24 Años

Sempiternas mentiras

El Lawfare quedó chico


Luciano Tamous*

Hace aproximadamente dos mil setecientos años, Hesíodo, narró en <Teogonías<, que las Musas Heliconíadas, habitan la montaña del Helicón. Danzaban en torno a una fuente de violáceos reflejos y al altar de Cronión. Formaban coros en la cumbre. Ellas enseñaron una  vez a Hesíodo un bello canto mientras él apacentaba sus ovejas al pie del Helicón. “…Este mensaje a mí en primer lugar me dirigieron las diosas, las Musas Olímpicas, hijas de Zeus portador de la égida: «¡Pastores del campo, triste oprobio, vientres tan solo! Sabemos decir muchas mentiras con apariencia de verdades; y sabemos, cuando queremos, proclamar la verdad». Así dijeron las hijas bien habladas del poderoso Zeus. Y me dieron un cetro después de cortar una admirable rama de florido laurel. Me infundieron voz divina para celebrar el futuro y el pasado y me encargaron alabar con himnos la estirpe de los felices Sempiternos y cantarles siempre a ellas mismas al principio y al final…”

Estas escenas narradas por Hesíodo, podrían emplearse en un jingle que promocione alguna señal de noticias, y también esas frases podrían estar esculpidas en partes visibles de los palacios de tribunales.

La permisión de mentir fue sustentada por filósofos y pensadores políticos, al considerar que es necesario, teniendo en miras el bienestar del pueblo. Mentir y dar marcha atrás aseveraciones proclamadas por gobernantes, iban a ser considerados necesarios por el propio pueblo cuando descubriera que fueron necesarios para la consecución del bien común.

Las patas cortas de las mentiras

La dictadura cívico-militar-eclesiástica de Argentina no pudo privatizar las grandes empresas públicas. Sí puso en marcha una campaña de prensa y publicitaria contra el gasto del Estado, contra el Estado sobredimensionado, que tenía en su haber ferrocarriles, compañías aéreas, hoteles, etc. Además se menospreciaba a la industria nacional, se exaltaban los beneficios de la apertura de la economía, entendiendo por ello, el ingreso de manufacturas extranjeras. Sabían perfectamente que no podía sentarse sobre sus bayonetas. No existía consenso en la sociedad para llevar a cabo la destrucción del Estado.

Fue Carlos Menem después de muchos años quien pudo privatizar las grandes empresas públicas, política deseada por los sectores sempiternos que concentraban las ganancias de la economía nacional. La mistificación de la realidad iba calando hondo en los argentinos: desde el relato de la pérdida de un millón de dólares diarios para mantener los ferrocarriles, hasta un periodista que desarmaba un teléfono por tevé para preguntarse dónde estaba la soberanía. Todo ello, no sólo forjó mujeres y hombres embanderados con las fórmulas neoliberales, sino gente dispuesta a defender políticas contrarias a sus propios intereses.

Los gobernantes ya no se preocupaban por la máxima napoleónica de no poder sentarse sobre bayonetas: habían conseguido que el pueblo se sentara sobre ellas. Un peronismo dispuesto a atraer al capital, a dejar de combatirlo. La Argentina pretendía ser el granero del mundo. Y en un granero no hacen falta industrias, ni científicos, ni trenes, ni aviones.

Cuando en Latinoamérica surgen gobiernos representantes de los sectores populares (pobres, también sempiternos), la mentira realmente adquirió patas cortas. La embestida contra el peronismo del 45, suscitó mentiras que obtuvieron eficacias menguadas. Fueron necesarios los fusilamientos, persecuciones, censuras, y hasta el bombardeo a la Plaza de Mayo. Se consiguió a través de ese régimen de terror proscribir al peronismo por casi dos décadas.

Una martingala que permite actuar conjuntamente al poder judicial y a los medios de comunicación                            

El kirchnerismo significó la gran amenaza contra los sempiternos sectores de poder económico de Argentina. Se sumaban los gobiernos populares que habían surgido en toda Latinoamérica. Las mentiras seguían teniendo patas cortas. Era necesario algo más, algo que tuviera una consecuencia institucional. Es así como en todos los países donde los grupos de poder veían la posibilidad de que sectores históricamente desplazados se empoderen obteniendo derechos básicos, se comenzaba a pergeñar lo que llamamos lawfare. Se trata de una martingala que permite actuar conjuntamente al poder judicial y a los medios de comunicación. Por caso, también se ha utilizado un sistema de legislación penal, deforme desde su génesis.

