San Lorenzo de Alem de Catamarca, equipo que milita en el Torneo Argentino A y que dirige el rosarino Cristian Domizi, vivió una odisea en el viaje a San Luis para enfrentar a Juventud Unida Universitaria en partido por la 13ª fecha de la Zona 2.
Integrantes del plantel y del cuerpo técnico de San Lorenzo de Alem sufrieron un episodio propio de otros tiempos, que demoró la llegada a San Luis.
Todo comenzó cuando Gendarmería interceptó el micro que transportaba la delegación catamarqueña y ordenó descender del ómnibus a todos los pasajeros, que debieron acatar los procedimientos de los uniformados de la fuerza de seguridad nacional. El Santo de Catamarca estuvo muchas horas varado en Chepes, provincia de La Rioja.
Además del mal momento, impropio para un plantel de fútbol, los jugadores de San Lorenzo de Alem también debieron someterse a la requisa por parte de la policía local. Desde el entorno de la institución aseguran haber recibido malos tratos.
Como consecuencia del episodio, la delegación de San Lorenzo de Alem llegó 10 horas después de lo previsto a la provincia de San Luis, ya que el conjunto dirigido por el Pájaro Domizi tenía establecido llegar a las 8 de la mañana y lo hizo recién por las 18 del día viernes.