es un arma de construcción masiva y los invito a todas y todos a empuñarlo”. De principio a fin como Freire: acción y reflexión. Teoría y práctica. Sin cuento.
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