Un sistema penal concebido desde la demagogia, para halagar a sectores que pretenden un Estado que reprima, que castigue. La Constitución Nacional señala que las cárceles, que deben ser sanas y limpias, no serán para el castigo, sino para la reinserción de esa persona que ha delinquido (reo) a la sociedad. Por el contrario, nuestras leyes penales son establecidas para el castigo. La norma penal impone una sanción (8 a 25 años de reclusión o prisión por ejemplo). Esa pena no se encuentra orientada a otorgar la dosis de cárcel necesaria para que el/la condenado/a se reinserte socialmente como ordena la Constitución. Es lisa y llanamente la imposición del castigo. No es producto de una convicción de la psicología sobre métodos efectivos para dejar de cometer delitos. La escala penal responde a razones netamente políticas. De este sistema penal inconstitucional se han valido los sectores de concentración económica para defenderse del populismo. Hay que mostrar las investigaciones de la justicia, las detenciones a funcionarios, los lugares donde escondían el dinero.

Ahora bien, el accionar judicial, ha incorporado un nuevo elemento al sistema penal: tipos abiertos donde puede considerarse delictiva cualquier conducta. Las garantías constitucionales son violentadas en función de investigaciones judiciales que tienen como objeto avalar lo que se supone: “se robaron todo”, “se robaron uno, dos, diez P.B.I.” El dinero que no tenés en el bolsillo se lo llevó la que es hoy vicepresidenta. ¿Qué querés demostrar? Todo el mundo lo sabe, lo dicen los medios de comunicación a cada rato. Estos tipos abiertos, obedecen también a razones políticas. Es el juez quien tipifica.

Un grupo de personas se hacen votar por los ciudadanos, ganando elecciones a presidente/a de la Nación, con el objeto de montar una asociación ilícita. Son electos tres veces. Ganan tres elecciones presidenciales, pero es solamente para armar una asociación ilícita. Es decir que ya no importa que la supuesta conducta se adecue a la descripción del tipo penal. Ya es el juzgador quien puede armar si existe o no una conducta delictiva porque también el tipo penal es escrito por el propio juez por razones políticas, y en el momento en que se juzga, sin necesidad de una ley que exista antes del hecho objeto del proceso, ni que sea dictada por el Poder Legislativo. Se ha dado la violación de las garantías constitucionales del debido proceso, el estado de inocencia, el juez imparcial e independiente, el derecho de defensa en juicio, etc. Lucen estos procesos una absoluta ilegalidad.

Como abogado defensor en muchas oportunidades, he pedido la ampliación de la declaración indagatoria a imputados y procesados dentro de un procedimiento penal. Ningún juez me ha negado este derecho, ni tampoco recuerdo que algún colega me haya contado que se le negara. Cuentan malas lenguas que una jueza rosarina, hacía ampliar la declaración indagatoria a un imputado dos veces por semana…

Se sabe porque los grandes medios no lo dicen

De este modo, proscriben a la persona que detenta la mayor cantidad de votos y la única representante del proletariado. Esto se ha puesto en marcha en toda Latinoamérica. Es una pelea por la inexistencia, por la desaparición de la clase diezmada, de la clase que no tiene derecho a tener derechos. No se trata de márgenes de ganancia. Los grupos que concentran la mayor parte de la riqueza de toda la nación, ganaron más dinero que nunca con el kirchnerismo.

Igualmente ocurrió en la mayoría de los gobiernos populares que gobernaron Latinoamérica. Incluso capitales estadounidenses negociaban con Chávez, y exaltaban públicamente los buenos negocios que hacían. Lo que se pretende, además de ser dueños de sus países, es ser dueños de los hombres y mujeres que lo habitan. Esa es la pelea.

Denuncias formuladas por la propia vicepresidenta, son cajoneadas. ¿Cómo le explicamos a una viejita jubilada que le dieron quinientos pesos falsos en el banco que su denuncia no prosperará? Si se lo hacen a una vicepresidenta…………………………………..(completar con mayúscula).

Como se decía en la China de la década de 1940, el terrorismo es como un pez, si no hay agua no nada. Esto ocurre hoy en nuestro país: se está creando el agua. Ocurre porque el lawfare queda chico, ya no es efectivo. Se necesita reprimir. Se necesita nuevamente a volver a los espantos, a las amenazas, a la muerte. Un presidente de la Nación que pretende seducir con su impotencia. Jueces que pierden pruebas por el camino. Que no quieren investigar el intento de magnicidio. Un magnicidio que crece cada hora de investigaciones que no van a concluir en nada, porque ya sabemos. Y muchos lo sabemos porque los grandes medios no lo dicen.

*abogado

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